Mundo Agrario, Diciembre 2021 - Marzo 2022, vol. 22, n° 51, e176. ISSN 1515-5994
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Centro de Historia Argentina y Americana

Artículos

Persistencia de las formas de vida campesina. Identidad y patrimonio agrícola de la Región de Los Llanos (Durango, México)

María del Socorro Morales de Casas

Instituto Politécnico Nacional - CIIDIR unidad Durango, México
Marco Antonio Márquez Linares

Instituto Politécnico Nacional - CIIDIR unidad Durango, México
Luis Arturo Ávila Meléndez

Instituto Politécnico Nacional - CIIDIR unidad Michoacán, México
Cita sugerida: Morales de Casas, M. del S., Márquez Linares, M. A. y Ávila Meléndez, L. A. (2022). Persistencia de las formas de vida campesina. Identidad y patrimonio agrícola de la Región de Los Llanos (Durango, México). Mundo Agrario, 22(51), e176. https://doi.org/10.24215/15155994e176

Resumen: El objetivo de esta investigación fue identificar los elementos del arreglo tecnológico y social que influyen en la persistencia de la forma de vida campesina en la región de Los Llanos, Durango. El método empleado fue la Teoría Fundamentada y como técnica la entrevista a profundidad con 21 agricultores en ocho comunidades. Resultaron dos categorías clave dentro del arreglo social y una dentro del tecnológico. Se concluye que los limitantes son las condiciones ambientales regionales, la política agraria, la falta de organización productiva y el rendimiento económico. Asimismo la persistencia es favorecida por el patrimonio agrícola y la identidad colectiva.

Palabras clave: Tradición Cultural, Política Agrícola, Campesinado, Frijol, México.

Persistence of peasant ways of life. Identity and agricultural heritage of the Region Llanos (Durango, Mexico)

Abstract: The aim of this investigation was to identify the elements of the technological and social arrangement that influence the persistence of the peasant way of life in the region of Los Llanos, Durango. The method used was the Grounded Theory and the technique used was the in-depth interview with 21 farmers in eight communities. It resulted in two critical categories of the social array and one the technological. It is concluded that the limiting factors are the regional environmental conditions, agrarian policy, lack of productive organization, and economic yield. Likewise, persistence is favored by the agricultural heritage and collective identity.

Keywords: Cultural tradition, Agricultural policy, Peasantry, Beans, Mexico.

Introducción

La forma de vida campesina (FVC) puede entenderse como el conjunto de recursos naturales, humanos y financieros en constante interacción que determinan el modo de vivir de las poblaciones rurales, y que generan estrategias de vida en las que combinan los activos anteriores con el fin de satisfacer las necesidades individuales o colectivas (Pérez et al., 2009).

Lazos (2013) propone que las formas de vida campesina han persistido gracias a la implementación y adaptación de arreglos tecnológicos y sociales desarrollados durante generaciones. El arreglo tecnológico puede definirse como el conjunto de técnicas de siembra, el manejo de espacios, los conocimientos de técnicas agrícolas y los métodos de cultivo de una sociedad campesina. Por otro lado, el arreglo social incluye el conjunto de instituciones sociales, de organización, el acceso a tierras, los mercados, redes de intercambio y tradiciones. Estos arreglos interactúan entre sí y se refieren al modo en el que se organizan los elementos económicos, políticos, sociales e incluso ambientales, que son influidos por procesos históricos, políticos, socioambientales y económicos que dan como resultado la FVC (Scoones, 2009). El concepto de arreglo tecnológico y social se emplea como un concepto heurístico que nos ayuda a describir y caracterizar en detalle todos los elementos que integran la forma de vida, organizándolos en un componente sociocultural y en otro técnico-ambiental. El origen del concepto se remonta a la visión de Hernández Xolocotzin y posteriormente fue retomado en las ciencias sociales con el fin de integrar desde una perspectiva holística la parte social, ecológica y económica de los sistemas productivos.

En el estado de Durango, y en especial en la región de Los Llanos, se sabe que la forma de vida de los productores de frijol en la actualidad está enfrentando el deterioro del suelo, la falta de infraestructura (INEVAP, 2019), alteraciones climáticas, entre otros problemas. Existe una larga y diversa discusión en torno a la persistencia de la vida campesina, desde estudios históricos en la Revolución Industrial en Reino Unido (Willems, 1970) hasta las reformas liberales a finales del siglo XX en Latinoamérica (Wiggins, Preibisch y Proctor, 1999). Por nuestra parte, el objetivo fue identificar los elementos de los arreglos tecnológico y social que favorecen o limitan la FVC desde la perspectiva de los productores de frijol de la región de Los Llanos, Durango. Este cercamiento a una FVC, que desde finales del siglo XIX estuvo orientada a la pluriactividad y a la rentabilidad de la producción (Salmerón-Sanginés, 2006), nos permite destacar que dicha persistencia se fundamenta en la valoración que hacen los productores de su aporte social, y, por tanto, de su propia identidad y patrimonio agrícola.

Metodología

La presente investigación se realizó mediante el método de la Teoría Fundamentada (TF) desarrollado por Glaser y Strauss en 1967. La TF se centra en recopilar y analizar datos con el fin de identificar ideas, parámetros, problemas, etc., desde el punto de vista de los actores para conocer la forma en que ellos lo interpretan, perciben y resuelven (Van Winsen et al., 2013).

