Mundo Agrario, vol. 7, nº 13, segundo semestre de 2006. ISSN 1515-5994
Universidad Nacional de La Plata.
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Centro de Estudios Histórico Rurales

Reseña/Review

Teruel, Ana A . 2005. Misiones, economía y sociedad. La frontera chaqueña del Noroeste Argentino en el siglo XIX. Bernal: Universidad Nacional de Quilmes. 152 p.

Ortelli, Sara

Instituto de Estudios Histórico Sociales. Universidad Nacional de Centro de la Provincia de Buenos Aires
CONICET
sarao227@yahoo.com


Misiones, economía y sociedad aborda el proceso de conformación de la frontera chaqueña de las provincias de Salta y Jujuy en el siglo XIX a través de las herramientas conceptuales y metodológicas propuestas por dos campos de análisis que en las últimas décadas han renovado y enriquecido de manera significativa nuestra comprensión de los procesos históricos: los estudios regionales y los de frontera, estos últimos en estrecha relación con las nuevas perspectivas planteadas por la historia de las sociedades indígenas. Ana Teruel concibe a la frontera como un espacio en el que se desarrollan relaciones interétnicas e intersociales entre dos o más sociedades, y conviven el conflicto y variadas formas de relación violenta, con la negociación, el comercio y el intercambio. A su vez, la entiende como un espacio regional, en el marco de la definición ya clásica acuñada por Eric Van Young (1987:257), quien define a la región como "una hipótesis a demostrar" a partir de la identificación de los elementos que le otorgan coherencia en un momento dado.

La primera parte del libro está organizada en función de dos variables: los hombres y las tierras. En estas páginas se recrea de manera minuciosa y con una fuerte apoyatura de datos cuantitativos, la dinámica demográfica y la evolución de la estructura de la población, como así también las características de la estructura agraria y del régimen de propiedad de la tierra. Esta reconstrucción se va entretejiendo con una serie de discusiones de aspectos cualitativos y teórico-metodológicos, que matizan y cuestionan ideas fuertemente arraigadas en la historiografía tradicional, mostrando la complejidad que caracterizaba a esta sociedad de frontera. Pueden mencionarse, por citar sólo un par de ejemplos, los breves pero sustanciosos párrafos dedicados a la categoría de etnogénesis o la discusión acerca de las complicaciones metodológicas que surgen a la hora de analizar los registros censales y establecer categorías étnicas, en un espacio fronterizo que poco tiene del esquematismo con el que regularmente ha sido caracterizado, sino que se define como multicultural y multiétnico. En efecto, esta frontera presenta una complejidad de actores sociales y sectores socio-étnicos.

De ese amplio abanico, la autora privilegia una mirada de los procesos desde las misiones franciscanas del Colegio de San Diego, con sede en la ciudad de Salta, que se asentaron a mediados del siglo XIX en el río Bermejo. Así, la segunda parte de la obra está dedicada a estas misiones, que son analizadas tanto desde el punto de vista de su funcionamiento interno, como de sus relaciones con otras unidades productivas y con los grupos indígenas. Teruel va mostrando las características de las relaciones desarrolladas entre los misioneros y el entorno de hacendados y colonos, y las establecidas con los indios reducidos y no reducidos.

La misión aparece como un espacio de negociación que, lejos de sostener a una población indígena sumisa y estable, debía hacer frente a grupos que pactaban alternativamente con misioneros, colonos y hacendados a partir de sus propios intereses, y tolerar la intensa movilidad que desplegaban en el territorio, la continuidad de prácticas ligadas al chamanismo y formas consuetudinarias de ejercer la justicia. En tal sentido, la labor evangelizadora y "civilizadora" de las misiones -en los términos que entendía estas cuestiones el discurso del poder- no parece haber sido exitosa. Por este camino, sería interesante explorar aún con mayor profundidad la manera en que el proyecto misional se combinó en este espacio con el proyecto político de los gobiernos provincial y nacional, y cómo evolucionó dicha relación. Por momentos, el texto parece plantear un antagonismo demasiado acentuado entre los representantes del poder político laico y los misioneros franciscanos, y se desdibuja que -en última instancia y más allá de la coyuntura liberal en la que se inserta este proceso y, por lo mismo, poco propicia para la comunidad de intereses entre ambas esferas del poder- las misiones no sólo constituyeron un proyecto económico y cultural, sino político.

