Mundo Agrario, vol. 10, nº 19, segundo semestre de 2009. ISSN 1515-5994
Universidad Nacional de La Plata.
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Centro de Estudios Histórico Rurales

Artículo/Article

Los radicalizados del sector rural. Los dirigentes del Movimiento Agrario Misionero y Montoneros (1971-1976)

Laura Graciela Rodríguez

Universidad Nacional de La Plata
Universidad Nacional de General Sarmiento-CONICET
laura.rodrig@speedy.com.ar

The radicalizados of the rural sector. The leaders of the Movimiento Agrario Misionero and Montoneros (1971-1976)

Resumen
En este artículo analizaremos la trayectoria de un grupo de agricultores que fundó en el interior de la provincia de Misiones el Movimiento Agrario Misionero (MAM). Al principio, igual que en las demás provincias del Nordeste, los agricultores participaron juntos en las movilizaciones de protesta y fueron apoyados por el obispo católico del lugar. Los dirigentes se vincularon tempranamente con los líderes de la Tendencia de nivel nacional -creada por Montoneros- y de la capital provincial, y construyeron un discurso adonde afirmaban que el MAM debía representar, tanto a los medianos y pequeños propietarios como a la "clase trabajadora" del sector rural, lo que generó un creciente malestar entre sus filas. Con la llegada del peronismo al poder, se abrió otra etapa adonde quedaron expuestas las diferencias al interior del Movimiento.
En 1974 se produjeron dos grandes rupturas: a principios de ese año, un grupo de agricultores formó la Asociación Misionera de Agricultores (AMA) y a mediados, otro sector decidió expulsar a los agricultores que integraban la conducción del MAM. Los expulsados formaron las Ligas Agrarias Misioneras (LAM) y en el medio de la escalada de la violencia armada y el pase a la clandestinidad de Montoneros, crearon junto a los dirigentes capitalinos, el Partido Descamisado primero y el Partido Auténtico después. Participaron de las elecciones de abril de 1975, ganaron dos bancas y en la Cámara Legislativa siguieron defendiendo los intereses de los "obreros rurales" y la instauración de la "patria socialista". Esta historia se vio violentamente interrumpida con la llegada del golpe militar del 24 de marzo de 1976, cuando los militantes del MAM, las LAM y del Partido Auténtico fueron el blanco de la represión en la provincia, aunque ésta se había iniciado unos meses antes.
Pretendemos mostrar, a partir del microanálisis, cómo se fue organizando y consolidando desde 1972, este grupo de militantes locales provenientes de la capital provincial y del interior, que pretendió encuadrar al MAM en la Tendencia y fue perdiendo apoyos avanzada la década. Aún después de la expulsión, veremos de qué manera continuaron considerándose la "vanguardia" de los "agricultores" y de la "clase trabajadora rural". Todo esto en un clima adonde la cúpula de Montoneros ordenaba el pase a la clandestinidad y privilegiaba la lucha armada. En suma, trataremos de rescatar la complejidad que envolvió a estos grupos y que fue característica de esos años.

Palabras clave: Agricultores; Peronismo; Montoneros; Asociación.

Abstract
In this article we will analyze the trajectory of a group of agriculturists who founded inside the province of Misiones the Movimiento Agrario Misionero (MAM ). Just as in the other provinces of the Northeast, the agriculturists participated together in the mobilizations of protest and were supported by the catholic bishop of the place. The leaders tied early to the leaders of the Tendencia of national level and the provincial capital and constructed a speech where they as much affirmed that the MAM had to represent, to the middle and small proprietors like and the "working-class" of the rural sector, which generated an increasing malaise. With the arrival of the peronismo to the government, another stage was opened where they were exposed the differences to the interior of the Movement.
In 1974 two great ruptures happen: at the beginning of that year, a group of agriculturists formed the Asociación Misionera de Agricultores (AMA) and after, another sector decided to expel the agriculturists who integrated the conduction of the MAM. The expelled ones formed Ligas Agrarias Misioneras (LAM) and in means of the scaling of the armed violence and goes to the clandestinely of Montoneros, created the Partido Descamisado the first and Partido Auténtico later. They participated in the elections of April of 1975, they gained two charges in the Legislative, and they continued defending the interests of the "rural workers" and the restoration of the "patria socialista ". This history violently saw interrupted with the arrival of the military coup of the 24 of March of 1976, when the militants of the MAM, LAM and of the Partido Auténtico they were the center of the repression in the province.
We try to show, from the microanalysis, how one went organizing and consolidating from 1972, this group of originating local militants of the provincial capital and the interior, that it tried to fit to the MAM in the Tendencia and was losing supports. Still after the expulsion, we will see how they continued considering the "vanguard" of the "agriculturists" and of the "rural working-class". All this in a climate where the cupola of Montoneros ordered goes to the clandestinely and privileged the armed warfare. In sum, we will try to rescue the complexity that surrounded these groups and that were characteristic of those years.

Keywords: Farmers; Peronism; Montoneros; Association.


1. Introducción(*)

Las décadas de 1960 y 1970 estuvieron caracterizadas por una serie de acontecimientos que repercutieron en la práctica política de buena parte de los jóvenes del mundo occidental. La revolución cubana, las luchas de liberación de los países del llamado Tercer Mundo, ciertas acciones y declaraciones de un sector de la Iglesia Católica, el mayo francés, entre otros, los afectaron decisivamente (Hobsbawn, 1995). En la Argentina, miles de "jóvenes" - definidos como grupo social y no por pertenencia a una franja etaria (Bourdieu, 1997)- fueron influidos por este contexto más general, al que se le sumaron otras particularidades de la historia política local. Hechos como la proscripción del peronismo desde 1955, la acción de grupos católicos tercermundistas y la crudeza con la que el general Juan Carlos Onganía, al mando del quinto golpe militar, organizó una represión sistemática, hizo que la protesta masiva conocida como el "Cordobazo" en 1969 marcara un punto de inflexión en este proceso (Portantiero, 1977; O´Donnell, 1982; De Riz, 1987; Cavarozzi, 1992; Brennan, 1996; Tortti, 1999; Gordillo, 2005).

Al calor de este contexto, individuos y organizaciones de todo tipo comenzaron a sumarse a movilizaciones masivas que pedían, entre otras cosas, por el fin del gobierno militar y la apertura democrática. Simultáneamente, una porción de la juventud que vivía mayoritariamente en los centros urbanos se radicalizó, es decir, creyó que era legítimo hacer uso de las armas para presionar al poder político - y eventualmente conquistarlo-, conformando diversos grupos armados y políticos que buscaban la instauración de la "patria socialista" y/o cambiar la sociedad en un sentido "revolucionario". Estas nociones eran cambiantes y tenían distintos sentidos para los actores a medida que se sucedían los hechos de la vida política (Vezzetti, 2009). Asimismo, cientos de jóvenes se "hicieron" peronistas creyendo que era un movimiento "revolucionario" (Waldmann, 1983; Svampa y Martuccelli, 1997; Sigal y Verón, 1988; James, 1990; Altamirano, 1996).

Entre las organizaciones que surgieron en esos años se destacó la peronista Montoneros, que hizo su primera aparición pública el 29 de mayo de 1970 con el secuestro y asesinato del general Pedro Eugenio Aramburu, ex presidente de la República y uno de los líderes del golpe militar que depuso al presidente Juan Domingo Perón en 1955 (Gillespie, 1997). A partir del año 1972 los jefes montoneros consolidaron una línea política formando un conjunto de organizaciones "de base o superficie" - también conocidas como la "Tendencia Revolucionaria" o "Tendencia"- entre las que se encontraban la Unión de Estudiantes Secundarios (UES); la Juventud Universitaria Peronista (JUP); la Juventud Trabajadora Peronista (JTP); la Agrupación Evita (AE) y la Juventud Peronista de las Regionales (JP). De esa manera, Montoneros se auto proclamó una organización político- militar.

La pregunta que nos interesa plantear aquí es qué pasó con este proceso de radicalización en provincias que tenían en esos años a buena parte de la población viviendo en zonas rurales. En la década de 1960, los sectores rurales también se vieron afectados por las políticas económicas implementadas bajo la presidencia de Onganía. Provincias enteras del interior -Tucumán, Chaco, Misiones, entre otras - se habían visto seriamente perjudicadas al suprimirse las protecciones tradicionales. Consecuencia directa, en la región del Nordeste, a principios de 1970 se fueron formando asociaciones de agricultores en las provincias del Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones que tuvieron un apoyo decisivo de algunos miembros de la Iglesia Católica (Rozé, 1992). Sus representantes se declararon "apolíticos" y protagonizaron manifestaciones multitudinarias de protesta que en más de una ocasión fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad.

En este artículo analizaremos la trayectoria de un grupo de agricultores que fundó en el interior de la provincia de Misiones el Movimiento Agrario Misionero (MAM). Al principio, igual que en las demás provincias del Nordeste, los agricultores participaron juntos en las movilizaciones de protesta y fueron apoyados por el obispo católico del lugar. Los dirigentes se vincularon tempranamente a los líderes de la Tendencia de nivel nacional y de la capital provincial y construyeron un discurso adonde afirmaban que el MAM debía representar, tanto a los medianos y pequeños propietarios como a la "clase trabajadora" del sector rural, lo que generó un creciente malestar entre sus filas. Con la llegada del peronismo al poder, se abrió otra etapa adonde quedaron expuestas las diferencias al interior del Movimiento. En 1974 se produjeron dos grandes rupturas: a principios de ese año, un grupo de agricultores formó la Asociación Misionera de Agricultores (AMA) y a mediados, otro sector decidió expulsar a los agricultores que integraban la conducción del MAM. Los expulsados formaron las Ligas Agrarias Misioneras (LAM) y en el medio de la escalada de la violencia armada y el pase a la clandestinidad de Montoneros, crearon junto a los dirigentes capitalinos, el Partido Descamisado primero y el Partido Auténtico después. Participaron de las elecciones de abril de 1975, ganaron dos bancas y en la Cámara Legislativa siguieron defendiendo los intereses de los "obreros rurales" y la instauración de la "patria socialista". Esta historia se vio violentamente interrumpida con la llegada del golpe militar del 24 de marzo de 1976, cuando los militantes del MAM, las LAM y del Partido Auténtico fueron el blanco de la represión en la provincia, aunque ésta se había iniciado unos meses antes.

Ahora bien, existe una serie de investigaciones sobre el Movimiento Agrario Misionero (MAM) que desarrolla la historia de la organización centrada en el ámbito rural y que no ha visto el proceso abierto después de la formación de las LAM, el papel de las mujeres y el trabajo de los diputados en la Cámara Legislativa (Bartolomé, 1982; Montiel, 2000; Hendel, 2007; Galafassi, 2008). De igual forma, ha interpretado que los dirigentes Montoneros de los grandes centros urbanos enviaron especialmente a personas "extra provinciales y extra agrarias" para ocupar la conducción y dirigir la política del MAM. Los misioneros los habrían rechazado por temor a la violencia armada (Ferrara, 1973; Medina, 1996).