La TF busca la comprensión de los fenómenos a través de la recolección, codificación y análisis de los datos de forma simultánea y se acompaña del muestreo y la saturación teórica (Bonilla-García y López-Suárez, 2016). Es decir, en la medida en que se realiza el análisis a través de la comparación constante, el resultado del análisis indica en qué temas es necesario ahondar y qué tipo de casos es necesario agregar, así como también el momento en el cual termina la recogida de datos.

El método comparativo constante (MCC), como parte central de la TF, consiste en la recogida, codificación y el análisis de datos, a través del contraste de incidentes, categorías y propiedades que surgen durante el proceso de recogida y análisis de la información, con el fin de descubrir patrones. Consta de las siguientes cuatro etapas: codificación abierta, saturación teórica, codificación axial y delimitación teórica (Glaser y Strauss, 1967). Hace uso del muestreo teórico y la saturación teórica para explorar las categorías emergentes y generar teoría (Vivar et al., 2010).

Como técnica principal, se empleó la entrevista a profundidad, ya que de acuerdo con (Aranda y Araújo, 2009) presenta las siguientes ventajas: pretende comprender más que explicar, es flexible al explorar algún tema, las respuestas son abiertas y no existen categorías o respuestas preestablecidas y obtiene información contextualizada. Las entrevistas se realizaron de julio a noviembre de 2019, fueron grabadas y posteriormente trascritas, con una duración entre 70 y 130 minutos.

El guion de la entrevista incluyó los siguientes temas, orientados por los conceptos de arreglo tecnológico y social: técnicas, métodos de siembra y manejo de espacios, semillas, política agraria, instituciones sociales y de organización, tenencia de la tierra, mercado y tradiciones relacionadas con la producción de frijol.

Se realizaron 21 entrevistas distribuidas en ocho comunidades de la región de Los Llanos, puesto que, conforme se incrementaba el número de entrevistas, la información proporcionada por los productores se volvía más homogénea hasta que las aportaciones fueron repetitivas y se alcanzó con ello la saturación teórica. Los criterios para seleccionar las comunidades fueron: la cercanía a carreteras principales, la seguridad de la zona y el libre acceso a las comunidades.

El perfil de los productores entrevistados fue el siguiente: ser productor o productora de frijol, con edad entre 45 y 80 años, ser originario de la comunidad y tener disposición para colaborar. Los productores fueron contactados a través de los comisariados ejidales y otros actores sociales a través de la técnica denominada bola de nieve.

Además del análisis línea por línea que se empleó para identificar códigos y generar categorías, se organizó a los productores en dos grupos, considerando los siguientes parámetros: edad, tamaño de la parcela y escolaridad. De estos parámetros, se identificó que la edad es un factor importante que influye en la manera en que los productores perciben su problemática. El grupo 1 corresponde a productores de 45 a 60 años y el grupo 2 incluye a quienes tienen entre 61 a 80 años. Para presentar el análisis, proteger la identidad de los informantes e ilustrar el grupo de edad al que pertenecen se le asignó un código a cada uno, compuesto por el grupo al que pertenecen y la edad entre paréntesis como se indica en la Tabla 1

Tabla 1
Códigos de identificación para los 21 informantes entrevistados
Códigos de identificación para los 21 informantes entrevistados

Contexto del estudio

En 2020, el estado de Durango se posicionó en el segundo lugar a nivel nacional en cuanto al número de hectáreas sembradas de frijol, sin embargo, con respecto al rendimiento se ubicó en el puesto 31 (SIAP, 2021). En el estado, la producción de frijol en su mayoría se practica bajo la modalidad de temporal. Sin embargo, en los últimos años las lluvias se han desfasado y su temporalidad y volumen son irregulares, lo que incrementa la vulnerabilidad de los productores (Servicio Meteorólogico Nacional, 2020)

Una de las regiones productoras de frijol más importantes en Durango, es la conocida como región de Los Llanos. Actualmente la región está formada por los municipios de Guadalupe Victoria, Cuencamé, Panuco de Coronado, Peñón Blanco y Santa Clara. Para 2018 estos municipios en conjunto aportaron el 58 % de la producción estatal de frijol y el 5 % de la producción nacional (SIAP, 2020).

Sin embargo, a pesar de la importancia cultural y productiva del frijol en la región, los rendimientos por hectárea son bajos y el costo de los insumos empleados es alto, situación que tiene repercusiones negativas en la economía familiar.

En México, el frijol es un alimento de alta importancia tanto nutricional como cultural, y es considerado como el segundo cultivo estratégico con mayor superficie sembrada anualmente. Se produce en las modalidades de riego y temporal, en un 12 y 88 % respectivamente, siendo las variedades de frijol negro las que ocupan la mayor superficie (SIAP, 2020).

Resultados

Caracterización de los productores entrevistados

Los productores entrevistados, todos hombres, tienen una edad promedio 62 años con un mínimo de 45 y un máximo de 80. Los mayores de 60 años se iniciaron en esta actividad alrededor de los 12 años; en promedio cuentan con una experiencia de 42 años. En cuanto al nivel de escolaridad, 57 % de los entrevistados recibieron educación formal entre 3 y 6 años, 20 % recibió educación formal por 9 años, 14 % de los informantes terminó el bachillerato, que equivale a 12 años, y el 9 % restante terminó una licenciatura.