Desde el punto de vista económico y productivo, las misiones no fueron autosuficientes, no lograron disciplinar a los indígenas ni canalizar a su favor su fuerza de trabajo, sino que beneficiaron a otros establecimientos. Sin embargo, eran percibidas por sus vecinos como una amenaza y un factor de competencia para el libre control de las tierras y de la mano de obra de los indígenas que pretendían ejercer los colonos y hacendados. La presencia de las misiones provocó frecuentes disputas y, si bien contaron con el apoyo inicial del estado, mantuvieron difíciles relaciones tanto con las autoridades provinciales como con los propietarios y colonos de la frontera, quienes tendieron a percibirlas cada vez más como obstáculos para el acceso a los recursos. En tal contexto, los misioneros franciscanos se constituyeron en defensores de los derechos indígenas a la tierra y en árbitros de las obligaciones y demandas laborales que sobre ellos pesaban. Sin embargo, el objetivo de integración de los indígenas a la sociedad de frontera que perseguían los misioneros fue cumplido, finalmente, a través del trabajo en las plantaciones de caña de azúcar y las misiones desempeñaron el papel de proveedoras de brazos para centros azucareros y estancias. Este era un problema de larga data que, como bien señala Teruel, se remontaba a la época colonial,(1) y que en el periodo analizado en este libro se vio facilitado porque coincidió con la modernización de los ingenios, que determinó un incremento de la demanda de mano de obra.

Aunque las principales preocupaciones de Teruel giran en torno al análisis de los procesos económicos y sociales involucrados en la conformación regional de esta frontera -que se fue construyendo históricamente a partir de la frontera colonial de la Intendencia de Salta del Tucumán- el estudio está inserto en la problemática política que la definió como frontera interna del Estado nacional y provincial, denominación otorgada a partir del siglo XVIII y, fundamentalmente, en el XIX, a los espacios que lindaban con los territorios controlados por los indígenas no reducidos. Una vez concluido el movimiento de independencia, la vinculación con el mercado mundial y el triunfo de políticas librecambistas suscitaron demandas y requerimientos que atrajeron la atención de los gobiernos criollos y de las elites dominantes sobre los territorios indios. A partir de ahí, la cuestión de las fronteras interiores y la relación con los indígenas se tornó un problema apremiante y se generaron proyectos y empresas de expansión que fueron colocando a esas tierras bajo la égida de los nuevos estados. Como señala la autora, en el caso de la frontera chaqueña del Noroeste "el último golpe al dominio indígena coincide, y no por casualidad, con la conformación del Estado nacional. Así como se hacía necesario incorporar estos espacios a un mercado nacional, también era necesario homogeneizar, con el fin de crear la nación, borrar al otro cultural por asimilación o por exterminio" (p.128).

La integración al Estado nacional ubicó a esta región entre una producción destinada al mantenimiento de circuitos económicos tradicionales vinculados con el ganado y el intento de integrarse a los nuevos proyectos económicos nacionales, con la producción azucarera, que era protegida para proveer al mercado interno. Teruel pone énfasis en el problema de la articulación de las políticas nacionales y provinciales, bajo el predominio de las segundas y avanza sobre el tema del papel que jugaron las elites provinciales y, específicamente, las vinculadas a una región de frontera, situación que determinaba ventajas y beneficios para algunos grupos. El proceso de construcción regional se va articulando, así, en el contexto de conformación del Estado y del intenso juego de intereses que desplegaron las elites provinciales del noroeste argentino. Es preciso notar que la promoción y proyección de los sectores vinculados a las fronteras interiores hacia la política nacional, también aparece en el caso de la otra frontera interna de Argentina, la frontera pampeana.