En este sentido, la historia del MAM que se ha escrito hasta la fecha, ha sido, según la expresión de Raúl Fradkin y Jorge Gelman (2004) para la historiografía del siglo XIX, "demasiado rural". Estos especialistas han señalado que el análisis histórico no puede dejar de articular e integrar la historia rural con la urbana y los procesos locales con los provinciales y nacionales. Por otra parte, adoptaremos la perspectiva teórica y metodológica del microanálisis (Bragoni, 2004) que hace foco en los actores y evita tomar al MAM como un sujeto homogéneo y autónomo. Desde esta mirada, estudiaremos cómo los distintos actores fueron configurando un movimiento que asumió distintas características avanzada la década y en el cual las mujeres jugaron un rol relevante que el enfoque tradicional ha invisibilizado.

En base a lo dicho hasta aquí, pretendemos mostrar cómo se fue organizando y consolidando desde 1972, un grupo de militantes locales provenientes de la capital provincial y del interior, que pretendió encuadrar al MAM en la Tendencia y fue perdiendo apoyos avanzada la década. Aún después de la expulsión, veremos de qué manera continuaron considerándose la "vanguardia" de los "agricultores" y de la "clase trabajadora rural". Todo esto en un clima adonde la cúpula de Montoneros ordenaba el pase a la clandestinidad y privilegiaba la lucha armada. En suma, trataremos de rescatar la complejidad que envolvió a estos grupos y que fue característica de esos años.

Para elaborar este artículo analizamos un conjunto variado de fuente escritas y orales: los periódicos Amanecer Agrario (en adelante AA) y Sapukay de Liberación; el diario de la capital provincial, El Territorio (en adelante ET ); el diario nacional Clarín; la revista de Montoneros Apuntes del Peronismo Auténtico; y la totalidad de los Diarios de Sesiones de la Legislatura provincial correspondientes al año 1975. Asimismo, recurrimos a entrevistas de historia oral realizadas para nuestra tesis de Maestría.(1) Este trabajo consta de siete apartados que plantean los siguientes temas: los orígenes católicos del MAM, la defensa de los agricultores y de los obreros rurales, los contactos con los integrantes de la Juventud Peronista de las regionales, el rol de las mujeres en el conflicto, la ruptura y la formación de las LAM, la creación del PA y la labor de los dos diputados en la Cámara Legislativa.

2. Los orígenes católicos del Movimiento Agrario Misionero (MAM)

La provincia de Misiones tenía 442.659 habitantes según el censo Nacional de Población y Viviendas de 1970, presentaba una distribución espacial muy desequilibrada y un bajo índice de urbanización, con prácticamente más de la mitad de población residente en el medio rural o en asentamientos menores de 2.000 habitantes (Jaume y González Villar, 1990). En el contexto nacional argentino constituía un área subdesarrollada, productora de bienes primarios, con muy poca industrialización y cuya actividad económica se asentaba fundamentalmente sobre el sector agrario. La provincia se caracterizaba por haber tenido un proceso de colonización (1880- 1940) que facilitó el acceso a la tierra, tanto fiscal como privada.

El tipo social agrario que se sumó mayoritariamente al MAM era el del "colono": pequeño y mediano propietario agrícola de 25 a 50 has aproximadamente, en general de sexo masculino y que se reconocía como integrante de una clase media rural. Los colonos misioneros eran productores que combinaban mano de obra familiar y asalariada, cuya ideología de trabajo se ajustaba al molde de la explotación agrícola familiar, es decir, buscaban minimizar el componente "salarios" en su combinación de factores (Bartolomé, 1982).

El "obrero rural" estaba vinculado a las agroindustrias que mayoritariamente procesaban la yerba, el té, el tabaco, el tung y la soja, y que definían el perfil industrial de la provincia. En un segundo lugar de importancia estaban los aserraderos y en tercer término se encontraban las industrias que producían pulpa y papel (Jaume y González Villar, 1990). Dentro del primer conjunto, la mayor parte de las agroindustrias se concentraban en la elaboración de yerba mate y té y estaban ubicadas en las zonas centro y sur de la provincia. Los aserraderos estaban localizados sobre la Ruta Nacional Nro. 12 principalmente y se limitaban a un proceso muy precario de industrialización de la madera (descortezado, canteado y aserrado). Los establecimientos dedicados a la industrialización de pasta celulósica estaban en la costa del Alto Paraná y eran dos, "Celulosa Puerto Piray" y "Papel Misionero", que había comenzado a funcionar en diciembre de 1975. Las ramas de yerba, té y maderas representaban el 68,7% de los puestos de trabajo y constituían el 52,5% de las unidades productivas (Idem).

En la década de 1960, en la provincia se inició una nueva etapa de sobreproducción yerbatera, a la cual se le agregó el aumento del costo de vida y el deterioro de los precios de los otros productos como el té, el tung y el tabaco siendo los pequeños y medianos productores los más afectados. A pesar de la crisis, Misiones todavía mantenía el peso de la explotación agrícola familiar en su estructura agraria. Hacia 1969 el 95,6% de las explotaciones agropecuarias provinciales estaba compuesto por explotaciones de hasta 99 has (Schiavoni, 1996). Todas estas circunstancias hicieron que los productores reaccionaran contra estas profundas transformaciones, donde se ponía en juego su existencia misma como sector. En un contexto de alta conflictividad social y de movilización general (Tortti, 1999), se formó la primera Liga Agraria de la región del Nordeste, en la provincia del Chaco. Con el correr de los años se sumarían los productores de cinco provincias primero, y luego de tres más (Rozé, 1992).

Antes de la formación del MAM o de las Ligas Agrarias en las otras provincias del Nordeste, existían organizaciones católicas que estaban trabajando con los agricultores de la zona desde los años de 1960. El Movimiento Rural Cristiano (en adelante MRC) nació a fines de 1950 como rama especializada de la Acción Católica Argentina. Hacia 1966 el Movimiento estaba extendido en diversas zonas del país, editaba su periódico mensual y disponía de un instituto de capacitación, el "San Pablo" ubicado en la localidad de Capitán Sarmiento, provincia de Buenos Aires. Allí se daban cursos de tres meses de duración y se mantenía a un Equipo Nacional consistente en ocho miembros denominados "permanentes" porque estaban rentados (Ferrara, 1973). El MRC participaba en una organización internacional, el MIJARC (Movimiento Internacional de la Juventud Agraria y Rural Católica). En 1968 la Iglesia latinoamericana había dado a conocer el documento de la Segunda Conferencia en Medellín que legitimaba -según una de las interpretaciones de la época - la acción revolucionaria en los países del Tercer Mundo. Estas ideas católicas influyeron decisivamente sobre ciertos jóvenes y contribuyeron a su radicalización (Gillespie, 1997; Obregón, 2005). Producto de este clima de ideas, un documento confeccionado para la conferencia del MIJARC en Chile (noviembre de 1972) contemplaba la necesidad de incorporar a las mujeres a la "lucha revolucionaria" (citado en Ferrara, 1973:103).

Los principales organizadores del MAM se formaron leyendo este tipo de materiales y fueron sustentados económicamente durante los primeros años por el MRC. Juan era un dirigente de la zona centro de la provincia y en esos años se sentía mucho más identificado con el MRC que con algún partido político. Si bien la iglesia católica tenía bastante influencia en los sectores rurales, en un lugar como Misiones, donde había varias colectividades de inmigrantes conviviendo y que practicaban distintos cultos, la militancia de los ruralistas debía atender a esta diversidad étnica. De acuerdo a su testimonio, Juan trabajaba con los colonos para tratar de: "hacerles participar más de la Iglesia, de hacer que se vinculen más entre sí, por el aislamiento que había, los distintos problemas de raza que había, que el negro que no se junta con el rubio, que el polaco no se junta con el alemán, o sea un poco buscando con eso integrar a la gente en algo" (Entrevista con la autora, octubre de 1998). Otra de las cuestiones que debían atender estaba relacionada con la pobreza: "en ese tiempo había gente que no tenía ni siquiera baños, letrinas, entonces la preocupación era que la gente aprenda a usar eso" (Idem). Sumado a esto, los colonos tenían pocas posibilidades de acceder a los niveles de escolarización básica, y la mayoría de los varones y mujeres tenía la primaria incompleta.

Respecto a la vida de la mujer en Misiones, Juan y su esposa, Susana, tenían una mirada crítica sobre lo que ocurría. Susana era oriunda de otra provincia y conoció a Juan cursando en Capitán Sarmiento. Llegó a Misiones a casarse con Juan y a trabajar en el periódico del MAM como secretaria general. Tanto Juan que era misionero, como Susana describían las condiciones en las que vivía la mujer misionera como particularmente duras. Juan contaba que en la provincia de Susana los hombres trabajaban mucho en la chacra y estaban mejor repartidas las tareas, pero "acá la mujer hace todo: con seis o siete hijos se levanta, prepara el mate, prepara el desayuno, ordeña la vaca, trata a los chanchos. Después de que el marido se va desayuna, lava las cosas, se va al rosado, trabaja, viene, cocina. La mujer acá hace el trabajo de tres" (Idem). Susana también veía que las mujeres en Misiones "eran todas sumisas al mango y no había diferencias entre las polacas, las ucranianas, alemanas". Según Susana, esta supuesta pasividad había impedido que ellas participaran más en el Movimiento.

De los militantes del MRC surgió la idea de formar un gremio con los agricultores. Fue así que con el aval del obispo de Posadas, Jorge Kemerer y el ejemplo del Chaco, "se empezó a caminar por las zonas donde había delegados del MRC". Según Juan, las dificultades que tuvieron estaban en que los colonos no se querían juntar con gente de "distinta raza" ni "religión". Sumado a esto, en las zonas rurales se presentaba como excusa para no participar lo ocurrido en marzo de 1936, conocido como la "masacre de Oberá". La masacre se inscribió en la serie de represiones violentas a los trabajadores que se sucedieron en esos años en todo el país. La protesta fue organizada por colonos tabacaleros, mujeres, hombres y niños de origen polaco y ruso principalmente. Como en otros casos, la policía actuó defendiendo los intereses empresariales, hubo asesinatos, heridos y violaciones a mujeres y el caso nunca se investigó. Buena parte de los lugareños había conservado la memoria sobre la masacre y muchos esgrimían ese acontecimiento para evitar participar o adherir a posiciones de militancia más comprometida.

A mediados de 1971 Juan, Susana, Pedro y otro grupo de colonos crearon el Movimiento Agrario Misionero (MAM) que pretendía ser un organismo que se dedicara a representar los intereses del sector, manteniéndose alejado de los partidos políticos. El Movimiento estuvo organizado y apoyado mayoritariamente por los agricultores yerbateros y tealeros que constituían la clase media rural en la zona centro. En teoría, las reivindicaciones del MAM se centrarían exclusivamente en la esfera de la comercialización y del control sobre la distribución del producto agrícola. De manera similar a lo que ocurría en las demás provincias del Nordeste, el MAM organizó durante 1971 y 1973 las más grandes movilizaciones de toda la provincia que llegaron a convocar entre 4 mil y 4.500 agricultores y agricultoras en concentraciones, paros y cortes de ruta con "piquetes y miguelitos".