Con respecto a la tenencia de la tierra, 52 % de los informantes pertenece al ejido, 28 % a la pequeña propiedad y 20% tiene participación en ambos regímenes, con una superficie promedio de 40 hectáreas. Con relación a subsidios y programas de gobierno, el 100 % de los productores cuenta con el Programa de Apoyos Directos al Campo (PROCAMPO), el 9 % de los informantes complementan el ingreso familiar con el programa PROSPERA-Programa de inclusión social, y el 47 % son beneficiarios del programa 60 y más.

De los ocho temas principales del guion de entrevista, se generaron 10 categorías y 26 subcategorías sobre la perspectiva de los productores de frijol y su forma de vida (Tabla 2).

Tabla 2
Categorías y subcategorías derivadas del análisis de las entrevistas a productores de frijol de la región de Los Llanos, Durango
Categorías y subcategorías derivadas del análisis de las entrevistas a productores de frijol de la región de Los Llanos, Durango

Debido al número de informantes y al proceso de eliminación de redundancias, se seleccionaron los fragmentos que son más representativos y que engloban la percepción del resto de los entrevistados con respecto cada categoría. El análisis correspondiente a la codificación abierta se indica a continuación.

Codificación abierta

Categoría 1. Motivos para producir frijol

Para los dos grupos de entrevistados, producir frijol cumple con distintas funciones; la primera está relacionada con el acceso al grano para autoconsumo, ya que el frijol es un producto de consumo habitual en las comunidades rurales. La segunda es generar ingresos a través de la venta de su producto: “Como agricultor lo que importa es producir buen frijol y bastante, para comer porque acá uno come frijoles todos los días y lo más importante para vender, pero para producir bien se necesita dinero y más ahorita que todo está caro (Inf-G1(46))”.

Según datos del SIAP, para 2018 la superficie sembrada de frijol en esta región ascendió a 120.283.00 hectáreas, lo que representó un valor de la producción de $ 693.180.520. Asimismo, esta actividad es de gran importancia social, ya que, de acuerdo con los datos reportados en el Registro Agrario Nacional (RAN), la región de Los Llanos alberga un total de 13.829 ejidatarios distribuidos en 64 núcleos agrarios (RAN, 2020), los cuales en su mayoría están dedicados al cultivo de frijol en temporal.

Los informantes manifestaron también que producir frijol es una cuestión de identidad y tradición regional, y se perciben a sí mismos como agentes importantes para el abasto de granos y alimentos para las personas que no se dedican a la agricultura.

Para mí ser agricultor es lo máximo porque me gusta, porque lo llevo en el corazón, desde mis antepasados, que fue mi papá y mi abuelo, es la cultura lo que me inculcaron y se lleva aquí en el corazón, si yo no soy agricultor no quiero ser nada más (Inf-G1(55)).

Sembrar es lo que a mí me gusta hacer. Yo siento que, si no me dedico a la producción de frijol, yo no soy nada. Si yo en algún momento ya no fuera agricultor, yo no sé qué sería, yo no tendría un motivo o algo que me identificara o que me hiciera ver que no soy igual que los demás. Además, a mí me gusta la agricultura porque fue la herencia de mi padre y de mis antepasados, eso es algo que uno no puede olvidar (Inf-G1(60)).

Uno acá en el campo tiene una responsabilidad que no todos vemos ¿Sabe cuál? La de proveer alimentos para todos. Yo siempre digo que esa es una función muy importante y también tiene que ver con nuestras raíces y con nuestras tradiciones y con lo que se ha hecho desde siempre en la región (Inf-G2(75)).

De acuerdo con lo reportado por Román, Ojeda-Granados y Panduro (2013), el frijol en México ha sido un cultivo esencial para la alimentación de la población, desde la época prehispánica hasta la actualidad, debido principalmente al aporte nutrimental que provee. Por otro lado, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (2019) menciona que históricamente esta leguminosa ha sido base de la alimentación del mexicano y de su economía, y, por tal motivo, su producción es considerada como una actividad importante principalmente en las comunidades rurales. Asimismo Sangerman-Jarquín, Acosta Gallegos, Schwenstesius de Rindermann, R. Damián Huato y Larqué Saavedra (2010) y Flores (2015) coinciden en que el frijol es de alta importancia socioeconómica y cultural, especialmente para el sector de la población que se dedica a su cultivo.

Categoría 2. Principales problemas en la producción

Esta categoría se compone de las siguientes subcategorías: Riesgos ambientales, Bajo precio del frijol y alto costo del Diesel.

Para el 100 % de los informantes, la sequía es el principal problema o riesgo al que se enfrentan anualmente, puesto que, al tratarse de cultivos de temporal, la producción de frijol es altamente dependiente de las lluvias. Además, los informantes de los dos grupos consideran que el cambio climático es causante de las sequías severas y de la alteración en los patrones de lluvia en la región, e identifican esta situación como el principal impedimento para desarrollar adecuadamente la actividad agrícola.

El primer problema es que la lluvia no es segura a veces se viene bien, pero las más veces hasta rezamos para que llueva; orita está más inseguro que antes, porque antes las lluvias eran más puntuales, para los meses que las esperábamos, para esos meses llovía; ora de un tiempo para acá se ha descompuesto mucho el temporal, y nos ha pegado fuerte, por ejemplo, allá por 2011 o 2012 hubo una sequía muy fuerte y levantamos muy poco frijol (Inf-G2(75)).

La percepción de los productores, con respecto al efecto que han tenido las sequías en la región, especialmente la del 2011, concuerda con lo reportado por Domínguez (2016), quien concluye que la sequía de ese año ha sido una de las más severas, puesto que afectó a 1213 municipios especialmente de la zona norte y centro de México.

