Mundo Agrario, vol. 8, nº 15, segundo semestre de 2007. ISSN 1515-5994
Universidad Nacional de La Plata.
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Centro de Estudios Histórico Rurales

Reseña/Review

Martha Ruffini. 2007. La pervivencia de la República posible en los territorios nacionales. Poder y ciudadanía en Río Negro. Buenos Aires: Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes. Colección Convergencia. 275 p.

Girbal, Noemí

Universidad Nacional de Quilmes
Centro de Estudios Histórico Rurales / UNLP
CONICET
ngirbal@unq.edu.ar


Presentación del libro el 7 de noviembre de 2007

Para quien dirige -como ocurre con mi caso- una Colección Editorial de una universidad pública argentina de prestigio, como lo es la Universidad Nacional de Quilmes, siempre es una gran satisfacción ver un producto intelectual acabado y de calidad. Lo es más si esa Colección ha decidido tener el nombre propio de Convergencia y hacer honor a él a través del pluralismo de ideas, planteos, perspectivas y disciplinas en el campo de las Ciencias Sociales y las Humanidades, que sus libros publicados reflejan. Pero, además, esta presentación tiene un significado especial; la autora ha sido mi alumna en la Universidad Nacional de La Plata donde yo misma me formara, y hoy es una joven colega académica y personalmente prestigiosa, reconocida, dedicada a los estudios históricos patagónicos con perfil socio político.

La suma de estos logros me genera -y así lo quiero transmitir- una profunda satisfacción y un sano orgullo, por el desempeño de quien insertándose en un medio distante al de su formación, ha logrado con esfuerzo, inteligencia y mucha constancia y empeño, dedicarse a una pasión que ambas compartimos y que nos permite ganarnos la vida: la historia argentina.

Ser parte de una misma Historia da sentido de pertenencia, sentido de identidad.(1) En un país de casi 3 millones de kilómetros cuadrados, forjado social y políticamente asociado a la inmigración, con crisis cíclicas y rupturas institucionales frecuentes, esa cuestión asume un papel sustantivo a la hora de hablar del poder y de la ciudadanía, aunque -como lo hace esta obra- haga referencia a un  estudio de caso en el marco del espacio patagónico.

Historia, Memoria, Olvido, forman parte de las representaciones del pasado y cobran hoy una renovada importancia, en una perspectiva comparada, porque la Memoria es un objeto histórico. Pierre Norá habla de "los lugares de Memoria" (no los físicos sino los espacios de reflexión), mientras Henri Ruso la asocia a la noción de trauma, usando categorías del psicoanálisis. Lo cierto es que cualquiera sea la interpretación, la Memoria (individual o colectiva) se inscribe en un pasado coherente y le atribuye un sentido a los hechos del pretérito. Se está en presencia de una forma de construir poder y forjar ciudadanía. Este parece ser el camino elegido por Martha Ruffini para dirimir los espacios de poder entre la Nación y las provincias, la organización política del territorio, el comportamiento de los habitantes en tanto su sentido más o menos arraigado de ciudadanos de una Nación (aunque habiten un espacio alejado de donde se suelen tomar las decisiones políticas), y también esa trayectoria se ha seguido para discernir teórica y empíricamente las relaciones entre el Estado, el gobierno y la sociedad, con la intención manifiesta de conocer y explicar la gestación de la ciudadanía como parte de la participación y la representación política hacia los principios del siglo XX. Río Negro es el escenario menor donde se desplazan -no sin dificultades- estos actores, que con destreza histórica, la autora del libro trasciende.

El interés por la reflexión epistemológica asume en la historia como disciplina un valor creciente, especialmente en relación con la necesidad de desmitificar las certidumbres consagradas. Es imposible creer que los hechos se imponen por sí mismos, que las verdades de la historia son eternas, porque la historia siempre es escrita por historiadores inmersos en un tiempo y un medio que influyen en las explicaciones del objeto conocido que él nos proporciona. Las representaciones del pasado se hacen siempre desde el presente y el complejo y multifacético tema del poder y la ciudadanía que aquí se abordan con perspectiva histórica, asume en la Argentina de hoy un rasgo singular y una importancia significativa. Debiera promover la reflexión de la discutida clase dirigente argentina y también del ciudadano a la hora de ejercer sus libertades republicanas y el derecho electoral, que Juan Bautista Alberdi pensara para la República posible . Pero también desde el punto de vista estrictamente académico este libro se convierte en un aporte valioso para la nueva historiografía política, por sus interpretaciones y por las fuentes primarias que le dan sustento.