3. La dirigencia del MAM y la defensa de los obreros rurales

Existía dentro del MAM un grupo de los fundadores que terminaría encuadrándose en las organizaciones armadas y de base de la agrupación Montoneros. Ellos tenían cargos en la Comisión Coordinadora Central (CCC) y eran los agricultores Pedro Peczak, Anselmo Hippler, Juan Carlos Berent y Estela Urdaniz. El grupo se completaba con Susana Benedetti (esposa de Juan), responsable del periódico Amanecer Agrario; un católico de origen francés, Michel Guilbard; el universitario oriundo de Buenos Aires, Pablo Fernández Long y el cura católico José Czerepak. Urdániz había sido periodista en Buenos Aires, militante del MRC y del Peronismo de Base. Fernández Long era el hijo del ex decano de la UBA, Hilario Fernández Long y se encontraba estudiando sociología en esa misma universidad. Había viajado a la provincia para participar de las huelgas del té que se hicieron en el verano de 1972 y luego se estableció en Oberá para trabajar como asesor del MAM. Urdániz y Fernández Long eran los más nuevos del grupo, y se decía de ellos que eran cuadros de Montoneros que habían sido enviados especialmente.

La CCC era elegida de la siguiente manera: cada núcleo de base o colonia debía contar con un mínimo de veinte y un máximo de cien miembros. Los delegados se nombraban si la colonia llegaba al número de cien. Dichos delegados integraban la Asamblea General, que estatutariamente era el máximo organismo de decisión, allí se elegían anualmente los diez miembros de la Comisión Central (Bartolomé, 1982). Como veremos más adelante, cuando los integrantes de esta CCC comenzaron a tener problemas con el resto de los colonos, hicieron una intensa campaña junto a las mujeres, para conseguir la incorporación de nuevos y estratégicos delegados.

En la primera quincena de junio de 1972 comenzó a publicarse el periódico Amanecer Agrario. Era quincenal, tenía 10 páginas y una tirada de 8.000 ejemplares. Los miembros de la Comisión Coordinadora Central participaban en todos los números y a medida que se sucedían los hechos políticos, el periódico iba acentuando una línea política más ligada al peronismo de izquierda y al catolicismo más crítico. Distintos investigadores coinciden en señalar que el periódico tenía una perspectiva ideológica "notablemente más radical que la mayoría de los colonos, lo que no tardaría en provocar el descontento de los sectores más moderados y menos politizados" (Bartolomé, 1982:41). En 1973, Ferrara aseguraba que "una observación que surge de la lectura de la colección del periódico es que muchas veces el tono, el lenguaje y el enfoque de diversos temas revela rasgos culturales ajenos a la experiencia y al patrimonio del campesinado" (Ferrara, 1973:329).

A este malestar que sentían los lectores por el "lenguaje" utilizado, se le sumaba el rechazo hacia las alianzas que se estaban realizando y que explícita o implícitamente se comunicaban a través del periódico. Por un lado, la que se estableció con los trabajadores rurales nucleados en la Federación Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (FATRE) y por el otro, la efectuada con referentes del peronismo de izquierda.

En el primer número del MAM se publicó una nota llamada "El colono y el obrero" adonde se planteó la necesidad de reflexionar "sobre cuál debe ser la relación entre nosotros, colonos, y los asalariados de nuestro medio rural, los obreros", ya que "cada precio que mejoramos, cada victoria, debe ser para todos los que nos rodean y principalmente para aquellos que, por una de las tantas injusticias que sufrimos, no pueden ser dueños de su trabajo: los obreros rurales (...) tenemos que conocer esas leyes (...) para que cumplan su verdadero fin" (AA, primera quincena, junio 1972, p. 6). En la editorial del segundo número del periódico, se sostenía que el MAM era una institución gremial "cuya finalidad, para tranquilidad de todos los asociados, no tiene ninguna vinculación con sectores de partidos políticos, pues nuestro quehacer es netamente gremial y no partidario" (AA, junio 1972, p. 3).

En el tercer número Peczak admitía que tenían un trato fluido con los trabajadores rurales nucleados y sostenía que las conversaciones estaban "destinadas a evitar los problemas entre los obreros y colonos, fortaleciendo así a ambos gremios en su lucha contra los explotadores" (AA, julio de 1972, p. 2). Siguiendo este razonamiento, las grandes instituciones yerbateras eran el principal blanco de las acusaciones por parte de los redactores del periódico, en tanto perjudicaban a unos y otros. En los números de julio de 1972, por ejemplo, el Centro Agrario Yerbatero Argentino (CAYA), era acusado de haber respondido siempre "a los intereses de los industriales, que también tienen chacra", y de la Asociación Rural Yerbatera Argentina (ARYA) decían que "estos últimos años había pasado a ser dirigida por hombres que respondían a los intereses de Molinos Río de la Plata" (AA, Segunda quincena de julio de 1972, p. 4). Paralelamente a estas declaraciones, se producían las movilizaciones masivas de los agricultores. Con la noticia de que el presidente de facto, el general Agustín Lanusse, había accedido a llamar a elecciones para 1973, el panorama comenzó a cambiar.

4. Los dirigentes y la Juventud Peronista

Después de su primera aparición pública en 1970 con el asesinato de Aramburu, los responsables de Montoneros, apoyados por Perón, organizaron la Juventud Peronista. Perón había nombrado a Francisco Licastro y a Rodolfo Galimberti - quien luego se hizo montonero- como representantes juveniles en el Consejo Superior del Movimiento Justicialista Nacional. La pro montonera JP "de las regionales" fue creada a mediados de 1972 y en los últimos meses esta juventud se había convertido en protagonista indiscutible de la campaña electoral peronista (Gillespie, 1997). En Misiones, Rodolfo Galimberti eligió a fines de 1972 al maestro de escuela Juan Figueredo como delegado electoral de la JP Regional IV. Figueredo quedaba habilitado para designar delegados juveniles en las distintas seccionales electorales de la provincia y a "velar por el cumplimiento de que un 25% de las representaciones a cargos electivos corresponda a la juventud partidaria" (ET, 15 diciembre 1972, p. 4). Figueredo pasó a integrar el "Comando Electoral del Frejuli de Capital". Mantuvo contactos fluidos con los dirigentes del MAM, especialmente con Pedro y Juan, que culminarían con el armado del Partido Auténtico en 1975.
En una entrevista, Juan contó que con Pedro integraban la Juventud Peronista de Figueredo, que conformaban un grupo independiente del MAM y que en el año 1973 habían "aprovechado" para "hacer campaña" en el periódico y fuera de él. Inclusive, dijo, habían pensado crear las ACP (Agrupaciones Campesinas Peronistas). (Entrevista con la autora, noviembre 1998).

En la provincia de Misiones ganaron las elecciones de 1973 los candidatos a gobernador y vice afines a la Tendencia, Juan Manuel Irrazábal y César Ayrault del Frejuli. Lo hicieron con el 60,1% de los votos contra el 39,9% de la UCR, en una campaña que estuvo teñida de enfrentamientos y denuncias de amenazas de muerte. Según Irrazábal, éstas venían de los "traidores al Movimiento Peronista".(2) Durante su breve gestión, los militantes de la UES y la JUP se dedicaban a realizar "actividades de ayuda escolar" que contaban con el apoyo del ministro de educación de la nación, Jorge Taiana. A través del diario se avisaba que todos los alumnos secundarios que debían rendir exámenes, serían preparados gratuitamente por los integrantes de dichas organizaciones.(3)
Paralelamente, los miembros de la conducción del MAM no disimularon su simpatía por el gobierno, lo que provocaba, como dijimos, un descontento mayor entre otros agricultores. A un mes de las elecciones, la Comisión Central publicó en el periódico un documento llamado: "Declaración del MAM sobre las soluciones concretas que los agricultores y todo el pueblo necesitan, para poner fin a la explotación del hombre por el hombre y construir una sociedad justa y una patria independiente", que reproducía las palabras y el tono de las declaraciones del peronismo montonero de la época. Para ese mes, Perón echó a Galimberti de la JP, después de que éste le solicitara la creación de una "milicia popular".

Para esa época se desató un importante conflicto con la Cooperativa Agrícola de Campo Viera ubicada en la zona centro de la provincia. Los dirigentes optaron por ponerse en contra de los agricultores propietarios y aliarse al reclamo que hacían los obreros rurales nucleados en FATRE. Según el francés Michel, integrante de la CCC, este hecho agudizó el enfrentamiento al interior del MAM. Para él, el problema era que un número importante de colonos era "antiperonista" y "antiobrero" y rechazaba la idea de vincularse con los trabajadores, a quienes tildaba negativamente de "peronistas":

"La gente nos reprochaba, la gente no podía entender, la gente reprochaba que se esté defendiendo igual a los obreros. La experiencia histórica que tenía la gente era que el peronismo había defendido a los obreros en contra los colonos y todo eso, porque hubo que pagar los sueldos por la cosecha de tung. No te olvides que el té se cosechaba a mano, entonces la gente tenía muchos peones y había que pagarles según las leyes peronistas. En la gente había un sentimiento antiperonista y antiobrero fuertísimo y el hecho de que se los defendiera por igual les caía muy mal. [Los agricultores decían] éstos son peronistas, éstos ya no están a favor nuestro". (Entrevista con la autora, noviembre 1998).

En esos meses, un grupo de colonos les pidió a los de la CCC que echaran del MAM a los dos integrantes extra provinciales, Pablo Fernández Long y Estela Urdaniz, porque los identificaban como los únicos culpables de la radicalización. El grupo de la Comisión se negó a la solicitud, explicando que si los dejaban volver a Buenos Aires los iban a matar porque estaban "fichados" por la policía.
En septiembre de 1973 se realizaron las segundas elecciones presidenciales que consagraron a Juan Domingo Perón como presidente y a María Estela Martínez de Perón, su esposa, como vicepresidente. El 30 de noviembre de ese año se produjo, según las declaraciones oficiales, un "desperfecto mecánico" en el vuelo que produjo las muertes del gobernador Irrazábal, el vice Ayrault, sus respectivas esposas, una hija del gobernador y el piloto. El día anterior el gobernador había compartido "una larga mesa con estudiantes secundarios en una confitería céntrica" vinculados a la UES. El gobernador y sus colaboradores habían ido a encontrarse con el ministro de bienestar social, José López Rega, jefe de la organización paraestatal "Triple A" (Alianza Anticomunista Argentina) responsable de cientos de asesinatos a militantes opositores.(4). Investigadores y voces de la época sugirieron que el hecho fue un atentado.(5). En el funeral de Irrazábal hubo banderas que decían "Montoneros", "Juventud Peronista", y "Perón, Evita, la Patria Socialista". (ET, 3 de diciembre de 1973, p. 4).