Por otro lado, el riesgo de heladas mencionado por los agricultores coincide con lo reportado en el fascículo de heladas de CENAPRED (2014), en el cual se menciona que el estado de Durango es de los más propensos a sufrir daños en la agricultura debido a este fenómeno.

Además de los riesgos ambientales, los informantes indicaron también que el alto costo de los insumos y los bajos precios del grano son problemas que limitan la forma de vida. Debido al bajo precio de comercialización los productores no logran capitalizarse, principalmente porque el costo de los insumos es muy alto con respecto al beneficio económico que se obtiene de la venta del frijol. Esta situación ha propiciado que los productores decidieran abandonar el cultivo de este grano para dedicarse a otras actividades económicas más redituables.

El problema que yo veo es que sembrar frijol no es negocio, el frijol es un producto muy castigado; en cuanto a precios vivimos en una época en la que un litro de Diesel cuesta más que un kilo de frijol, donde los campesinos o productores estamos desprotegidos en este aspecto; a la mejor se oye raro, pero somos víctimas de un gobierno que no se preocupa por la situación que pasamos (Inf-G1(45)).

La percepción de los informantes con respecto a la discrepancia entre el precio de venta del frijol y el costo del Diesel es consistente con los precios para frijol reportados en el SIAP (2020) para el periodo de 2003-2018, en el cual el precio promedio fue de $8.586,77 por tonelada, mientras que el precio promedio por metro cúbico de Diesel para el mismo periodo, reportado en el anuario estadístico de PEMEX (2018) y la comisión reguladora de energía, fue de $15.618,00.

Categoría 3. Situación económica de los productores de frijol de temporal

Esta categoría no estaba considerada en la lista de temas principales del guion de entrevista, sin embargo, surgió como un aspecto importante para los productores de frijol de temporal, puesto que para desarrollar adecuadamente sus actividades es fundamental contar con los recursos económicos, humanos y de infraestructura necesarios. La categoría incluye aspectos relacionados con la capitalización de los informantes derivada de la producción de frijol, las fuentes de financiamiento para la producción y los costos más fuertes derivados de esta actividad. Las bajas ganancias limitan el acceso a maquinaria y equipo más eficiente.

El problema que tenemos la mayoría es que nunca tenemos dinero para empezar a trabajar la tierra a tiempo, a menos que uno tenga un negocio o los hijos le manden dinero del otro lado, o que sea algún agricultor que tenga mucho dinero o muchas hectáreas, que también los hay. Pero, por ejemplo, yo, si no llega el procampo o no me endrogo, no puedo empezar a trabajar y esto es porque con los precios que nos dan por el frijol, apenas alcanzamos a pagar lo que debemos (Inf-G2(68)).

La descapitalización expresada por los productores no es reciente, León López (1988) refiere que los campesinos de la región han vivido en esa situación durante décadas debido a que el problema de los precios del frijol no se ha resuelto. Al respecto, INEVAP (2019) reporta que la falta de capitalización de los productores de temporal está relacionada con el bajo precio del grano y la falta de infraestructura y de maquinaria en buen estado, ya que estas deficiencias incrementan los costos de producción.

Aunado a lo anterior, el 100 % de los informantes afirmó que con las condiciones actuales es difícil financiar la producción de frijol a menos que se haga uso de créditos, remesas, subsidios e ingresos derivados de otras actividades económicas.

Categoría 4. Política agraria y producción de frijol

En México, partir de 1989, la política agraria ha pasado por distintas modificaciones con el objetivo de impulsar y fortalecer al sector rural (Vidaurrázaga Obezo, 2003). Estas reformas han sido consecuencia de la implementación del neoliberalismo, que se adoptó como un sistema económico que favorecería a diferentes sectores de la economía mexicana entre los cuales se encontraba el agropecuario (Rindermann y Cruz, 1999).

Sin embargo, para el caso de los pequeños y medianos productores, sus efectos fueron negativos debido a que los productores mexicanos no estaban en condiciones económicas, de infraestructura y de organización, que les permitieran ser competitivos bajo este nuevo modelo (Ayala Garay et al., 2008).

Al respecto, los informantes afirman que es necesaria una mayor atención por parte de lo que ellos denominan “el gobierno” para mejorar las condiciones económicas y productivas de los campesinos. Mencionan que han existido programas y subsidios útiles como los créditos de Banrural, los subsidios del Diesel y el PROCAMPO.

Sin embargo, actualmente, solo el PROCAMPO contribuye a pagar algunos costos de producción.

Pos lo que nos ayuda ahorita es el procampo; si desapareciera el procampo estaríamos más atrasados, porque hay otros apoyos a veces para las heladas o de semilla, pero ahorita el procampo es el que más o menos sirve, porque siempre llega muy retrasado y de todos modos no logra uno pagar los gastos; a veces compra uno un bote de Diesel y ahí se aliviana uno poquito; pero si vemos en el tiempo pa atrás, el mejor apoyo, el que más nos beneficiaba siempre, fue el Banrural (Inf-G2(67)).

Los informantes refirieron que la eliminación de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO) fue una decisión que los perjudicó, puesto que desde entonces venden a “coyotes” y no obtienen un precio justo por sus productos. Al respecto. Ayala Garay et al. (2008) concluyen que al desaparecer CONASUPO los pequeños productores a nivel nacional perdieron la seguridad económica que tenían con los precios de garantía, lo que afectó su economía familiar. Por lo tanto, esta investigación sugiere la necesidad de implementar una política agrícola integral que considere las condiciones de la población objetivo.