La jerarquía científica de la historia se relaciona con su función social -y por supuesto, también política- porque se vincula estrechamente con el fundamento de la identidad nacional, del espíritu crítico y de la ciudadanía, que -según Antoine Prost- sólo se puede construir a  partir de un " régimen de verdad ", no exento de opinión.

Si desde los años de 1970 la " verdad absoluta " es puesta en cuestión y desde entonces no han sido pocas las críticas recibidas, esta obra se convierte en un desafío al momento de pensar el alcance que el tema central adquiere para estos espacios territoriales que durante largo tiempo dependieron del gobierno federal.

La mayoría de los historiadores, hoy no cree en las grandes interpretaciones y juzgan imposibles las síntesis ilusorias que ponen en peligro una historia comprensiva. Hoy se acepta la pluralidad de interrogantes, la diversidad metodológica y la variedad de fuentes, es decir, se acepta un mosaico de verdades que no son necesariamente complementarias y acumulativas.(2) No es extraño entonces que Historia y Política renueven un contacto genuino que les es propio y que reconoce lejanas raíces. Por otra parte, no es difícil comprender que a través de la Memoria Colectiva -y también del olvido- es posible hacer un uso determinado del pasado.(3) La Memoria no es recuerdo (lo vivido directamente) es la presencia del pasado en el presente, mediante la transmisión; no es ajena entonces a los portadores (K. Pomian) y en este sentido lo que este libro pone en tensión permanente es la categoría de habitante y ciudadano, que en el fondo es un debate acerca de la plenitud del ejercicio de los derechos civiles y políticos de los pobladores de las apartadas regiones patagónicas.

Para la autora, la pregunta es cuánto de nominales son esos ciudadanos, durante el período 1872-1949. Una de las claves abordadas, aunque no la única, es el pasaje jurisdiccional de territorio nacional a provincia. La dinámica del Estado Nacional se despliega a lo largo de las páginas de esta obra y lo hace a través de sus instituciones, pero también de sus actores de carne y hueso, así como el juego que ellos despliegan para construir el poder local, más o menos vinculado o mimetizado con el federal, que termina por fracturar el ejercicio de las libertades republicanas.  Más allá de definir -como precisa Martha Ruffini- si se está en presencia de un Republicanismo tutelado, lo cierto es que los conflictos no deseados por el Estado nacional, existieron y resultaron la expresión de una disputa por el espacio ganado al indígena a fines del siglo XIX, que los habitantes de estos territorios nacionales transformaron en el escenario para convertirse en ciudadanos legítimos y plenos, en el contexto del control social ejercido por los sectores dirigentes del país.

La Memoria Colectiva (es abstracción) como la Identidad ofrecen dificultades para ser definidas, aunque hoy exista una coyuntura favorable a la Memoria, que hereda el interés de los años de 1980 por la Memoria Paradigmática, cuando los pasados traumáticos plantean "la imposibilidad del olvido" .  Lo cierto es que la Identidad -a la cual también refiere este libro- no es simple ni espontánea, se construye permanentemente; vale decir, es una construcción histórica y por esas razones hay acontecimientos del pasado que se comprenden progresivamente. Aquí no sólo es objeto de estudio su constitución, sino su evolución y su fragmentación, así puede leerse en esta obra. 

Cuando se advierte la caída de los grandes paradigmas, la desaparición de las referencias magistrales y la puesta en cuestión de los modelos únicos en las Ciencias Sociales y las Humanidades,(4) la incertidumbre se convierte en el elemento común. Hoy se habla de "la crisis del futuro" (K. Pomián), de "crisis de las utopías" y frente a estos presagios la historia que Martha Ruffini aborda, es sin dudas un aporte al avance de la disciplina y también una puesta al día de temas precisos acerca de las formas en que se construye el poder y se lo ejerce.

En estas páginas se evocan algunos de los problemas de Memoria e Historia, jaqueadas ambas por la incertidumbre. La Memoria, en tanto elemento fundamental de la Identidad (de las identidades sociales grupales y también de la identidad nacional), también ha hecho a ésta incierta. La propuesta de la autora es crear algunas certidumbres y lo logra. Un propósito valioso en si mismo por su significado y por su aporte a la Construcción Social y a la Construcción Histórica .

Hay una Política de la Memoria, como hecho simbólico; es decir, una dimensión política de la memoria que no sólo pertenece a los gobiernos, sino a la Iglesia, a los partidos políticos, a las instituciones, a los intelectuales. Hay una utilización de la Memoria para forjar una construcción del pasado, porque la continuidad es un aspecto central de toda política . La Memoria Nacional, como política propone una interpretación del pasado ; la de la autora de este libro apela a la puesta en debate de la pervivencia de la República posible.