5. La voz de las mujeres en Amanecer Agrario

Influidos por la doctrina de la iglesia, los dirigentes habían incluido una columna dedicada a la mujer que aparecía en todos los números. Se llamaba "La Mujer Rural Misionera Tiene la Palabra" y era prácticamente el único espacio adonde escribían ellas. Varios de los artículos eran de Estela Urdaniz y Susana Benedetti. Al igual que en el resto del periódico, todos tenían una fuerte influencia católica.
Hemos señalado en otro trabajo que los discursos oscilaban entre dos posturas: una que proponía la igualdad de la mujer con el varón en el marco de la familia, sin cuestionar la división sexual del trabajo; y otra que reproducía el discurso del feminismo de izquierda que vinculaba la opresión patriarcal con el capitalismo (Rodríguez, 2008). Por otro lado, la voz de las mujeres se mantuvo mayoritariamente ligada al desarrollo del conflicto que estaban sosteniendo los dirigentes con el resto de los agricultores.
De manera similar a lo que ocurría en los centros urbanos y en las otras organizaciones agrarias, en la Comisión Coordinadora Central (CCC) del MAM había una sola mujer (Estela) y los delegados de los núcleos de base eran prácticamente todos varones. A medida que el conflicto se agudizaba, la participación de las mujeres en los núcleos de base era muy importante para llegar al máximo de socios y poder llevar un delegado a la Asamblea. En este sentido, las redactoras estaban preocupadas, tanto por estimular y promover a las mujeres en puestos de decisión, como por tenerlas de aliadas políticas. En ocasiones hacían hincapié en que debían acompañar a sus maridos, presuponiendo que sumaban un voto más, y en otras las increpaban para que lograran independizarse de los hombres que, según sus cálculos, se habían transformado en opositores a la conducción.
Desde el primer número las escritoras instaban a las lectoras a participar de la columna con sus opiniones "para saber qué piensan". Hacían preguntas tales como "¿qué opinan de ésta carta compañeras?"; "¿creen que ésta señora tiene razón?"; "¿se sienten conformes con su manera de vivir? Si-o-No. ¿Por qué?". Sin embargo, las columnistas no obtenían la repercusión esperada. En agosto de 1972, "Susi" les decía:

"Queridas amigas: Todavía no podemos decir que estamos conformes con las respuestas que hemos tenido a nuestras preguntas de AMANECER AGRARIO N° 2. ¿Qué pasa? ¿Será posible que debamos ir 'achicando' nuestro espacio especial? (...) No puede haber mujeres que se crucen de brazos resignadamente, esperando que sean los hombres que 'armen el mundo' para ellas porque entonces no estamos cumpliendo con nuestro deber (varones y mujeres) cual es la de trabajar para construir un mundo donde termine la explotación del hombre por el hombre". (Susi. AA, agosto de 1972, primera quincena, Año 1, N° 5, p. 5).

Poco después Susi afirmaba que era "tristísimo ver chicas o muchachos en las colonias que por medio al que dirán no se reúnen a conversar". Esos jóvenes tal vez tenían "ideas formidables para ir cambiando sus comunidades o perfeccionándolas". El "complemento mujer- varón" no sólo era "para dar hijos al mundo sino para construirlo juntos y cambiar lo malo de la sociedad" (Susi. AA, septiembre de 1972, segunda quincena, Año 1, N° 7, p. 5).
Una vez que el peronismo asumió el poder, las redactoras empezaron a criticar abiertamente a las mujeres que no iban a las reuniones. En ese contexto, consideraban que la participación de las agricultoras resultaba clave para evitar que los núcleos de base fueran cooptados por los agricultores opositores, como finalmente ocurrió.
Susana interpretaba que los hombres que les impedían ir a las reuniones eran los mismos que hablaban mal de la Comisión Central. "Debemos explicarles", decía, "a los que se oponen, ya sea padres, hermanos o marido, que somos tan responsables como ellos". Al mismo tiempo las acusaba de ser "tan flojas de no saber enfrentar la situación y hacernos valer como personas que somos". Finalizaba con un mensaje dirigido a ellos: "Varones, no crean que si aflojan su machismo, van a dejar de ser hombres como lo son". (Berent, Susana Benedetti de. AA, julio de 1973, primera quincena, Año 1, N° 15, p. 5).
Un mes después, en una nota sin firma, se recordaba que al principio, entre 1971 y 1972 "había más participación de mujeres y de jóvenes", tanto en las reuniones como en las acciones de huelgas y paros. Entonces se preguntaba ¿qué pasó después? La escritora aseguraba que "Por ciertas críticas de otras mujeres que parecen tener aserrín en la cabeza en lugar de cerebro, ya que si ellas, que no salieron, no se interesan por sus propios derechos, más vale hablen de la luna antes que andar criticando a las otras mujeres que piensan mejor que ellas" (Sin firma. AA, agosto de 1973, segunda quincena, Año 2, N° 16, p. 5.)
A medida que el enfrentamiento entre los agricultores se agravaba, tanto las mujeres como los varones dirimían sus diferencias a través del periódico. A principios del año 1974 "Mari" tildaba a las agricultoras de "caprichosas", "carneras" y "esclavas":

"¿Por qué no participan más mujeres en las reuniones de los núcleos de base del MAM? ¿Quiénes son los que las atajan, o qué es lo que les impide asistir? (...) Vamos a la verdad, son nuestros propios caprichos que no nos dejan ir a las reuniones (...) Así compañeras he podido comprobar cómo una tras otra nuestras mujercitas amigas van dando excusas y pretextos para no participar y esperan de brazos cruzados que el sacrificio de los demás les traigan a casa los beneficios. Yo en cambio les digo, compañeras, que si no enfrentamos con nuestra propia fuerza y decisión nuestras verdades, seremos unas 'carneras' y a la vez elegimos por nuestra cuenta el ser esclavas (...) Amigas todo está en que estemos convencidas que el MAM no es sólo para hombres sino para toda la familia". (Graunwal, Mari L. Zugel de. AA enero de 1974, Año 2, N° 19, p. 4).

En la última nota que escribieron antes de que se produjera la expulsión, continuaban preguntándose por qué las mujeres no participaban:

"(...) hemos visto que la mujer no participa a la hora de tomar decisiones importantes. Llamamos decisiones importantes a las que de alguna manera modifican nuestra vida, nuestra vida de jóvenes, nuestra vida de mujeres casadas, nuestra vida de madres, nuestra vida de trabajadoras (...) ¿Por qué la mujer NO PARTICIPA si decimos que junto al varón tiene la tarea de hacer un mundo donde todos los seres humanos sean felices? (Susi. AA junio de 1974, Año 2, N° 22, p. 5).

6. La ruptura: la dirigencia forma las Ligas Agrarias Misioneras (LAM)

A raíz de la muerte del gobernador y el vice, asumió el Poder Ejecutivo en calidad de interino, Luis Angel Ripoll, en virtud de lo dispuesto por el artículo 112 de la Constitución de Misiones.(6) El gobierno provincial de Ripoll debía llamar a nuevas elecciones para el 8 de septiembre de 1974, pero el 20 de julio prorrogó las elecciones para el 13 de abril de 1975 por el decreto Nro. 2263/74.

En junio de 1973 se produjo la primera ruptura pública adentro del MAM. Fueron expulsados en una Asamblea un grupo de agricultores por acusar a los de la CCC de "comunistas" e "infiltrados". Estas escisiones deben observarse a la luz de lo que estaba sucediendo con las Ligas Agrarias del Chaco, adonde su líder, Osvaldo "Quique" Lovey y sus "asesores" era conocidos militantes de Montoneros y también estaban siendo duramente cuestionados por otros agricultores y la derecha peronista (Rozé, 1992).

En febrero ese grupo, que concentraba a grandes y medianos propietarios (Bartolomé, 1982), formó el AMA (Asociación Misionera de Agricultores). Sus líderes hicieron públicas las simpatías por el partido Nueva Fuerza, que según los del MAM, era aliado a los "grandes monopolios". Los del AMA continuaron acusando a los del MAM y señalaban que apoyaban "más a los obreros que a los colonos".

Al igual que en el resto del país, a lo largo de 1974 se sucedieron en la provincia de Misiones hechos de diversa naturaleza y grado de violencia. En abril se publicó en la prensa que la policía detuvo a militantes "extra provinciales" del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Ese mismo mes, los integrantes del partido Tercera Posición dijeron haber recibido amenazas de muerte. En mayo hubo tres atentados contra vehículos en la localidad de Leandro N. Alem, fue baleado el auto del hermano de un diputado radical e incendiaron otro de un diputado justicialista. Días después fue herido un obrero de la madera y delegado gremial y fue incendiado el automóvil de un empresario. Durante junio, en Leandro N. Alem fue baleado el domicilio de un concejal de la Unión Cívica Radical y se anunciaba "la detención de numerosos trabajadores cuando salían de sus tareas". En Posadas, la policía detuvo a estudiantes con "material de lectura subversiva". Los apresados eran en su mayoría alumnos de la recientemente creada Facultad de Ciencias Sociales. A tono con lo que ocurría en los grandes centros urbanos, se sucedieron paros y movilizaciones. Por ejemplo, el 4 de junio de 1974 los empleados provinciales realizaron una huelga con concentración en la Plaza 9 de Julio y fueron violentamente reprimidos. Luego, la policía provincial pidió por un aumento de sueldos y se mantuvo acuartelada en junio y en septiembre.

Por otro lado, las relaciones entre Perón y la Tendencia iban cada vez peor. En Buenos Aires, en el acto del 1° de mayo de 1974, Perón llamó a sus miembros "infiltrados", "imberbes", "estúpidos", "traidores" y "mercenarios". Sin embargo, la cúpula de Montoneros siguió apoyándolo porque creía que al líder "le mentían". A través de sus órganos de difusión, afirmaba que Perón finalmente tomaría las medidas antiimperialistas que iniciarían el "inevitable proceso hacia el socialismo" (Sigal y Verón, 1988; Gillespie, 1997). Cuando Perón murió el 1° de julio de 1974 los líderes le rindieron homenaje y decidieron asumirse como su "auténtico" portavoz (Sigal y Verón, 1988).

En este contexto, el 13 de julio de 1974, como todos los años, se había convocado una Asamblea en Oberá para renovar las autoridades de la Comisión Coordinadora Central (CCC). Se debían elegir tres titulares y siete suplentes. Se presentaron dos listas: una encabezada por Pedro Peczak y la segunda por Antonio Hartmann, uno de los referentes de la oposición. Votaron 104 delegados y ganó Hartmann por mayoría. Los dirigentes desplazados pretendieron impugnar la elección, se retiraron de la asamblea y posteriormente formaron la Comisión Pro Recuperación del MAM (CPR). A partir de allí empezó entre los dos grupos un enfrentamiento público. El nuevo secretario general acusó a sus predecesores de haber hecho perder al MAM "más de la mitad de sus fuerzas". Hartman explicaba que "debido a la acción negativa de Fernández Long" y a la responsable del periódico, Estela Urdániz, "bajaron las ventas", porque desde el comienzo, ellos dos "buscaron sacar del MAM a la mayoría de los productores" y trataron "de incorporar a los obreros".