Por otro lado, los informantes perciben que existe la intención del gobierno por mejorar el campo a través de asesoría técnica, sin embargo, las propuestas por parte de los asesores no se adaptan a la realidad que viven los campesinos de la región y, por lo tanto, las estrategias que les presentan no son útiles para resolver sus problemas “A veces sí vienen técnicos a dar un curso, pero casi nunca funcionan los programas que traen porque ellos los estudian en su oficina, pero al momento de aplicarlos acá no funcionan, porque no conocen las necesidades que tenemos como campesinos (Inf-G1(50))”.

Entre las causas que podrían definir la percepción de los informantes con respecto al bajo impacto de la asesoría técnica se encuentran las reportadas por Chávez, Macías y Cruz (2019). Ellos refieren que los principales problemas del extensionismo se deben a que existe un desfase entre las necesidades de los productores y los servicios ofertados, el tiempo en el que llegan los asesores a las unidades de producción, la falta de capacitación en campo de los propios asesores, ya que su adiestramiento es teórico y no refleja la realidad de cada región, y, finalmente, que no existe una continuidad en los ciclos de asesoría técnica, lo cual impide que se den resultados favorables para los campesinos.

Categoría 5. Variedades de frijol empleadas en la región de Los Llanos Durango

La categoría se refiere a las variedades de frijol que son empleadas actualmente por los productores de frijol, y, asimismo, considera las variedades que se sembraron anteriormente en la región.

La vocación económica de la región de Los Llanos ha sido la producción de frijol debido a la adaptación de este cultivo a las condiciones ambientales y a la cultura, lo que dio lugar a una importante diversidad de variedades presentes en la región. No obstante, debido a problemas de oscurecimiento del grano, poca tolerancia a la sequía, bajos rendimientos, presencia de plagas y cambios en las preferencias de consumo, se fue dando una sustitución gradual de las variedades locales por variedades mejoradas, puesto que estas ayudarían a resolver los problemas anteriores (Acosta et al., 1999). Al respecto, los informantes mencionaron que anteriormente se sembraban alrededor de 15 variedades diferentes entre ellas bayo blanco, bayo rata, canario, ojo de cabra y otras: “En toda la vida, imagínese ya tengo 80 años, llegué a sembrar el bayo rata, el bayo blanco, otro que se llamaba ojo de cabra, el canelo, pinto burro, el mantequilla, los flores de mayo y junio, el media oreja, el canario y el sangre de toro (Inf-G2(80))”.

Esta información coincide parcialmente con lo reportado en la investigación de Pérez González (1976), en la cual se reportan 22 clases comerciales cultivadas en la región. No obstante, dejaron de sembrarse, puesto que, en palabras de los informantes, ya no eran deseables en el mercado y fueron sustituidas por distintas variedades de pintos y de negros con el fin de tener una participación en el mercado.

En México, el frijol para consumo se clasifica en los siguientes grupos: muy preferente, preferente y no preferente (CEDRSSA, 2020). Al respecto, las variedades criollas señaladas por los informantes se ubican en el grupo de no preferentes, mientras que las variedades de negro y pinto saltillo pertenecen al grupo de muy preferentes. Esta sustitución de variedades criollas por variedades mejoradas implicó una pérdida de patrimonio agrícola en la región, según la percepción de los informantes.

Categoría 6. Método de cultivo y manejo de espacios

Con relación al método de cultivo el 100 % de los informantes refieren ocho labores básicas, de las cuales califican como de mayor importancia las relacionadas con la preparación del suelo, como son el barbecho y la rastra, mismas que por su relevancia representan el mayor costo a lo largo del año.

No obstante, a pesar de que el método se mantiene sin cambios drásticos, la forma de llevar a cabo la actividad agrícola sí se ha modificado, y el cambio más relevante percibido por los informantes fue el paso a la mecanización de la agricultura.

Según el censo agropecuario de 2007, en el estado de Durango los municipios que mayor número de tractores tienen en funcionamiento son Guadalupe Victoria, Cuencamé y Canatlán (INEGI, 2007), asimismo, para 2018 se reportó un 100 % de mecanización en agricultura de temporal (SADER, 2019), lo cual indica que aun cuando las parcelas son pequeñas la siembra con animales ya no se lleva a cabo.

Desde la perspectiva de los informantes, la mecanización que prácticamente se dio en toda la región ha representado una serie de beneficios tales como: la rapidez al realizar los trabajos, la reducción de la mano de obra y el incremento en la superficie que pueden cultivar. Sin embargo, también identifican algunas desventajas como son el aumento en los costos de producción y la eliminación de prácticas agroecológicas como la rotación de cultivos. La percepción de los informantes coincide con lo reportado por Palacios Rangel y Ocampo Ledesma (2012) con relación a las ventajas y desventajas de la mecanización en el sector agrícola de México.

Categoría 7. Comercialización

Los informantes expresaron que se enfrentan a dos grandes problemas, el primero está relacionado con el efecto negativo ocasionado por los intermediarios y las acopiadoras como únicos canales para vender su producto, y el segundo con los bajos ingresos que obtienen de la venta del frijol.

Desde la perspectiva de los productores, estos problemas se agudizaron en la región a partir de la eliminación de los precios de garantía de CONASUPO.