La Memoria también se inscribe en el espacio . Hay, en consecuencia, estratos de Memoria y también en este sentido, la autora elige aquel que menos atención ha recibido de parte de la historiografía argentina y el que, además, ostenta la singularidad de haber sido durante parte importante de su historia, un territorio nacional, marginal y lejano del epicentro de las decisiones.

Otro tema difícil para el reconocimiento de la Nación es el de las víctimas (con un objetivo reparador). Tanto de las guerras como de las dictaduras. El planteo es ¿quiénes son víctimas? ¿hasta dónde llega el principio de inclusión? Y también desde esta perspectiva el escenario elegido por Ruffini para el análisis histórico es singular; si se recuerda que fuera éste uno de los escenarios donde el avance militar dejara sin participación posible a la población indígena. La presencia de monumentos da muestras de la presencia del pasado y la ausencia de ellos también indica olvidos de partes de ese pasado. Por estas razones puede afirmarse que la Memoria es un debate abierto. A él se suma este estudio de historia política y también social, que procura recrear procesos pretéritos que eviten generar una Memoria Mutilada, es decir, aquélla que omite aspectos esenciales del pasado de la Nación.

Memoria y Olvido son inseparables. Están en lucha. No hay una victoria total de la Memoria, pero tampoco el Olvido se puede imponer. LaMemoria ejemplar recupera del pasado las bases fundamentales de la Nación y se olvidan los hechos fragmentados que no hacen a la Identidad Nacional ; pero también hay una política deliberada de olvido.

La Historia se ajusta al presente y en este aspecto no sólo hay usos de la memoria, también hay usos del olvido. También es posible hablar de un "Olvido elegido", el que hacen los mismos protagonistas de pasados que son traumáticos. Es lo que Martha Ruffini procura descartar con su análisis; sabiendo que la Memoria no es un hecho automático.  Memoria y Olvido -que se expresan a través de la Historia - no son terrenos neutrales, sirven para legitimar la identidad colectiva y la autora de este libro, en tanto historiadora, ejerce ese principio con toda idoneidad.

¿Cuál es hoy la función de la Historia ? En medio de la incertidumbre, contribuir a la construcción de certezas . Los libros, como el que hoy se presenta aquí, pueden ayudar a destruir o afianzar una conciencia histórica. Afortunadamente, en este caso, la opción ha sido la de afianzar la memoria colectiva, más allá de los mitos y a pesar de las paradojas de nuestra historia. Memoria e Identidad se relacionan con los imaginarios colectivos . A través de éstos hay una nueva manera de entender la política, el poder, la ciudadanía, la República.

En síntesis,

- El pasado no es una realidad inmutable.
- Las representaciones del pasado no son arbitrarias, son tributarias del presente.
- Hay usos y abusos de la Memoria, deformaciones y manipulación del pasado.
- La Memoria Social es en parte un proceso guiado y en parte espontáneo.
- Memoria-Olvido, son inseparables.
- La Memoria Pública es un patrimonio común de Memorias y Olvidos. Es un universo en sí misma.

Desde este lugar entonces, es posible afirmar que la historia teje con el relato y los datos de la realidad, una trama, una cadena; pasando de una estructura argumentativa a otra, recurriendo a todos los métodos posibles, para distinguir mitos y realidades, lo simbólico y lo fáctico de algunos perfiles del pasado de los argentinos.(5) Este libro se suma desde su hipótesis central, al debate de la relación entre la historia y la política, y lo hace mirando al interior de la República posible y recorriendo dos ejes sustantivos: el poder y la ciudadanía, que en muchos aspectos, es aún una asignatura pendiente para los argentinos.

Notas

(1) Para ampliar reflexiones entre memoria y conocimiento histórico: Josefina Cuesta Bustillo (editora) 1998. Memoria e Historia. Madrid: Marcial Pons.

(2) Jacques Revel. 1995. "Micro-análisis y construcción de lo social". Anuario IEHS. Número 10. p. 125- 143. Un estudio más exhaustivo de la temática en Jacques Revel (dir.) 1996. Jeux d´échelles. La micro-analyse à l´expérience . Paris: Hautes Études. Gallimard/Senil.

(3) Sciences Humaines 100. 1999. "Le renouveau des sciences humaines", París Décembre. p. 58-60.

(4) Sciences Humaines 100. 1999. "Le renouveau des sciences humaines", París Décembre.

(5) AAVV. 1999. Entre el pasado y el presente. Historia y memoria . Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.

Fecha de recibido: 16 de noviembre de 2007.
Fecha de publicado:
31 de diciembre de 2007.

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