Mientras, en Posadas, el 26 de julio - aniversario de la muerte de Eva Duarte de Perón- fue asaltado el local de la JP por un "grupo de jóvenes armados" que procedió a "quemar papeles, estandartes, banderas y muebles" (ET, 27 de julio de 1974). Unos meses después los Montoneros a nivel nacional decidieron retirarse a la clandestinidad, tras haber declarado la "guerra" a un gobierno juzgado "ni popular ni peronista". El mismo día, en Misiones los representantes de las agrupaciones de la JP regional IV, JTP, JUP, UES y Evita- rama femenina, anunciaron el cierre de sus locales partidarios. Denunciaban la represión de junio, a López Rega y al Vandorismo, como "representantes del antiperonismo y lo antipopular". Explicaban que cerraban los locales "para ofrecer menos blancos" (ET, 7 septiembre de 1974).

Para esa época, en la provincia del Chaco explotaron bombas en la Sociedad Rural. De manera similar, en Posadas, en la madrugada de los días 3 y 4 de octubre se pusieron explosivos en las sedes de los tradicionales enemigos de las organizaciones agrarias: la CAYA (Centro Agrario Yerbatero Argentina), la ARYA (Asociación Rural Yerbatera Argentina) y en la casa de Eugenio Urrutia, uno de los grandes empresarios yerbateros de la provincia. De acuerdo a la crónica del diario, fueron construidas con gelamón o gelinita, no hubo víctimas y los daños materiales fueron escasos (ET, 5 octubre de 1974). Si bien nadie se adjudicó el hecho, el AMA dijo que habían sido los "subversivos" de las LAM. Los representantes del MAM se limitaron a condenar los atentados.

En ese marco general, el 26 de octubre se realizó la Asamblea General Extraordinaria de Delegados de Núcleos del MAM y allí se decidió expulsar formalmente del MAM a los ex miembros de la Comisión Central y a otros colonos "por indisciplina gremial, calumnias, injurias y sobre todo por tratar de dividir el MAM haciendo así el juego de los que quieren ver a los pequeños y medianos productores desunidos y desorganizados". El primer número que salió en venta del Amanecer Agrario después de la separación, bajó la tirada de 8.000 a 6.000 ejemplares. Una delegada, Teresa E G. de Boichuk, sostenía que los ex integrantes de la CCC no brindaban soluciones. Dijo que una vez le presentó a Pedro Peczak el "problema de la yerba mate" que tenía un "precio muy bajo" y él le contestó que "El pueblo no puede pagar más por la yerba". Ella afirmaba que los de la Comisión "ocupaban autos, gastaban nafta y dinero en pavadas", que eran "porteños" y "embaucadores". En una reunión, otra delegada expresó que "se habló de una escuela, sala de primeros auxilios, de caminos colectivos, agua potable", pero "ni se habló del problema de precios de los productos" (AA, noviembre 1974, p. 5).

Antonio Hartmann sostenía que "no vamos a incurrir en los errores de la conducción anterior que buscó encuadrar el MAM en la rama juvenil de un movimiento político partidista", en clara alusión a las relaciones de los integrantes de la conducción con Juan Figueredo, líder de la JP de las regionales (AA, noviembre 1974, p. 2). En la misma línea, un columnista llamado "Manuel Albea" sostenía que: "Hubo un tiempo en el pasado que el MAM estaba siendo dirigido por control remoto desde lugares desconocidos y por organizaciones, también desconocidas, que querían mantener al Agro de Misiones siempre en estado de Guerrilla interna, mantener al Colono convulsionado. Con ese estado de cosas hay un solo beneficiado: el comunismo. ¿No le parece estimado lector?". (AA, noviembre 1974, p. 4).

El 9 de noviembre los expulsados organizaron una asamblea y procedieron a crear las Ligas Agrarias de Misiones (LAM) declarando al MAM "muerto" y carente de toda representatividad. En diciembre lanzaron su propia publicación: Sapucay de Liberación. El gobierno provincial reconoció públicamente al MAM, y acusó a los del grupo de Peczak de "desarrollar actividades subversivas" (Sapucay de Liberación, Año 1, N° 1, diciembre 1974, p. 2). En el primer y único número del periódico se encontraba la columna "La Mujer Rural Misionera Tiene la Palabra" que había desaparecido definitivamente del resto de los números de Amanecer Agrario, lo que indicaba la filiación política de las mujeres que escribían en esa sección. El primer y único número tenía una nota firmada por Susy. No hacía mención a la separación con el MAM y seguía poniendo el énfasis en la necesidad de que la mujer acompañara al hombre. En esta nueva etapa, decía, necesitaban que ellas se involucraran para fortalecer a las LAM. Explicaba que estaban muy "tranquilas" y que "a veces tendremos que imponernos un poco" a los maridos (Susy. Sapucay de Liberación, Año 1, N° 1, diciembre 1974, p. 5).

7. La creación del Partido Auténtico: agricultores y obreros rurales

En enero de 1975 se produjeron dos intervenciones en la provincia, una al Partido Justicialista y otra a los tres poderes del gobierno. Los presidentes Perón y Martínez, habían efectuado una serie de intervenciones con el objeto de destituir a gobernadores que habían sido acusados de tener simpatías con la izquierda. Debieron alejarse Obregón Cano de Córdoba, Martínez Baca de Mendoza, Bidegain de Buenos Aires, Cepernic de Santa Cruz y Ragone de Salta. Todos ellos fueron reemplazarlos por otras figuras más afines.

En Misiones, luego de lo ocurrido con las autoridades provinciales a fines de 1973, la presidenta Martínez quería garantizar el triunfo del peronismo en unas elecciones que se habían convertido en las primeras después de la muerte de Perón. El gobierno nacional había invertido importantes recursos a lo largo de 1974 a través de los operativos "Eva Perón" y "Embandero mi casa". Otorgaron fuertes sumas de dinero, numerosos televisores y grandes cantidades de materiales de construcción (ET, 7 enero 1975). Sin embargo, estas acciones no habían logrado frenar el conflicto al interior del Partido Justicialista, que se encontraba dividido en distintos grupos que se acusaban mutuamente de "bolches", "troskos" y "marxistas".

Con el Partido intervenido, el 21 de febrero se anunció la formación del Frente Justicialista de Liberación (Frejuli) constituido por el MID, el Partido Conservador Popular, el Partido Popular Cristiano y el Partido Justicialista. Los candidatos para gobernador y vice fueron Miguel Angel Alterach y Ramón Rosauro Arrechea respectivamente.

Ya en plena campaña electoral, el ministro de Bienestar Social, José López Rega y Norma Kennedy inauguraron el "Operativo Misiones". En el diario se publicaban propagandas de cuatro y seis páginas enteras describiendo las donaciones que se habían efectuado: guardapolvos, préstamos a cooperativas, subsidios a escuelas y a instituciones deportivas, entrega de viviendas, dinero para instituciones de salud pública y de seguridad social, entrega de instrumental médico y de ambulancias para los hospitales, entre otras cosas.

Por su parte, en el marco de la clandestinidad montonera y la ofensiva cada vez más violenta de la "Triple A", en febrero de 1975 Juan Figueredo de la JP y Pedro Peczak de las LAM decidieron participar de las elecciones y crear el "Partido Descamisado" (PD), afirmando que lo fundaron para "recuperar el auténtico peronismo".(7) Lanzaron la convocatoria:

"a los trabajadores, agricultores, profesionales y estudiantes para pelear por un gobierno del pueblo (...) que no se esperen instrucciones ni enviados. Que ya mismo se constituyan en cada lugar de trabajo, en cada departamento, las juntas promotoras del Partido Descamisado (...) no importa que no lleguen fichas, en ese caso deberán hacerse en cuadernos, utilizando una hoja por compañero, con todos los datos de identidad del afiliado y su firma. Las juntas que se organicen deben llamar de inmediato a asambleas por fábricas, establecimientos, colonias y barrios para organizar la campaña electoral de nuestro partido (...) La propaganda debe hacerse con lo que se tenga: con tiza y carbón mientras no haya otros elementos (...) se necesitan locales para el funcionamiento del partido: que sean las casas de los compañeros, los clubes, las iglesias o cualquier otro lugar de que se disponga. Tenemos poco tiempo (...) El gobierno central tiene planes para distribuir dádivas entre los misionenses para ganar sus votos. Tomemos todo lo que nos ofrezcan, que no se rechace nada, porque todo lo que darán nos pertenece. Pero el día de las elecciones, en el cuarto oscuro, cada cual votará por quien quiera". (ET, 8 febrero 1975, p. 10).

Días después los descamisados seguían proponiendo que toda "casa peronista" fuese una "casa descamisada", que debían comenzar las asambleas por barrios, pueblos, colonias, establecimientos para elegir los candidatos para las elecciones del 13 de abril. En el diario salió publicada una nota que decía que el PD empleaba un nuevo método electoral: "en la fábrica Laminadora y Aserradero Sociedad Anónima (LASA) del barrio Santa Rosa, se llevó a cabo la elección de uno de los candidatos a diputados provinciales que integrarán la lista del PD y recayó en don Leopoldo Duarte" (ET, 19 febrero 1975). Dicha planta industrial era uno de los aserraderos que existían en los barrios periféricos de Posadas a orillas del río y Duarte era un importante dirigente maderero de la zona.

Según decían, eligieron a los candidatos a diputados con este "nuevo método electoral" para que "representaran a todo el pueblo". Para demostrarlo, junto a los nombres de los candidatos se publicó en el diario la ocupación de cada uno. En forma detallada, de los 30 candidatos a diputados y de los 7 suplentes se encontraban: 1 asesor de ligas agrarias; 6 trabajadores de la madera; 5 trabajadores rurales; 1 trabajador del tabaco; 9 agricultores, 1 sacerdote; 1 trabajador de Papel Misionero; 1 obrero municipal; 1 empleado de comercio; 5 militantes barriales (2 de Eldorado, 3 de Posadas); 1 médico; 2 empleadas domésticas (1 de Apóstoles y otra de Posadas); 1 trabajador de la construcción; y 1 maestro. Hay una mujer que aparece en la lista sin especificación (ET, 8 abril 1975). A los fines propagandísticos, se publicitaban las actividades de los candidatos que consideraban que estaban más cerca del "pueblo". Por lo menos en tres casos, los candidatos eran además, militantes barriales y estudiantes universitarios.

A fines de febrero los apoderados del Partido Justicialista impugnaron la inscripción del "Partido Descamisado" por el uso del nombre y la simbología. A partir de esto, el PD comenzó a denominarse "Partido Peronista Auténtico", nombre que también fue rechazado y finalmente quedó inscripto como "Partido Auténtico". Los dirigentes del PA creían que era necesario buscar otros apoyos dentro del peronismo. Eran muy conscientes que si bien tenían estructuras propias, eso no alcanzaría para enfrentar al PJ. Además, la conducción nacional les brindó un escaso apoyo. En declaraciones posteriores, referentes nacionales admitían que habían colaborado muy poco en la campaña misionera porque consideraban que no se desarrollaba allí ninguna "batalla decisiva" (Apuntes del Peronismo Auténtico, noviembre 1975, p. 18).