La cadena de valor del frijol mexicano padece el exceso de intermediarios, quienes regularmente cuentan con una capacidad organizativa y de capital mayor que los productores y tienden a esperar a que se venda el volumen de frijol subsidiado por el gobierno para posteriormente llegar al productor con precios no competitivos antes de que inicien los apoyos a la comercialización (Sangerman-Jarquín et al., 2010): “Yo vendo al coyotiaje, porque los centros de acopio piden muchos requisitos y quitan un porcentaje de merma y a nosotros eso no nos conviene. El coyote le paga a veces lo mismo que el centro de acopio y sin que le mermen; aparte ellos vienen hasta acá y pagan en efectivo (Inf-G1(55))”.

Por otro lado, en 2013, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) detectó efectos negativos en la comercialización del frijol por: la forma tradicional de vender el frijol a granel sin que este adquiera un valor agregado que beneficie al productor, la calidad del frijol de importación, y la presencia de intermediarios que tienden a especular con los precios.

Categoría 8. Organización para la producción

Con respecto al grado de organización, el 100 % de los informantes refieren que en la región no existe la costumbre de organizarse con otros miembros del ejido o de la comunidad para realizar los trabajos durante el año agrícola, y que esta ha sido la forma de trabajo durante generaciones.

El Censo Agropecuario reporta que, en Durango, del total de las unidades rurales de producción, solamente el 1,8 % trabajan de manera organizada a través de asociaciones de productores y el resto trabajan de manera individual (INEGI, 2007). Por otro lado, con respecto a la organización familiar, los informantes mencionan que, a partir de la mecanización de la agricultura, la mano de obra familiar fue disminuyendo.

Ahora bien, aunque actualmente los productores trabajan de forma individual, afirman que se verían beneficiados al organizarse, principalmente para lograr un mejor posicionamiento de sus productos en el mercado y el acceso a programas agropecuarios colectivos. Marioni et al. (2011) indican que los productores son conscientes de las ventajas que puede traer la organización productiva en la región norte-centro de México; sin embargo, la cultura individualista ha sido el factor que ha determinado este aspecto de la forma de vida.

Aquí no estamos organizados ni entre hermanos; hemos tenido malas experiencias que hacen que uno no se organice con los compañeros agricultores, porque a veces hemos buscado el bienestar de todos, pero siempre hay alguien que quiere acaparar o se quiere quedar con todo. Es diferente a lo de antes, donde los campesinos se juntaban y peleaban por las cosas justas. A mí ya no me tocó, pero a mi abuelito sí (Inf-G2(62)).

Categoría 9. Tradiciones

Para los productores de frijol de la región de Los Llanos, las tradiciones son un pilar fundamental en su forma de vida, puesto que los diferencian del resto de los miembros de la comunidad y son un puente que permite transmitir conocimiento, prácticas y creencias entre generaciones. Para los productores de la región es la fiesta a San Isidro Labrador, que se ha llevado a cabo durante décadas, puesto que, en palabras de ellos, en esta fecha encomiendan sus cosechas y piden bendiciones para que les vaya bien en el año, además, es una tradición que fortalece su identidad como campesinos.

Aquí para nosotros la tradición que hemos tenido siempre y que nos identifica como agricultores es la fiesta del 15 de mayo. Aquí lo que hacemos es que llevamos nuestra maquinaria, digamos, el tractor y la sembradora o un arado y la semilla que vamos a usar, eso lo llevamos a la iglesia para que se bendizca y después hacemos una peregrinación en el pueblo con las máquinas como un desfile (Inf-G1(50)).

Por otro lado, de acuerdo con el Sistema de Información Cultural (SIC) en México, la devoción a San Isidro Labrador tiene lugar en varios estados, entre los que se encuentra Durango, y es catalogada como una tradición religiosa propia de los agricultores (Secretaría de Cultura, 2018).

Categoría 10. Patrimonio

Los informantes indicaron que es necesario proteger y recuperar el patrimonio agrícola con el que cuentan en la región con el fin de que las generaciones futuras puedan seguir dedicándose a la agricultura si así lo desearen. Identificaron como patrimonio las variedades de semilla, la tierra, los conocimientos y también las tradiciones. Desde su perspectiva estos elementos deberían conservarse porque representan el legado y la historia de sus comunidades, así como su identidad: “Para mí lo más importante es conservar la tierra y las semillas de aquí de nosotros, aunque esas más bien ya es difícil encontrarlas, dándole uno un buen cuidado a esas dos puede uno seguir dedicándose a la agricultura, porque esas dos son la base (Inf-G1(57))”.

Codificación axial

La codificación axial, de acuerdo con Strauss y Corbin (2002), es el proceso en el cual relacionamos las categorías y subcategorías que fueron desarrolladas en la codificación abierta alrededor de una categoría central mediante el uso de esquemas explicativos o diagramas con el fin de plasmar el fenómeno que se está estudiando.

El diagrama derivado de la organización y análisis de las categorías se conforma de 10 categorías y 26 subcategorías, relacionadas con los elementos que favorecen y limitan la FVC de los productores de frijol de la región de Los llanos Durango (Figura 1).

A partir de los planteamientos de Strauss y Corbin (1998), y Creswell (2005), y considerando el diagrama de integración de categorías, se seleccionó la categoría denominada situación económica de los productores de frijol como categoría central, puesto que es la se relaciona con más categorías; y, aun cuando no forma parte de los arreglos tecnológicos y sociales, la situación económica actual de los productores se deriva de la interacción de los arreglos antes mencionados.

