Mundo Agrario, vol. 5 , nº 9, segundo semestre de 2004. ISSN 1515-5994
Universidad Nacional de La Plata.
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Centro de Estudios Histórico Rurales

Reseña/Review

Bendini, Mónica, Murmis, Miguel y Tsakoumagkos, Pedro (compiladores). El campo en la Sociología actual. Una perspectiva latinoamericana, Buenos Aires, La Colmena, 2003, 383 p.

Silvia B. Lázzaro

Universidad Nacional de La Plata / Universidad Nacional de Quilmes / CONICET.
slazzaro@unlp.edu.ar


El libro incluye aportes de índole teórico, metodológico y empírico de investigadores de la Carrera de posgrado en Sociología de la Agricultura Latinoamericana de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue, carrera cuya orientación se encuentra en las líneas de trabajo desarrolladas por el Grupo de Estudios Sociales Agrarios (GESA). 

Se parte de la constatación respecto al impacto que generan en la sociedad las nuevas variantes de la mundialización y del imperialismo, del que, obviamente, no queda exento el ámbito rural. Ello se evidencia en procesos tales como la subordinación de la producción a la dinámica del capital en los países centrales; la capitalización o desplazamiento de las unidades de producción existentes y del campesinado; la inconsistencia de la presencia estatal y de las organizaciones rurales tradicionales; el debilitamiento de lazos sociales previos; la  agresión al medio ambiente. El objetivo del libro apunta a enriquecer las anteriores imágenes generalizadas, a través del tratamiento de cuatro temáticas esenciales: el proceso de mundialización, el efecto del capital transnacional sobre los sujetos agrarios, las imágenes globales del agro latinoamericano y trascendentes elementos de crítica teórica, que también requieren reformulación y una más amplia problematización,  como el análisis de los lazos sociales, la cuestión del medio ambiente y el tema del funcionamiento de la democracia. El libro está estructurado en trece capítulos, donde queda de manifiesto la presencia de estos procesos enunciados a través de análisis específicos y diversos que dan cuenta de las tendencias generales, complejizándolas en todos los casos. 

El capítulo El agro regionaly los estudios sociales. Temáticas y reflexiones, cuyos autores son Mónica Bendini y  Pedro Tsakoumagkos,  se centra en el estudio de procesos agrarios regionales en dos ámbitos de la Patagonia argentina: la ganadería menor extensiva; y la agricultura de oasis bajo riego, de hecho la actividad más dinámica de la región, la fruticultura, ampliamente ligada al circuito transnacional. Para cada una de estas regiones, los autores realizan un prolijo análisis empírico, crítico y cuestionador de ambos escenarios productivos, de los sujetos sociales intervinientes en ambas actividades y de los procesos que se fueron generando y que derivaron en variaciones en las condiciones de pertenencia al proceso de  la reproducción social: uso de la tierra; heterogeneidad y organización social; cuestión ambiental; políticas relacionadas con la tierra y con el medioambiente, con impacto en las prácticas productivas y en la reconfiguración de los espacios; consolidación y dinámica de la agroindustria; y formas de resistencia. Todo ello en el marco de los procesos de globalización del capital y del consumo. En todos los casos, tal como lo afirman los autores, se partió de la crítica de imágenes preexistentes  para derivar en la  construcción de imágenes alternativas que contribuyan a problematizar, complejizar y generar un cuadro de heterogeneidades que permitan un acercamiento cada vez más preciso a los estudios agrarios y rurales. 

Miguel Murmis en su artículo Cuestión social y lazos sociales, incorpora un conjunto de aportes teóricos, iniciando el capítulo con un sugestivo interrogante: ¿"Vuelta al principio? ¿Vuelta a los principios?. El autor analiza los enfoques de la Sociología actual, sobre categorías y procesos que fueron objetos constantes de estudio por parte de esta disciplina: la cuestión social -abordada en su nivel conceptual y en su dimensión histórica-; los procesos relacionados con la ocupación, la pobreza, la marginalidad, las políticas públicas, los lazos sociales y las formas de sociabilidad y las estrategias de supervivencia. Todo el despliegue teórico realizado por Miguel Murmis apunta precisamente a re-evaluar cuáles son los contextos de sociabilidad, las redes, las organizaciones en que se encuentran situados, en distintos países y contextos, los afectados por la cuestión social. 