De acuerdo a los testimonios orales, uno de los preferidos para formar una alianza era Miguel Angel Alterach, quien debió ser descartado porque fue el candidato del oficialismo. Finalmente, se aliaron a un partido local creado en 1973 llamado Tercera Posición (TP). El 1° de Marzo los del PA anunciaron la alianza con el TP. La propagada era de dos páginas enteras y decía: "El peronismo auténtico se ha unido: Tercera Posición y Partido Auténtico: Teófilo Puentes candidato a gobernador (60 años) y Pedro Peczak (34 años) a Vicegobernador. La única verticalidad es la del pueblo. ¡Ya hemos triunfado!" (ET, 1 marzo 1975, pp. 12 y 13).

Esta alianza resultó extraña para más de un observador contemporáneo. Puentes era peronista y había creado el partido provincial "Tercera Posición" para presentarse en las primeras elecciones de 1973. Él y otro grupo de peronistas resolvieron separarse del Frejuli porque estaban en contra de la conducción camporista y de las candidaturas de Irrazábal y Ayrault. Hicieron una notable elección, ya que ganaron la intendencia de la ciudad capital, Posadas. Un entrevistado del PA dijo que Puentes era un "peronista ortodoxo moderado" y que ellos lo buscaron para construir una imagen electoral de "centro- izquierda". En las semanas siguientes fueron comunes las denuncias de agresiones por parte de militantes del Frejuli, del PA, del PC y del TP. En una oportunidad, la 'JP de Misiones' denunció ataques "de heridas de bala y armas blancas a dos militantes".

La flamante alianza recibió el apoyo de los ex gobernadores que habían sido depuestos un tiempo antes (Bidegain, Martínez Baca, Cepernic y Obregón Cano). En marzo de 1974, estos dirigentes y algunos sindicalistas de las luchas de la oposición peronista posteriores a 1955 (Sebastián Borro, Armando Cabo, Avelino Fernández, Andrés Framini, Arnaldo Lizaso, Dante Viel) lanzaron una "Comisión permanente de Homenaje al 11 de marzo" para defender el programa electoral que le diera la victoria a Cámpora (Gillespie, 1997). Posteriormente formaron la Agrupación del Peronismo Auténtico (APA) y el Partido Peronista Auténtico (PPA).

En una de las visitas a Misiones que hicieron Bidegain, Cepernic, Habegger y Cabo, explicaron al diario local que ellos fundaron el PPA con delegados de Capital Federal y de 15 provincias. Dijeron que habían formado el partido porque los "infiltrados" dentro del PJ habían impedido una "democratización" y hacían "las designaciones a dedo" (ET, 5 abril 1975, p. 7). Cuando el periodista les preguntó cuál era el tipo de relación entre el Partido Peronista Auténtico y los Montoneros, Bidegain contestó "que el 11 de marzo, al constituirse el nuevo partido, se recibió una adhesión de Montoneros, entre otras adhesiones de entidades y agrupaciones". Luego el cronista indagó si el partido era de izquierda o de derecha, contestó que se ubicaba en el "centro-izquierda" (Idem). En este sentido, los militantes del partido debieron llevar a cabo "una práctica esquizofrénica" de rechazar en público lo que sostenían en privado (Horowicz, 1991).

En abril, el Consejo Nacional Justicialista decidió expulsar y desafiliar a los dirigentes nacionales del PPA: Jorge Cepernic, Oscar Bidegain, Alberto Martínez Baca, Andrés Framini, Dante Viel, Armando Lizaso, Antonio Lombardich, Miguel Angel Zavala Rodríguez, Ismael Salame, Mario Aguirre, Félix Gallardo y a los misioneros Agustín Teófilo Puentes, Juan Figueredo y Pedro Peczak. Según Cepernic, los miembros del PPA ya "habían cancelado sus fichas automáticamente al integrarse al Auténtico".

Acerca de la propuesta de gobierno del partido, Pedro Peczak aclaró que consistía básicamente en la realización de obras públicas con el aporte del Estado nacional. Expresó al redactor de Clarín que su programa de gobierno era de "carácter estatizante" y buscaba la "anulación de los monopolios" (Clarín, 12 de abril de 1975, p. 19). Lo cierto es que dicho programa no era muy distinto de lo que proponían los peronistas oficialistas. Inclusive, el candidato a gobernador Miguel Angel Alterach, declaró que tuvo "serias dificultades" para diferenciarse de los del PA. Afirmó que la presencia del PA, que utilizaba símbolos del peronismo, "obligó al Justicialismo a una intensa campaña de esclarecimiento en el interior de la provincia" (Clarín, 12 de abril de 1975, p. 19).

Por otro lado, Pedro Peczak, junto con otro representante de las LAM, Juan Carlos Berent, habían manifestado sus intenciones de que el Movimiento Agrario Misionero (MAM) y las LAM se volvieran a unir, porque "de ese modo aumentarían sus fuerzas". La conducción del MAM rechazó la propuesta y el 4 de abril en Campo Viera, en un acto "autorizado por el ministro de Gobierno de la provincia", hizo una reunión con siete de los diez candidatos a gobernador para que expusieran sus propuestas para el agro, entre los que se encontraban los de la UCR y el Frejuli. Los responsables del MAM prohibieron el acceso de los candidatos del PA y de los representantes de las LAM.

Para el cierre de campaña del 5 de abril, los del PA quemaron un muñeco de López Rega y en la nota se afirmaba que habían concurrido "aproximadamente 6 mil personas" (ET, 6 abril 1975). Hablaron en el acto el cura Czerepak, José Correa (candidato a diputado por el TP), Peczak, Bidegain y Puentes. Por último se expresó, "ante la insistencia de la concurrencia", Juan Figueredo, dirigente en ese momento de la JTP. Estuvieron los representantes de la JP, JTP, JUP, UES, AE (Agrupación Evita), TP, Montoneros; y delegados de barrios de Posadas. Hubo representantes de distintas ciudades del interior y de las provincias del Chaco y Corrientes. Afirmaban que habían ido al acto "11.000 peronistas auténticos" que demostraron en el mástil de Posadas que no se podía "expulsar al pueblo ni sustraerle sus símbolos". La cifra era importante, ya que en el cierre del acto radical la prensa dijo que hubo 12 mil personas y en el del Frejuli, entre "10 mil y 25 mil personas".

Finalmente, los resultados electorales ubicaron al PA-TP en tercer lugar, con el 9,7% de los votos, detrás del Frejuli (45,98%) y la UCR (38,7%) (ET, 25 abril 1975, p. 8). Dentro de la alianza, el PA sacó más votos (5,7%) que el TP (4,03%), convirtiéndose este último en el partido que más electores perdió en comparación con los comicios de 1973 (Mora y Araujo y Llorente, 1980). Observando en qué departamentos de la provincia sacaron la mayoría de los votos, podemos deducir algunas cuestiones. El PA y el TP lograron buena parte de los votos en el departamento Capital. Creemos que estos fueron sufragios de los adherentes a la JP que respondía a Figueredo (Rodríguez, 1999). En segundo lugar, los votaron los trabajadores rurales de las agroindustrias ubicadas en Posadas y en las zonas centro y noroeste de la provincia, adonde Juan Figueredo, como dirigente también de la Juventud Trabajadora Peronista, organizó junto a Peczak y un cura católico - que iba cuarto en la lista de diputados- a los obreros de los aserraderos y secaderos de yerba ubicados en Posadas, Montecarlo, Eldorado e Iguazú (Idem). También tuvieron electores entre los pequeños productores tabacaleros de la zona centro adonde estaban las LAM (Bartolomé, 1982; Mora y Araujo y Llorente, 1980). Por el sistema repartidor D' Hont, las bancas para diputados provinciales se distribuyeron del siguiente modo: 16 para el Frejuli; 13 para la Unión Cívica Radical; 2 para el Partido Auténtico - resultaron electos Juan Figueredo y Pablo Fernández Long- y 1 para el Tercera Posición.

8. La labor del diputado de las LAM: la representación a los obreros rurales

Las declaraciones en la Cámara de los diputados electos Pablo Fernández Long y Juan Figueredo, reproducían las premisas centrales de los discursos de Montoneros a nivel nacional, en los cuales se reconocían herederos directos de Perón y los únicos capaces de continuar su obra frente a los "falsos peronistas" (Sigal y Verón, 1988). A nivel regional, se dedicaron a denunciar a los monopolios, "principales enemigos del desarrollo y la independencia económica en la provincia".

A lo largo del año 1975, la actividad legislativa de los dos diputados se centró en la presentación de proyectos de comunicación pidiendo informes al Poder Ejecutivo, respecto de supuestas irregularidades en el cumplimiento de leyes laborales por parte de determinadas empresas que en general, eran contratistas de trabajadores para la forestación, establecimientos yerbateros y aserraderos.(8). Casi siempre acordaban la presentación conjunta con algunos diputados de la UCR y el único legislador del TP. La mayoría de las veces, sus pedidos de informes eran votados por la afirmativa, es decir, que recibían el apoyo de los 16 diputados del Frejuli.

Por ejemplo, en Montecarlo, denunciaban que en un aserradero los obreros habían sido despedidos porque reclamaban el cumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo y la Ley de Contratos de Trabajo. Además, no reconocían los derechos de las mujeres:

"en esta fábrica trabajan un grupo de compañeras que nunca han conocido licencia por maternidad, nunca han conocido que tienen un permiso para amamantar a sus hijos, trabajan como hombres, más de 8 horas, hasta 14 o 15 (...) el mejor homenaje que podemos hacerles, a ese grupo de compañeras de la fábrica Hipocampo S.A. es decirles: compañeras, existen leyes que amparan a la mujer (...) porque aquí la mujer trabaja la madera igual que el hombre y gana la mitad del jornal". (Figueredo, Juan. Diario de Sesiones de Cámara, 4 de septiembre 1975, 20a sesión ordinaria, 22a reunión, pp. 65-6).

El dueño del establecimiento yerbatero "Las 30" de Oberá fue reiteradamente denunciado. De Eugenio Urrutia decían que era un "viejo explotador de la clase trabajadora que ha cimentado su riqueza en base a la explotación, la miseria, el dolor, la desgracia y la injusticia de este sector más numeroso de la provincia". Esa "patronal, con métodos ya conocidos del imperialismo, no sólo explota a los compañeros sino que también maneja el Ministerio de Trabajo de Oberá a gusto y paladar" (Figueredo, Juan, Diario de Sesiones de la Cámara, 4a Sesión ordinaria del 3 de julio 1975, p. 2). A mediados de julio volvieron a denunciar a Urrutia por incumplimiento de la Ley de Contratos de Trabajo y por violar las disposiciones de la Comisión Nacional de Trabajo Rural y el Estatuto del Peón Rural sobre los "premios estímulo" en la cosecha de la yerba mate, las jornadas especiales para los obreros que se desempeñaban en tareas de embolsado, hombreado y estiba, y la obra social (Figueredo, Juan, Diario de Sesiones de la Cámara, 9a Sesión ordinaria del 18 de julio 1975, pp. 8-10).