La producción de frijol en la región de Los Llanos Durango es un componente importante de la forma de vida en las comunidades, puesto que representa el sustento de un gran número de familias. Con el paso del tiempo los productores de frijol se han visto afectados por diferentes cambios políticos y sociales, que van desde la fundación, operación y disolución de las haciendas hasta la implementación del modelo económico actual conocido como neoliberalismo.

Figura 1
Esquema de análisis categorial
Esquema de análisis categorial

Anteriormente, la producción de frijol y toda la actividad económica de la región estuvo controlada por las haciendas, lo que mantenía a los campesinos en una condición de pobreza y de alta dependencia de estas. Esta situación, motivó a la formación de movimientos campesinos importantes que lograron resolver algunas demandas. Sin embargo, debido a la institucionalización del movimiento a partir de la creación de la Confederación Nacional Campesina (CNC), el movimiento, que podría haber proporcionado las bases para unas mejores condiciones de vida a los campesinos de la región, se fragmentó y perdió la fuerza e importancia política que había conseguido (León López, 1988), lo que dejó nuevamente a los campesinos de la región en una condición de vulnerabilidad y desorganización de la cual actualmente no han logrado recuperarse y que podría ser la causa de su estado actual.

La situación económica de los productores de frijol ha sido influida por distintos factores que han modificado tanto la estructura de las comunidades como también la forma de vida. Uno de los elementos de mayor influencia actualmente es la política agraria dictada por el neoliberalismo. Los campesinos de la región de Los Llanos se han visto forzados a competir en desventaja económica y de infraestructura con respecto a las condiciones actuales de los agricultores de EUA y Canadá, e intentan adaptarse a los cambios tecnológicos y económicos con el fin de continuar dedicándose a la producción de este grano básico.

Uno de los principales cambios en la política, que tuvo afectaciones negativas sobre la situación económica de los productores, fue la eliminación de CONASUPO, limitada drásticamente desde 1994 con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Para los productores esta paraestatal representaba un canal de comercialización seguro en cuanto a la recepción del grano y los precios de garantía. El acceso a mercados, elemento del arreglo social, se modificó, pues los canales de comercialización del frijol se vieron reducidos a intermediarios conocidos como “coyotes” y a acopiadoras de gobierno conocidas localmente como “compras”.

Sin embargo, estos canales de comercialización han derivado en una serie de problemas, como bajos precios de frijol, que impiden la capitalización de los campesinos. También provocan el abandono de la producción de frijol, y, en ocasiones, la migración, puesto que los ingresos no son suficientes para satisfacer las necesidades familiares. La falta de rentabilidad de este cultivo ha sido un elemento importante para que las nuevas generaciones decidieran no dedicarse más a la agricultura ocasionando por un lado cambios en la dinámica de las comunidades, y, por otro, lo que podría ser el regreso de latifundios.

Con la finalidad de reducir el impacto que la firma del TLCAN supondría para los pequeños productores, se crearon diversos subsidios, tales como el Programa de Apoyos Directos al Campo PROCAMPO, Alianza para el campo y otros, que desde su inicio han representado una fuente de financiamiento importante para la producción en la región de Los Llanos, aun cuando desde la perspectiva de los productores el monto es insuficiente.

Además de los subsidios, la producción de frijol se financia a través de créditos personales, remesas y otras actividades, puesto que los ingresos derivados de la venta del grano no permiten que esta actividad se autofinancie.

Otro condicionante de la economía de los productores son los riesgos ambientales, puesto que el éxito de la producción depende casi en su totalidad de la precipitación, al tratarse de cultivos de temporal.

Asimismo, en la búsqueda de un incremento en los rendimientos, y de atender la demanda de granos, con el paso del tiempo los campesinos de la región han optado por dejar de sembrar sus semillas criollas y emplean en cambio variedades mejoradas, que, si bien han resuelto algunos problemas de rendimiento o resistencia a plagas, no han resuelto el problema de los bajos ingresos. Este cambio de variedades ha propiciado el abandono de variedades locales de frijol, y generado una pérdida del patrimonio agrícola que formaba parte de la historia de las comunidades, de sus antepasados y de su cultura.

Si bien la producción de frijol no es rentable como actividad económica, los productores de la región la siguen llevando a cabo por motivos de identidad, tradición y responsabilidad con la sociedad. El motivo para dedicarse a la producción de frijol podría estar relacionado con la edad de los productores; mientras que para los productores de edades entre 61 a 80 años la producción de frijol se realiza por motivos de responsabilidad social, identidad y tradición, los productores más jóvenes ven a la agricultura como una actividad productiva tradicional de la región.

Lo anterior podría indicar que en la región de Los Llanos tiene lugar más de una FVC, ya que, en este caso, los productores tienen una forma particular de realizar sus actividades diarias, ya sean económicas, productivas o sociales, de resolver sus problemas y de relacionarse con los recursos naturales que los rodean según su edad.

Ahora bien, retomando el objetivo de este estudio, en esta región, la política agraria es el primer elemento que ha sido determinante en la persistencia de esta forma de vida, aunque ha tenido implicaciones un tanto negativas, puesto que supone una influencia externa sobre los productores y estos deben seguir las pautas establecidas por el gobierno, por ejemplo, con respecto a los precios del frijol. Mientras el estado Mexicano no realice una planeación y revisión de los acuerdos comerciales y las políticas que influyen sobre este, los productores difícilmente podrán capitalizarse.