Misiones, economía y sociedad es un aporte valioso en varios sentidos. En principio, contribuye al conocimiento de una región poco visitada por los historiadores: no hay muchos trabajos sobre el Chaco en general y son escasas las investigaciones sistemáticas acerca de la porción que linda con el Noroeste argentino. Al mismo tiempo, representa un importante esfuerzo por dotar de historicidad a un espacio que muy a menudo aparece como estático, atemporal y homogéneo. En este aspecto, se destaca la experiencia de la autora, que se ha aproximado al estudio de esta región en varios momentos, lo que le permite transitar con solidez desde la época colonial hasta el siglo XX. Así, aunque el libro profundiza, fundamentalmente, los procesos de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, el análisis se remonta a los tiempos borbónicos.

El estudio se inscribe en los análisis de los procesos de poblamiento y colonización de regiones que han sido percibidas como marginales desde el centro del poder y que son comunes a otros casos hispanoamericanos coloniales y decimonónicos. La incorporación de variables relacionadas con la organización y articulación del espacio y las características del poblamiento -en detrimento del énfasis puesto tradicionalmente en los aspectos políticos y jurídicos- facilita la incorporación de los procesos de colonización decimonónicos en un contexto de larga duración.(2) Esta aproximación permite a Teruel aprehender la complejidad de las variables que intervienen en su caso de estudio y superar los límites determinados por la fragmentación que presentan muchas investigaciones.(3)
Teruel logra comprobar su hipótesis, y frontera chaqueña del Noroeste argentino se va construyendo como región a partir de la interacción de variables económicas, sociales y políticas que le van otorgando identidad. En este sentido, el libro es un sólido ejemplo de los alcances de la aproximación regional, que permite iluminar aquellos intersticios difíciles de contemplar por los análisis más generales.(4) Finalmente, Misiones, economía y sociedad no sólo muestra los resultados de largos años de investigación realizada en archivos diversos, sino que logra conjugar el andamiaje teórico con la indagación empírica y constituye, al mismo tiempo, una suerte de derrotero de los problemas metodológicos que debió afrontar la autora y de los límites y posibilidades de las fuentes utilizadas a la hora de reconstruir este proceso histórico.

Notas

(1) Algunos de estos aspectos han sido tratados en Teruel, 1994.

(2) Aboites (1996:15-27) establece precisiones conceptuales entre poblamiento y colonización, y define al primero como un proceso de movimiento, establecimiento y organización espontánea de población, y a la colonización como la elaboración de un proyecto destinado a generar la movilización y establecimiento inducido de población, en función de determinadas necesidades, ya sea por parte del Estado o de empresas privadas. A este respecto, véase también Cramaussel, 2006:356.

(3) Una crítica pertinente a estos enfoques, a propósito de otro espacio fronterizo hispanoamericano, en Cramaussel, 2006: 28

(4) Véase el análisis de Susana Bandieri (2005).

Bibliografía

ABOITES AGUILAR, Luis. 1996. Norte Precario. Poblamiento y colonización en México (1760-1940). México: El Colegio de México; CIESAS.

BANDIERI, Susana. 2005. "La posibilidad operativa de la construcción histórica regional o cómo contribuir a una historia nacional más complejizada". En: FERNÁNDEZ, Sandra; Gabriela DALLA CORTE. Lugares para la Historia. Espacio , historia regional e historia local en los estudios contemporáneos. Rosario: Universidad Nacional de Rosario Editora. p. 91-117.

CRAMAUSSEL, Chantal. 2006. Poblar la frontera. La provincia de Santa Bárbara en Nueva Vizcaya durante los siglos XVI y XVII. Zamora: El Colegio de Michoacán.

TERUEL, Ana. 1994. "Zenta y San Ignacio de los Tobas. El trabajo en dos misiones del Chaco occidental a fines de la colonia". Anuario IEHS . Número 9. Tandil. p. 227-252.

VAN YOUNG, Eric. 1987. "Haciendo historia regional. Consideraciones metodológicas y teóricas". Anuario IEHS. Número 2. Tandil.

Fecha de recibido: 15 de febrero de 2007.
Fecha de publicado:
25 de abril de 2007.

Esta obra está bajo licencia
Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Argentina