El problema se agravaba porque el gobernador, en una maniobra que buscaba delimitar a los gremios afines a las LAM y el PA, dividió a los sindicatos en dos zonas: una para FATRE y otra para la Federación de Seccionales Agrarias de Misiones (FASAM). Los obreros en Oberá estaban afiliados al gremio FATRE, cuyo delegado era Cardozo, afín a Figueredo. El caso era que cuando hacían algún reclamo en el Ministerio de Trabajo, se les respondía que el gremio al cual pertenecían no correspondía a la zona. Era por esa razón, según Figueredo, que "la patronal" hacía "oídos sordos" y seguía "explotando a los obreros tranquilamente".

En la sesión del 12 de septiembre presentaron cuatro proyectos. En el primero pedían que el Poder Ejecutivo verificara las denuncias recibidas por los trabajadores de la contratista de "Celulosa Argentina" de la localidad de San Pedro. Los obreros habían denunciado que no se realizaban los aportes previsionales, no se suministraba la ropa de trabajo, no se brindaba alojamiento, los elementos de higiene, los productos alimenticios ni agua potable, tal y como lo estipulaba la resolución N° 104/73. Además, decían que se producían demoras en el pago y en el aumento de los salarios. En el segundo proyecto, se le pedía al Poder Ejecutivo que investigara las reiteradas denuncias de infracciones que habrían cometido los responsables de la firma "Panificadora Argentina" de la ciudad de Eldorado, para saber si era verdad que trabajaban menores, entre otras cosas. En la tercera presentación, pedían informes sobre los obreros que trabajaban en la forestación contratados por el "Vivero Badaracco" de Wanda. Ellos habían reclamado que no les abonaban vacaciones, aguinaldos, horas extras, el salario mínimo y la indemnización por despido sin causa. Por último, le pedían al Poder Ejecutivo que averiguara si eran ciertas las denuncias de obreros que trabajaban en varias fábricas de Montecarlo.

Al día siguiente, salió publicado en un recuadro que se iban a "instruir actuaciones" contra el diputado Fernández Long, porque los policías de la Seccional Primera lo acusaban de "obstrucción de un procedimiento policial". Lo iban a sancionar por haberse "interpuesto en la detención del prosecretario del bloque del PA", Carlos Tereschuk, por considerar "que el procedimiento no se ajustaba a las normas policiales" (ET, 13 septiembre 1975, p. 10).

En la sesión del 19 de septiembre, Fernández Long y Juan Figueredo apoyaron un pedido de informes presentado por los diputados radicales Bejar y Horrisberger. Solicitaban que se investigaran los "manejos" en el negocio de la soja que perjudicaban especialmente a los colonos y a la "Cooperativa Santo Pipó Tung Oil". Fernández Long agregó que dicho comercio estaba en manos de Bunge y Born, que eran "monopolios que controlaban la comercialización y que llevaron a la quiebra a centenares y miles de colonos de la provincia". Afirmaba que actuaban con la complicidad de "falsos cooperativistas" y de los "directivos de las cooperativas" que hacían de eso un medio de vida y no la defensa de los intereses de los socios (Fernández Long, Pablo, Diario de Sesiones de la Cámara, 25a Sesión ordinaria del 19 de septiembre de 1975, p. 15). En otra oportunidad, Figueredo y otro diputado de la UCR, el abogado Víctor Marchessini, denunciaron los despidos de veintiún obreros en Montecarlo, trece en Garupá, veinte en una firma de Garuhapé y siete trabajadores de la firma "Papel Misionero".

Además de estos tipos de proyectos, los diputados estuvieron abocados a investigar y denunciar las irregularidades en las adjudicaciones de viviendas en barrios marginales de Posadas y a solicitar la expropiación de tierras fiscales para evitar el desalojo de personas que estaban viviendo en ellas. Para esto último habían formado una Comisión Pro- Recuperación de Tierras cuyo presidente era Luis Arturo Franzen, que trabajaba en varios barrios en la ciudad. Acusaban a las inmobiliarias que, amparándose en negocios "inmobiliarios", burlaban la ley "transformando en patrimonio individual lo que pertenecía a la comunidad y perjudicaban con su accionar a modestas familias que luego de muchos años de habitar y mejorar los predios, se veían en la obligación de tener que abandonarlos" (ET, agosto 1975, p. 3). Esta no era una tarea exclusiva de los dos diputados, sino que -al igual que las denuncias de trabajo- contaban con el apoyo de los legisladores de las otras bancadas. La Comisión de Lucha Pro Recuperación de Tierras estaba integrada por diputados del Frejuli, de la UCR y del PA.

A lo largo del año 1975, igual que en 1974, también se sucedieron hechos de violencia de distinto tipo. El primero de marzo explotó una bomba de bajo poder en el Mercado Consignatario de la Yerba Mate. En mayo se colocaron varios explosivos en diferentes lugares: la policía federal; el local de un gremio; el diario El Territorio y en una casa particular. En septiembre se escucharon detonaciones en las sedes de la CRYM (Comisión Reguladora de la Yerba Mate), la ARYA (Asociación Rural Yerbatera Argentina) y en el domicilio de Eugenio Urrutia (empresario yerbatero). Además, esparcieron "peligrosos miguelitos" cerca de la Rotonda de Posadas. También en ese mes dejaron varias bombas "lanza panfletos" en el centro de Posadas. A fines de octubre volvieron los explosivos: en la vivienda de un conocido comerciante y en el domicilio de una militante Frejulista.

Asimismo, en el mes de septiembre comenzó la represión a los militantes del PA - en abril habían detenido al dirigente de las Ligas del Chaco, Osvaldo Lovey - y en ese marco se dio el intento de detención de Tereschuk. A pesar de la violencia, los misioneros viajaron a Buenos Aires para participar del Congreso Nacional del Movimiento Peronista Auténtico.(9) A fin de año, el bloque del Partido denunció una serie de detenciones, allanamientos y la desaparición de seis de sus miembros. En diciembre, la presidenta Martínez decretó la proscripción del PA en todo el país.

9. Reflexiones finales

Como han señalado diversos investigadores, el fenómeno de la radicalización que afectó a una parte de la sociedad argentina entre 1969 y 1973, contenía personas y organizaciones de las más diversas que se mantuvieron unidas cuando protestaban contra las políticas de los sucesivos gobiernos militares. Con la llegada del peronismo al poder, todo comenzó a cambiar entre los grupos y al interior de ellos.

En este artículo analizamos el caso de una de estas organizaciones que participó del llamado "movimiento liguista" de las provincias del Nordeste. Vimos que desde el principio, en el MAM convergieron actores con distintos intereses que permanecieron más o menos ocultos hasta 1973. Los dirigentes sostenían un discurso "apolítico", pero a la vez mantenían relaciones fluidas con líderes de la Tendencia oriundos de Buenos Aires y de Posadas. Si los Montoneros de los centros urbanos buscaban erigirse en la "vanguardia" de la "clase trabajadora" del sector industrial, en lugares como Misiones, estos discursos fueron adecuados a la realidad provincial. De este modo, los primeros integrantes de la Comisión Coordinadora Central decían representar, tanto a los agricultores propietarios como a los "trabajadores rurales". Y buscaban incluir al MAM en la Tendencia, cuestión que generó resistencias desde los inicios y finalmente terminó con la escisión.

Los distintos grupos que estaban contenidos en el MAM comenzaron a expresar sus desacuerdos con los de la CCC después de 1973. Las tensiones se hicieron evidentes a mediados de ese año, cuando un sector fue echado del MAM y a principios de 1974 armó el AMA, cuyos miembros apoyaron al partido de derecha Nueva Fuerza. A mediados 1974, los dirigentes perdieron la votación para continuar en la Comisión Coordinadora y posteriormente fueron expulsados por ese grupo que ganó las elecciones. Tanto los del AMA como los del MAM los acusaron de "comunistas", de "defender a los obreros" y se manifestaron en contra de la presencia de los asesores "porteños". En este punto, el sentimiento localista jugó un rol importante en el conflicto, ya que los opositores suponían que buena parte de la "culpa" la tenían los "otros" extra provinciales.

Además del localismo, existían otras cuestiones que se entremezclaban a la hora de explicar los enfrentamientos. Por ejemplo, en Misiones existía, como en otras provincias, un arraigado sentimiento antiperonista entre ciertos colonos. Éstos creían que el peronismo estaba "en contra" de los agricultores porque durante la primera presidencia de Perón se había sancionado el Estatuto del Peón. En la interpretación de estos agricultores, la medida "favoreció" a los "trabajadores", perjudicando directamente a los propietarios. En sintonía con esto último, no podemos dejar de mencionar cierta relación establecida por los mismos informantes entre la pertenencia étnica y la filiación política, y corroborada en otras investigaciones (Bartolomé, 1982; Rodríguez, 2004). Estamos haciendo referencia a dos asociaciones típicas en la provincia, una, entre los "gringos" (descendientes de alemanes, eslavos, noruegos, suecos y ucranianos, entre otros), su pertenencia a las clases medias rurales por ser propietarios y su adscripción al partido radical. Y la otra, entre los colonos llamados "criollos" (españoles, italianos, paraguayos, brasileños y correntinos, entre otros), su identificación con los "trabajadores" y su supuesta afinidad con el peronismo. Estas ideas tenían su correlato en la vida política, ya que en varias elecciones provinciales se había dado esta correspondencia en muchos municipios. En la práctica, estas representaciones identitarias generaban ciertas expectativas de comportamiento, aún cuando eran inestables, cambiantes y dependían de los contextos de interacción. Para citar solo un caso, Juan y Susana eran descendientes de "gringos" y se habían hecho peronistas en una localidad adonde tradicionalmente ganaban los radicales. En sus testimonios destacaron que los colonos en aquella época no les "perdonaban" que estuvieran en un partido "de negros", siendo ellos mismos "blancos", y mucho menos que se hubiesen inscripto en su vertiente más radicalizada.

En definitiva, las causas de los enfrentamientos eran variadas e iban desde el temor a la violencia armada y/o un sentimiento anti peronista que existía entre algunos agricultores (que rechazaban la alianza con los "obreros"), que se entremezclaba con las expectativas de comportamiento ligadas a la pertenencia étnica, hasta la afiliación de varios a partidos de derecha, a la UCR o al Partido Justicialista (enfrentado a la izquierda peronista).

En referencia a los dirigentes expulsados, se suele concluir que el MAM se vio "cooptado" por Montoneros y sus enviados especiales extra provinciales. Aquí buscamos complejizar esta afirmación y planteamos que de este proceso participaron tanto militantes locales como dirigentes nacionales, del sector rural y urbano. Vimos cómo los misioneros llevaron adelante las alianzas con Juan Figueredo y otros referentes del peronismo montonero en la capital, Posadas. Antes que sujetos pasivos de una conducción montonera que los manipuló, observamos que contribuyeron activamente a consolidar las estructuras de base. Respecto a las mujeres del MAM, ellas adoptaron una postura activa en todo el proceso, aunque no por eso dejaron de ser una minoría en los puestos de conducción de las sucesivas organizaciones que se fueron formando (MAM, LAM y PA). En este sentido, la izquierda argentina de esos años ha hecho poco por la inserción femenina más efectiva en las estructuras de poder (Barrancos, 2007).