Por otro lado, mientras no exista una política agraria integral que tome en cuenta que existen diferentes tipos de agricultores por sus condiciones socioeconómicas, el gobierno seguirá viéndose en la necesidad de proveer subsidios y apoyos compensatorios que no resuelven el problema central, que es la descapitalización y la dependencia de estos.

Con respecto a las técnicas, métodos de siembra y manejo de espacios correspondientes al arreglo tecnológico, la capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos y políticos que han mostrado los agricultores de Los Llanos a través de la historia –mediante la implementación de estrategias para incrementar la producción– podría indicar que esta FVC persistirá. Sin embargo, la persistencia no depende solo de la adopción de nuevas tecnologías o de la diversificación de en el uso de la parcela, sino también de la forma en que los problemas, oportunidades o situaciones son percibidas en este caso por los productores de frijol actuales y los potenciales.

Con relación a los elementos del arreglo social que han favorecido la persistencia de la FVC en la región, se encuentran la valoración de las tradiciones como patrimonio. Estas tradiciones representan un punto de unión entre las generaciones de agricultores y mantenerlas vivas es una forma de conservar la historia de las comunidades y la identidad de este grupo social, dado que se transmite a las nuevas generaciones el apego por esta actividad agrícola.

El patrimonio agrícola como parte del arreglo social se ha visto mermado por la sustitución de las semillas. No obstante, si bien el patrimonio ha mermado con la reducción de variedades de semillas y la pérdida de conocimientos, sin estos cambios la viabilidad y la persistencia de esta forma de vida sería aún más limitada.

La organización productiva como elemento del arreglo social es un factor que da una mayor oportunidad a la persistencia de la FVC, ya que, al crear redes de organización, los productores podrían acceder a beneficios que manera individual no han logrado. Sin embargo, se requiere un cambio con respecto a la desconfianza que los agricultores sienten entre ellos.

Delimitación teórica

La delimitación teórica se realizó agrupando las diez categorías derivadas de las entrevistas en profundidad realizadas a los 21 productores, distribuidos en los cinco municipios de la región de Los Llanos, tomando en cuenta las diversas relaciones presentadas en la etapa de codificación axial.

Las categorías motivos para producir frijol, patrimonio, tradiciones y organización productiva dieron lugar a una nueva categoría denominada identidad campesina, puesto que estos elementos, desde la perspectiva de los productores, son parte de su identidad y contribuyen a que esta FVC siga desarrollándose en la región.

De las relaciones existentes entre las categorías identificadas como política agraria, situación económica de los productores de frijol, problemas en la producción y comercialización se deriva la categoría nombrada limitaciones económico-políticas para la FVC, puesto que las categorías anteriores recogen la visión de los informantes con relación al problema económico derivado principalmente de la política agraria, mismo que, de no resolverse, pondría en riesgo la persistencia de la forma de vida de los productores de frijol.

Las categorías método de cultivo y variedades de semillas integran la nueva categoría denominada cambios técnicos del sistema productivo, que permite conocer, desde la perspectiva de los informantes, los aspectos relacionados con la transición técnica por la que han pasado los productores de frijol de la región y conocer cuáles han sido los impactos de los cambios realizados sobre su forma de vida.

De lo anterior se deriva el modelo de la Figura 2, que permite indicar las nuevas tres categorías resultantes de la delimitación teórica, que ayuda a comprender y explicar el fenómeno de la FVC contemporánea en Los Llanos, Durango; dos de ellas corresponden al arreglo social y la tercera al arreglo tecnológico.

Figura 2
Categorías emergentes derivadas de la reducción de las categorías originales
Categorías emergentes derivadas de la reducción de las categorías originales
Fuente: Elaboración propia

Conclusiones

La FVC en la región de Los Llanos es un fenómeno dinámico en el cual los productores de frijol se han adaptado durante generaciones a los cambios generados por el entorno político, económico y social en el que se desenvuelven, con el fin de mantener vigente esta actividad.

Desde la perspectiva de los informantes, la política agraria es un factor que ha puesto en riesgo la persistencia de la forma de vida de los productores de frijol, ya que, mientras no existieren acciones encaminadas a resolver los problemas comerciales, de descapitalización, infraestructura y capacitación adecuadas para este sector de la población, será cada vez más difícil que las nuevas generaciones decidan dedicarse a esta actividad, lo que tendrá un impacto en la estructura y dinámica de las comunidades, así como también en las tradiciones y el patrimonio agrícola.

Desde la perspectiva de los productores de frijol, la identidad y las tradiciones son elementos que han favorecido la persistencia de la FVC en la región; sin embargo, la falta de organización para la producción, los canales de comercialización actuales y la falta de atención del gobierno limitan o ponen en riesgo la viabilidad de esta forma de vida.

Con relación al patrimonio agrícola, que incluye diversidad de semillas, conocimientos y técnicas de cultivo, los informantes perciben que su patrimonio agrícola ha disminuido debido a la preferencia en las variedades de consumo, a los cambios en el método de cultivo y a la necesidad que tienen los productores por participar en el mercado del frijol. No obstante, entre los productores existe el interés por recuperar el patrimonio y buscar la valoración de este.

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Recepción: 05 Octubre 2021

Aprobación: 02 Enero 2022

Publicación: 07 Marzo 2022

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