Alejandro Bonanno escribe sobre La globalización y la cuestión de la democracia. El punto de partida de este trabajo es el estudio de la relación entre globalización y democracia. Plantea la discusión acerca de la conceptualización y las prácticas de la democracia en la "sociedad pre-globalización o fordista", refiriéndose a aspectos tales como las condiciones socio-económicas del fordismo y las características de la democracia fordista. En este contexto las prácticas de la democracia fueron afectadas por las distintas fases del capitalismo; y por tanto el fordismo avanzado -el período de estabilidad y crecimiento socioeconómico posterior a la Segunda Guerra Mundial- produjo una forma de democracia que, por un lado, logra la pacificación y el control social, y por otro incrementa la participación política y la inclusión social. 

El nacimiento de la globalización marca el fin del fordismo avanzado y de su forma particular de democracia, a la vez que se inicia un proceso de redefinición de la democracia relacionado con los nuevos parámetros del desarrollo socioeconómico. En este marco, el autor se refiere al proceso de globalización y a las interpretaciones relativas a la nueva democracia. Marca las características básicas de aquel proceso: aumento de la flexibilidad del capital; crecimiento de las empresas transnacionales; declive del Estado social; fractura de la unidad espacio-temporal entre la política y la economía;  dinamización del Estado transnacional; y el fin de la política y la convergencia de la izquierda y la derecha. También acota las interpretaciones acerca de la nueva forma de democracia, destacando tres posiciones principales: Neoliberalismo, Modernización Reflexiva o Tercera Via y Teoría Crítica. Sobre la base del desarrollo conceptual anterior, el autor alerta sobre el riesgo de ubicar a la democracia en su dimensión estrictamente abstracta, convocando a apelar cada vez con mayor atención a su dimensión histórica, en tanto construcción social. Y en este contexto se instala la necesidad de apelar a una visión crítica que de relevancia al inconformismo y a los procesos persistentes de protesta. 

Pérez Carrera y Farha Quijano en El desarrollo rural en América Latina indagan sobre la realidad rural, enfatizando sobre varios aspectos fundantes. Analizan la población, en rápido proceso de urbanización y concentración en las grandes ciudades, pero a su vez reconociendo la existencia de vastos espacios vacíos y muy baja densidad  poblacional en zonas dispersas, lo que coadyuva más aún a generar un marcado desequilibrio en la distribución poblacional; lo que, de hecho, incide en sus posibilidades de desarrollo, en tanto se genera aislamiento geográfico y social, no compensado con la existencia de una infraestructura adecuada que supere la denominada distancia económica, cuyos indicadores son la densidad de la red de ferrocarriles y caminera y el porcentaje de carreteras pavimentadas. Es muy interesante la comparación que las autoras realizan entre los países de América Latina y los de la Unión Europea. También se refieren al peso significativo de la agricultura, destacando el proceso del desempleo, enunciando las transformaciones en el tipo de empleo, en la seguridad laboral, en las migraciones nacionales y transnacionales, etc. Destacan como una de las características sobresalientes, y a la vez preocupantes del sector rural latinoamericano, la creciente pobreza y la profundización de las desigualdades económicas y sociales, exhibiendo los dos elementos más contrastantes frente al tema de la pobreza en la región: las grandes diferencias de ingresos y la excesiva concentración de la tierra. Partiendo de la premisa de que no es posible seguir manejando la dicotomía entre lo urbano y lo rural, en tanto son muy fuertes las interrelaciones entre ambos espacios, las autoras derivan en la enumeración y análisis de las nuevas funciones asignadas al espacio rural, desde las teorías de la nueva ruralidad: equilibrio territorial para poder contrarrestar los efectos del despoblamiento rural frente a procesos tales como la concentración urbana, la violencia o los desastres naturales en los países de América Latina; el equilibrio ecológico y la producción de recursos y servicios ambientales; la producción de alimentos limpios u orgánicos; los usos agrarios no alimentarios; el establecimiento de agroindustrias  y empresas manufactureras; la generación de empleo no agrícola; el espacio para actividades de esparcimiento; y la reconstrucción cultural y del patrimonio histórico. Finalmente dejan planteadas algunas reflexiones sobre los retos y los límites que tiene América Latina para lograr un desarrollo rural adecuado, quedando de manifiesto la situación de subordinación de los países de América Latina respecto a los países centrales.  