Los de la CCC que fueron expulsados formaron las Ligas Agrarias Misioneras (LAM) que sí formó parte de las múltiples organizaciones que conformaban la Tendencia. Casi en simultáneo, Montoneros anunció el pase a la clandestinidad. Este hecho fue muy discutido al interior de esa organización y hubo dirigentes nacionales y la mayoría de los líderes locales que estuvieron en desacuerdo. El armado del Partido Descamisado y del Auténtico después en la provincia de Misiones, resultó una experiencia más local que nacional, hecho admitido por los mismos protagonistas. Junto a los otros grupos de Posadas, consideraron que era necesario establecer una alianza con alguna otra fuerza política, que finalmente fue el Tercera Posición, un partido provincial de peronistas que habían estado en desacuerdo con el camporismo y que tenía un fuerte arraigo en Posadas. Imaginando la contienda electoral provincial, creían que el TP los ayudaría a construir una imagen de "moderados". Lo cierto es que a los militantes locales les pasó lo mismo que a otros montoneros de esa época: creían que la violencia guerrillera era legítima, pero que no había que abandonar la lucha en el terreno político (Vezzetti, 2009). De hecho, los sobrevivientes de la experiencia vinculados al Partido Auténtico, en el exilio rompieron con la dirigencia de Montoneros en 1979 criticando duramente la opción militarista (Bernetti y Giardinelli, 2003)

Con poco apoyo de la organización nacional, consiguieron fuentes de financiamiento propias y armaron las listas de candidatos. A pesar de tener contactos con militantes de los grandes centros urbanos, la percepción del peligro de exponerse públicamente en ese contexto, fue subestimada. Identificaron al "enemigo" con los "grandes propietarios" y los "monopolios", aunque no fueron los únicos. Estas nociones eran compartidas por algunos referentes de la iglesia católica y los integrantes de los dos partidos mayoritarios, el Frejuli y la UCR. En la Legislatura provincial, los diputados del PA pusieron en acción las promesas de campaña. Fueron los que presentaron la mayor cantidad de proyectos en la Cámara relacionados con la situación de los "trabajadores rurales" ubicados en toda la provincia. Estas propuestas casi siempre resultaron votadas por la afirmativa por el resto de los legisladores de los partidos justicialista y radical. Sin embargo, fueron los militantes del PA los que comenzaron a ser perseguidos por las fuerzas parapoliciales a mediados del año 1975, básicamente porque los identificaban con Montoneros.

La llegada del golpe militar del 24 de marzo de 1976 profundizó la represión. Lo cierto es que la mayoría de los protagonistas de esta historia está actualmente desaparecida, debió exiliarse y/o sufrió la cárcel y las torturas. Fueron víctimas los integrantes del MAM, de las LAM, los candidatos a diputados del Partido Auténtico, los trabajadores rurales y los vinculados al movimiento de Tierras. Por ejemplo, fueron asesinados Estela Urdaniz, Juan Figueredo, Pedro Orestes Peczak, Luis Arturo Franzen y Carlos Tereszecuk. El diputado Pablo Fernández Long y el asesor de las Ligas, Michel Guibard lograron huir y estuvieron exiliados. El radical Víctor Marchessini, Juan Carlos Berent y su esposa Susana, entre otros, estuvieron presos durante varios años. Con la llegada de la democracia en 1983, los sobrevivientes de las Ligas y del Movimiento volvieron a nuclearse en el MAM y en la actualidad la organización continúa vigente.

Hasta aquí, hemos dado cuenta de este proceso teniendo como marco las distintas escalas de la política local, provincial y nacional. Resta aún inscribir este desarrollo en la región del Nordeste. En futuros trabajos se deberá continuar, desde el microanálisis, con el estudio de lo que ocurrió con las otras ligas agrarias creadas en el resto de las provincias, para poder comprender mejor cuál fue la singularidad del proceso en Misiones y cuáles fueron los elementos comunes que atravesaron a toda la región.

Agradecimiento

(*) Agradezco las agudas y sugerentes recomendaciones de los/as dos evaluadores/as anónimos.

Notas

(1) Rodríguez, 1999. Para la tesis realicé 21 entrevistas a lo largo de los años 1996 y 1998. Recabé testimonios orales de hombres y mujeres que conformaron el Partido Auténtico y participaron en distintas organizaciones de la Tendencia en la provincia de Misiones: la Unión de Estudiantes Secundarios (UES); la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) y la Juventud Peronista regional IV (JP); y en las organizaciones agrarias: el Movimiento Agrario Misionero (MAM) y las Ligas Agrarias Misioneras (LAM). Algunos de ellos recibieron formación militar de Montoneros. En este artículo solo transcribiremos una pequeña parte de esas entrevistas.

(2) Como muchos integrantes de la Juventud, Juan Figueredo se negó a ser legislador y así terminaron despreciando el 25 por ciento de los cargos que les había ofrecido Perón. Sólo aceptó ser diputado el misionero Aníbal Iturrieta quien fue parte del grupo de los ocho legisladores que representaban a la Tendencia Montonera y debieron renunciar en bloque a principios de 1974 por presiones del peronismo de derecha (Gillespie, 1997).

(3) ET, 8 de diciembre de 1973, p. 5. El aviso de "apoyo escolar" lo firmaban José Zárate de Ruiz, Oscar Mathot y Manuel Parodi del Instituto Antonio Ruiz de Montoya; Alila Anger y José Gómez del Profesorado de la Provincia; Angel Fleitas de la UES. Los integrantes de la JUP provenían mayoritariamente de un instituto terciario y católico, cuyo rector en ese momento simpatizaba con el peronismo. La Universidad Nacional de Misiones fue creada por decreto el 16 de abril de 1973 durante la presidencia de Lanusse, pero empezó a funcionar recién el 10 de abril de 1974. Dentro de la JUP había un grupo minoritario de alumnos universitarios, estudiantes de la Escuela de Servicio Social y de la Escuela de Ingeniería Química. Estas Escuelas dependían de la Universidad del Nordeste y existían en Posadas desde la década del '60. Los militantes de la UES en Misiones participaron a comienzos de 1974 en el "Operativo Güemes", un campamento organizado por la UES a nivel nacional donde se movilizaron aproximadamente quinientos jóvenes de todo el país para realizar actividades en la provincia de Salta, donde era gobernador Miguel Ragone. Contingentes juveniles de todo el país se establecieron en esa provincia para trabajar en barrios humildes en "tareas educacionales, sanitarias y de refacción de viviendas precarias". (Berguier, et. al., 1986:27)

(4) La Triple A fue organizada por José López Rega, (alias "el brujo", por su obsesión a la astrología) que fue secretario particular de Perón en Madrid, y luego ministro de Bienestar Social (1973-75). Era un policía retirado que el 10 de mayo de 1974 fue ascendido por decreto, de cabo a comisario general, dando así un salto de quince grados. Haciendo base en el Ministerio, dirigía los operativos de la Alianza Anticomunista Argentina que fue una organización parapolicial que gozaba de protección oficial, creada para asesinar a militantes de izquierda. Se calcula que fueron doscientas personas las que habrían sido asesinadas por la Triple A. Sus primeras apariciones estuvieron asociadas a la "masacre de Ezeiza" y al atentado de bomba que hicieron al senador radical Hipólito Solari Irigoyen.

(5) Los funcionarios se trasladaban a la localidad de Puerto Iguazú para recibir a José López Rega, quien debía arribar a la provincia ese día. Richard Gillespie afirma que fue un atentado y vincula este hecho al de los gobernadores "que fueron eliminados por la derecha peronista" (1997:168). En el diario nacional Clarín se publicaron las declaraciones de funcionarios misioneros que en ese momento dijeron que fue un atentado producido por contrabandistas: "el gobernador estaba muy preocupado por el contrabando que se estaba efectuando en la provincia y que se desviaba hacia Brasil por cifras multimillonarias (...) también se estaban tomando recaudos para terminar con el negociado de la yerba mate" (Clarín, 2 de diciembre de 1973, p. 20).

(6) Luis Angel Ripoll nació 9 de septiembre en Corpus, obtuvo el título de Maestro Normal Nacional en Posadas. En 1951 se recibió de escribano en la Universidad de Santa Fe. Ejerció la docencia llegando a ser director de escuela primaria y secundaria. En 1962 fue candidato a Diputado provincial por Puerto Rico. En 1972 fue congresal del Movimiento Nacional Justicialista por el departamento de General San Martín. El 25 de mayo de 1973 fue diputado provincial por el Frejuli llegando a presidente de dicho cuerpo. (ET, 3 de diciembre de 1973, p. 5).

(7) Estuvieron presentes en el lanzamiento del PD: Juan Figueredo, Pablo Fernández Long, Estela Urdániz, el ex sacerdote Hugo Mathot, Oscar Mathot, Ramón Acuña, Leopoldo Duarte, Pedro Payong, Domingo Saucedo, Francisco Zarza, Atilano Ramos, José Bonorino, Alberto Acuña, Dalmacio de la Cruz, Pilar Glez, Esteban Aguilera, entre otros.

(8) Los denunciados fueron, de Leandro N. Alem: "Sucesores de Hernán Kordts", "Simplex", "Cima". De Oberá: Eugenio Urrutia en su establecimiento yerbatero "Los 30" en Guayabera, "Oro Verde" y "Nosiglia Hermanos". De Picada Libertad: "Cooperativa Picada Libertad". De Montecarlo: "Henter" (aserradero); "Montecarlo Citrus"; "Rubenal Drachi Hipocampo SA" (aserradero) y las fábricas dependientes de la "Cooperativa Mixta Montecarlo Limitada" (establecimientos yerbateros), "Laharrague", "Guatambú", "Línea Chica" y "Falcón" de Itacuruzú. De Garuhapé Mí: la firma "Lloret Costa SA" por intermedio del contratista Eugenio Gunther. De Eldorado "Panificadora Argentina" de Luis Gutierrez e Hijos. De Wanda: "Vivero Badaracco" (forestación). De San Pedro- Sección Gramado: los contratistas de "Celulosa Argentina": Raúl E. Otonollo y Germán R. Waschnitz Forestadores (forestación). De Garupá: "Prexil". De Candelaria: "Tabaco Argentino"; "Agro Té". De Posadas: "Maderera Argentina", propiedad de Guillermo César Suasnávar y LASA (aserradero).

(9) En representación de la provincia participaron Leopoldo Duarte, Pedro Peczak, Fernández Long y Juan Figueredo. Como invitado especial fue Agustín Teófilo Puentes, el ex candidato a gobernador por el PA.

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Fecha de recibido: 14 de abril de 2009.
Fecha de publicado: 12 de diciembre de 2009.

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