Pedro Tsakoumagkos en el trabajo sobre Problemática ambiental y estudios sociales se orienta a repensar el acercamiento de los estudios ambientales, desde el punto de vista de la perspectiva analítica de las Ciencias Sociales. Parte de la categoría de desarrollo sustentable y se refiere a los principales cuestionamientos ambientalistas respecto a la concepción y definición del ingreso nacional, consignando sus ambigüedades más explícitas, que se constituyen en un obstáculo relevante a la hora de estudiar la contradicción factual del desarrollo: el deterioro, entendido en un sentido amplio, que abarque las nociones de disminución o empeoramiento (agotamiento, sobreexplotación, degradación, erosión, deforestación, depredación, polución) Se reconoce allí la verdadera problemática ambiental, articulada siempre con la conducta de sujetos sociales concretos. Los estudios ambientales aplicados a la actividad agropecuaria desde la perspectiva de las Ciencias Sociales -afirma el autor- abarcan aspectos relevantes tales como limitaciones de los precios de la tierra para expresar su deterioro; modalidades de la inversión de capital agrario con consecuencias ambientales indeseables; indagación sobre las motivaciones de diferentes tipos de productores agropecuarios respecto de sus prácticas productivas y, sobre todo, la aplicación a casos específicos del bagaje conceptual y empírico ya desarrollado por las distintas disciplinas dentro de las ciencias sociales, destacando como desafíos más relevantes la realización de los estudios de caso.  En este contexto, el autor realiza una invitación final: en tanto se trata de estudios sobre la problemática ambiental como una de las expresiones materiales de la conducta de sujetos sociales concretos, éstos estudios deberían ser pluridisciplinarios y transdisciplinarios, en tanto deben ser realizados comprometiendo tanto a las Ciencias Sociales como a las Ciencias Naturales. 

El artículo de Josefa S. B. Cavalcanti, El medioambiente como objeto de las ciencias sociales: análisis basado en los estudios de la globalización de los sistemas agroalimentarios, apunta al estudio de las relaciones entre agricultura y medio ambiente, en el marco de los estudios de la globalización de los sistemas agroalimentarios. En primera instancia se ocupa de marcar la importancia del tema del medio ambiente tanto en el marco del debate académico como en el político. El medio ambiente -sostiene la autora- se ha convertido en una cuestión polémica, en tanto se entrelaza con procesos tales como desarrollo económico y sustentabilidad ambiental; se ha erigido en un objeto de estudio para las Ciencias Sociales en tanto genera debates y polémicas que pasan, esencialmente, por la deconstrucción de la relación entre naturaleza y cultura. Y también están presentes los debates en torno a los modos cómo el objeto es aprehendido socialmente, cuestionando la separación entre naturaleza y sociedad y redefiniendo a la naturaleza como construcción social. 

La autora hace también referencia a los estudios de la globalización en los sistemas agroalimentarios, como ámbito especialmente indicado para considerar al medio ambiente como objeto de polémica. Y finalmente se refiere a las implicancias prácticas de la sustentabilidad ambiental del desarrollo, en tanto pasa a ser el puente que une el desarrollo económico con la protección ambiental, reconociendo siempre que las preocupaciones ambientales deben formar parte de las políticas económicas, las que a su vez han de generar consecuencias distributivas del desarrollo y el crecimiento. El desafío que se plantea -en un marco caracterizado por el atraso en la construcción de una propuesta innovadora, eficiente y equitativa- es avanzar en la destrucción de los obstáculos para comprender y explicar a las poblaciones, los medios apropiados para responder a las amenazas que ponen en peligro la búsqueda de modos de vida sustentables: deconstruír como punto de partida para lograr insertar al medio ambiente en el campo de las preocupaciones de la ciencia. 

Mario Lattuada en el trabajo Transformaciones institucionales en las corporaciones empresarias agrarias de fines del siglo XX. El caso de Federación Agraria Argentina, parte de la consideración de los cambios institucionales generados en las asociaciones gremiales del sector agropecuario argentino en la década de los 90, identificando dos tendencias en el proceso de transformación institucional. En este sentido, su primera hipótesis plantea la existencia de una tendencia hacia la dispersión en el ámbito de la representación de los intereses agrarios, proceso del que cabría esperar un sistema de representación más fragmentado que intensifique su perfil pluralista. La segunda de las hipótesis apunta hacia otra tendencia, opuesta a la anterior: la centralización o corporativización del sector agrario respecto a la representación de intereses específicos. 

El autor toma como objeto de estudio a la Federación Agraria Argentina, sobre la base de la consideración de los problemas a los que debió hacer frente la entidad en estos años. Y para circunscribir y analizar el escenario de dichas transformaciones, acude a las categoría de síndrome de marginalidad (reacción defensiva del sector frente a la pérdida de importancia estratégica de la agricultura y a la pérdida de poder e influencia de sus elites en los ámbitos políticos) y síndrome de competencia (originado ante el surgimiento de potenciales organizaciones emergentes). Ambas hipótesis -afirma Lattuada- se pueden sintetizar en la categoría de la dialéctica dispersión / concentración, la que es interferida por factores económicos, políticos, culturales e institucionales, que explicarían la configuración del sistema de representación y su funcionalidad. Sobre la base de estos fundamentos y apelando a un valioso y destacado análisis empírico, Lattuada analiza el caso de la Federación Agraria Argentina y sus estrategias para enfrentar los cambios, transformaciones y crisis que inciden en la dinámica de la entidad. Este proceso de transformación es lento, complejo, y ampliamente relevante, lo que hace que la estructura y función de los organismos rurales se encuentren en proceso de reingeniería institucional, en el escenario de la reestructuración global generada en el país y en el ámbito rural en particular.  

Sara M. Lara Flores y Hubert de Grammont, en el capítulo sobre Los efectos de las migraciones rurales internas en la conformación de los grupos domésticos, abordan el tema de los efectos de las migraciones rurales internas en la conformación de los grupos domésticos en México. Partiendo de la superación del marco analítico de la migración, basado en el patrón rural-urbano de reasentamiento definitivo en los lugares de destino, los autores plantean las modalidades contemporáneas de desplazamiento de carácter rural-rural, no necesariamente definitivos y sí articulados con el proceso de flexibilización de los grupos domésticos, en tanto son susceptibles de convertirse en puentes que aseguran la relación entre los que migran y los que no migran, así como entre los lugares de origen y de destino. En el desarrollo del trabajo se avanza sobre los procesos que estas migraciones generan al interior de los grupos domésticos, analizando los flujos de migración rural-rural que se dirigen hacia el noroeste de México (Sonora, Sinaloa, Baja California y Jalisco) a las cosechas de hortalizas.  

Resaltan los autores la importancia de diferenciar y complejizar las categorías de familia, hogar y grupo doméstico; erigiéndose la reproducción en el eje articulador de estos conceptos, entendida en sus tres dimensiones: biológica, cotidiana y social. La afinación tanto conceptual como analítica de estas categorías enriquece el abordaje del material empírico elaborado. En este contexto, y a partir del análisis realizado, cabe el desafío de reflexionar sobre los efectos de estas nuevas migraciones como expresiones de los procesos de flexibilización de los mercados laborales y de la gran movilidad, tanto de capitales como de la fuerza de trabajo. 

Josefa S.B. Calvancanti y Dalva M. da Mota,  abordan el tema de la Agricultura y  trabajadores rurales en Brasil. Analizan las nuevas configuraciones del trabajo y la reproducción social de los trabajadores en el ámbito rural. Abordan los procesos de modernización agrícola y de innovaciones en el ámbito tecnológico y del trabajo; la naturaleza, características y lógicas de los trabajadores rurales. Sobre la base del análisis empírico realizado, las autoras destacan dos ideas que consideran centrales: por un lado la multiplicidad de tendencias de las ocupaciones en la agricultura brasileña (disminución de puestos de trabajo, coexistencia de ocupaciones permanentes y temporarias; precarización de las relaciones de trabajo y de la remuneración, por ausencia, entre otras causales, de una organización sindical integral). Y por otro, el perfil de los trabajadores de la agricultura  en el actual contexto (trabajadores con bajo nivel de educación formal, escaso acceso a los servicios, informalidad en las relaciones de trabajo; aunque es de destacar que son éstos mismos trabajadores los que tienen más años de capacitación, ya sea por la socialización en unidades familiares o por la explotación del trabajo pago, lo que lleva a la composición de una fuerza de trabajo en que predomina la experiencia, que derivan en la complejización y modificaciones en las calificaciones y competencias). 

Gloria Cucullu y Miguel Murmis centran su estudio en la Pluriactividad y pluriinserción: un estudio exploratorio en el partido de Lobos, provincia de Bs. As. Partiendo de la existencia de distintas combinaciones en la región pampeana entre las actividades e ingresos agrarios con los no agrarios, los autores sitúan su estudio en el partido de Lobos, donde realizan una veintena de entrevistas, con el objeto de investigar las formas de inserción pluriactivas en la actividad productiva agropecuaria. Sobre esta base de indagación, presentan algunas características de los tres conjuntos que quedan definidos: los titulares personalmente pluriactivos; los titulares pluriactivos por conexión familiar o asociación y los agrarios exclusivos.  

Los autores trabajan con la categoría de pluriinserción, a la que consideran más amplia que la de pluriactividad, en tanto aquella cubre todos los casos que no implican una actividad distinta por parte del productor. Se analiza en qué medida los personalmente pluriactivos y los pluriinsertos por conexión familiar o por asociación, constituyen casos cuya articulación con lo productivo agrario es débil o fuerte. Señalan tres aspectos esenciales a destacar: la diversidad de ocupaciones externas a la explotación; el predominio de las situaciones de entrada al sector por parte de sujetos  con otras ocupaciones; y el hecho de que, aún dentro de ese predominio, existen una serie de puentes entre las actividades y las historias personales de quienes se incorporan a la producción agropecuaria desde afuera, y las actividades agrarias y el medio rural. 

Guillermo Neiman, en su artículo sobre La calidad como articulador de un nuevo espacio productivo y de organización del trabajo en la vitivinicultura mendocina, afirma que una nueva agricultura superadora del modelo productivista y responsable de la crisis social y ambiental en el campo, comienza a instalarse como modelo orientado hacia el logro de productos de calidad, en función de las exigencias crecientes de la demanda y con costos de producción más bajos. La calidad se puede convertir, entonces, en un nuevo eje ordenador de la organización social y productiva, como sucede con las uvas y vinos de calidad en Mendoza. La calidad se presenta como una respuesta de las empresas frente a las presiones de la distribución global, adoptando nuevos procesos técnicos que derivan en una mayor eficiencia productiva y en el logro de una posición de monopolio relativo en el mercado. 

Indaga la articulación que se genera entre los actores del sistema agroalimentario y los distintos eslabones en la cadena de alimentos: empresas productoras y distribuidoras; trabajadores y consumidores. Las transformaciones experimentadas durante los años 90 por la producción primaria e industrial de la vid en la provincia de Mendoza, emerge como un caso representativo del proceso anterior. La intensificación del vínculo con los mercados internacionales y un fuerte impacto de inversiones extranjeras desestructuran  el modelo histórico de organización social de la producción y establece las bases de uno nuevo,  cuya finalidad es la elaboración de vinos de calidad. El mismo está basado esencialmente en la inversión extranjera; las innovaciones tecnológicas; los mayores controles en el proceso de trabajo -con su doble expresión de conflicto y consenso-; la reorganización del espacio tradicional de integración agroindustrial, en función de nuevos condicionantes, tales como las nuevas tecnologías, la regulación de los rendimientos, las relaciones sociales, orientadas a generar una mayor racionalización del proceso de producción y del trabajo. La reestructuración en la producción de vides y vinos en Mendoza muestra, en efecto, las transformaciones productivas y sociolaborales que implica la implantación de un modelo basado en la calidad. 

El trabajo de Graciela Landriscini, Globalización y metamorfosis de la fruticultura del Alto Valle del río Negro, se orienta al estudio de las transformaciones experimentadas en el ámbito de empresas dedicadas a la fruticultura, en el contexto de la globalización, especialmente durante la década de los 90. La autora enfatiza sobre los temas relacionados con el territorio; la diversidad de los actores involucrados en esta actividad específica; la multidimensionalidad de la problemática del desarrollo rural, ligada a aspectos tales como la sustentabilidad y las relaciones sociales asimétricas, que derivan en la presencia simultánea de la concentración agroindustrial, las explotaciones de subsistencia, la marginalidad y la pobreza; la importancia creciente de actividades rurales no agrícolas; la demanda orientada hacia producciones diferenciadas y con mayor valor agregado que hacen que el centro de decisiones estratégicas transite desde el sector productivo al complejo industrial y la gran distribución; y por último, la naturaleza del cambio tecnológico y la producción de saberes y competencias. 

Sobre la base de este contexto, indaga el entramado entre empresas  y ambiente productivo en el ámbito de la fruticultura regional, al que define como el conjunto de relaciones tangibles e intangibles de las empresas con las demás unidades productivas e instituciones. En este sentido su objetivo es trascender el estudio de la empresa como unidad organizacional individual y derivar en el estudio de lo que denomina la atmósfera industrial. Ello conduce a la autora a abordar el análisis de la capacidad innovativa, la reorganización del proceso de trabajo, enfatizando el análisis de la relación entre territorio y empresa como unidad productiva en toda su complejidad.  

C. B. Flora y M. Bendini, en el artículo sobre Globalización en cadenas de valor agroalimentario, comparan el entrecruzamiento de relaciones entre el mercado, el Estado y la sociedad civil en un contexto de cambios, desde una organización social de la agricultura basada en la producción familiar, hacia otra con nítido predominio de la coordinación vertical. Para ello consideran dos sistemas productivos tradicionales: la producción porcina en Iowa y la fruticultura en el norte de la Patagonia. Esta comparación -afirman las autoras- permiten comprender las similitudes y/o diferencias entre la acumulación de capital en países centrales y periféricos. 

Parten de la hipótesis de que las corporaciones transnacionales, con el objeto de maximizar ganancias y garantizar la acumulación, persiguen el control absoluto dentro de la cadena de valor y la completa libertad fuera de la misma. Sin embargo, las interrelaciones entre mercado, Estado y sociedad civil pueden limitar y modificar esa conjunción de libertad y control en las cadenas de valor. Sobre esta base realizan un estudio comparativo entre los dos espacios mencionados y sus producciones, acotando aspectos tales como la relación entre la colonización y el papel del Estado en los modelos de acumulación; la inversión estatal y la dinámica de la mano de obra; los contratos laborales y los sistemas de intermediación, las prácticas de comercialización y el control de calidad, las respuestas frente al nuevo modelo de acumulación globalizado por parte de las organizaciones sociales y gremiales, y la problemática ambiental. A partir de los estudios comparativos de estas dos cadenas agroalimentarias, es que el trabajo exhibe las semejanzas y las diferencias de los procesos generados en Iowa y en la Patagonia. La semejanza básica que remarcan es la ya mencionada transformación desde una organización social de la agricultura basada en la producción familiar hacia otra cuya impronta está dada por la integración vertical. 

Esta obra colectiva conjuga, sin duda, rigor científico, actualización de la información, visiones críticas y complejas sobre temáticas generales, particularmente a través del estudio de casos y problemas específicos y, en general, claridad expositiva. Los diferentes procesos reseñados se presentan como relaciones complejas, cargadas de múltiples ambigüedades, que permiten un ejercicio intelectual orientado a percibir similitudes y diferencias. Además de los aportes empíricos y teóricos metodológicos, la investigación en su conjunto, deja planteado el desafío de dar respuestas a nuevas inquietudes y reflexiones sobre la problemática rural, a la vez que incentiva sobre la posibilidad de plantear nuevos interrogantes. En coincidencia con el señalamiento que realizan Mónica Bendini y Miguel Murmis en el Prefacio, es pertinente considerar a este libro como una obra de un conjunto de trabajadores intelectuales que quieren ir más allá de las visiones generales ya establecidas.

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