Mundo Agrario, vol. 11, nº 22, primer semestre de 2011. ISSN 1515-5994
Universidad Nacional de La Plata.
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Centro de Historia Argentina y Americana

Artículo/Article

Trayectorias laborales de trabajadores del campo al sur del estado de la Florida en Estados Unidos

Labor trajectories of Farm workers in South Florida in the United States of America

Andrés Correa García

Universidad del Valle, Florida
acorrea55@hotmail.com

Resumen
El siguiente artículo es la continuación de una investigación mayor y en el se plasman algunas reflexiones sobre el análisis de trayectorias laborales de trabajadores del campo migrantes en áreas de producción agrícola al sur del estado de la Florida en Estados Unidos. Básicamente, en el texto se busca ilustrar sobre las características cambiantes de las trayectorias laborales de los migrantes, al momento de participar en una sociedad diversa y fragmentada laboralmente como la sociedad norteamericana.

Palabras claves: Trayectorias laborales, trabajador de campo, trabajador migrante.

Abstract
This article is a brief section of a larger study. It shows some observations about labor trajectories of migrant farm workers in some agricultural areas in South Florida in the United States of America. Basically, this paper seeks to illustrate about processes of cultural and labor integration in this particular group of workers.

Keywords: Labor trajectories, Farm Worker, Migrant Worker.


1. Introducción (*)

La temática de la inmigración en Estados Unidos es una cuestión relevante en la historia reciente del país. Los procesos migratorios hacia Norteamérica se realizan desde diversos lugares del mundo y muestran diversas realidades, las cuales esperan resolverse al menos de manera individual, por los sujetos que la encarnan. Se entiende que estos procesos de desplazamiento de mano de obra se han generado desde distintos focos de expulsión y son originados por diversas situaciones. No obstante, la siguiente reflexión se presenta en función de ilustrar la diversidad dentro de uno de esos grandes grupos de trabajadores que se vinculan al mercado laboral norteamericano, esto es, mostrar la notoria heterogeneidad de los sectores poblacionales que trabajan, en las áreas rurales, como trabajadores de campo.

De esta manera, se han reconocido cuatro grandes focos, los cuales aportan un número significativo de personas para el trabajo agrícola en un área específica del país, como bien lo es el estado de la Florida en Estados Unidos. Se entiende que otras áreas del país pueden gozar de la presencia de otros grupos poblacionales, no obstante, para esta investigación las observaciones se centran en el sector sur del estado de la Florida. Aquí, se han identificado los grupos provenientes de México, Guatemala, Haití y naturalmente los nacidos en Estados Unidos.

Finalmente, aunque el estudio no pretende agotar la compleja discusión alrededor de las dinámicas laborales que se viven el campo, sí se intenta recrear a través de la descripción de algunas variables demográficas y laborales de la población estudiada, las condiciones que estas personas tienen en su vinculación laboral, como inmigrantes o ciudadanos residentes, en los campos de Estados Unidos.

Aunque el estudio es parte de una investigación mayor en donde se construye el perfil de los trabajadores del campo que trabajan en el Estado de la Florida (Correa, 2010); en este trabajo se efectúan básicamente algunas entrevistas en profundidad y se presentan dos casos de trabajadores escogidos a conveniencia. Se entiende que el número de estas entrevistas no tienen una representatividad estadística, sino que a través de la descripción de los mismos, se intenta caracterizar algunas trayectorias laborales y profundizar en aspectos relacionados con procesos de inserción cultural y laboral de los trabajadores del campo en la sociedad norteamericana.

El criterio para escoger los dos casos obedece básicamente a que los entrevistados tienen la condición de ser trabajadores del campo. El investigador, a través de entrevistas a profundidad, logra captar las particularidades en la vida laboral de estos personajes y su tránsito de una experiencia de trabajo a otra. Aunque se realizaron más entrevistas a otros trabajadores del campo, la saturación de la información encontrada permite concebir estos casos como “casos tipo”, esto es, que ellos representan las características culturales y laborales de un número importante de trabajadores en esta área del estado de la Florida.

2. Algunos antecedentes de la migración al campo

Con el ánimo de delimitar los conceptos que se utilizan en esta investigación se seguirá inicialmente el presentado por las Naciones Unidas en la convención sobre la protección de los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias en 1990, en donde se define a un trabajador migrante como: “(…) a una persona que realice o haya realizado una actividad remunerada en un Estado del que él o ella no sea nacional”.(1)

No obstante, nuestra reflexión se concentra en el tipo de trabajadores migrantes que llegan procedentes de otros países a laborar en actividades agrícolas o del campo a Estados Unidos. Se puede clasificar a los trabajadores del campo en dos clases. La primera, es la que estando en el interior del país se desplaza de un espacio a otro (movilidad interna) y la segunda, es la que proviene de un país extranjero a vincularse a actividades propiamente agrícolas (movilidad externa o internacional). Vale aclarar que en el tiempo esta mano de obra migrante internacional que ubica como espacio de residencia a los Estados Unidos, es decir que se hace permanente, se convierte en muchas oportunidades en una mano de obra móvil (migrante) al interior del país. En este sentido se entenderá a un trabajador del campo migrante internacional a aquella persona que se desplaza de un país a otro a realizar actividades propias del campo.

Ahora bien nuestra reflexión delimita las actividades de campo a las que se concentran en la fase de producción, mantenimiento y cosecha de frutas y vegetales. De esta manera las actividades como el cuidado, pesca o caza de animales están por fuera de esta definición. Se seguirá en este sentido la ubicación de actividades propuesta por el Departamento de Trabajo norteamericano en donde se establece al trabajador de campo como aquel que realiza las siguientes actividades:

Plantar manualmente, cultivar y cosechar verduras, frutas, nueces, especialidades hortícolas y de campo. Usando herramientas de mano, como palas, paletas, azadas, pisones, podaderas, tijeras y cuchillos. Las tareas pueden incluir la labranza del suelo y la aplicación de fertilizantes; trasplantar, escardar, entresacar o podar los cultivos, la aplicación de plaguicidas, la limpieza, clasificación, empacar y cargar los productos de la cosecha. Puede construir enrejados, cercas y reparar edificios de la granja, o participar en actividades de riego. Se excluye "niveladores y clasificadores, de los productos agrícolas". Se excluye " Trabajadores forestales, de conservación y de registro de los bosques. (2)

Con un seguimiento general de la migración a campo en los Estados Unidos se puede registrar la presencia de grandes focos geográficos de recepción y de expulsión de la migración, razón por la cual, el análisis de esta problemática implica la revisión histórica de múltiples antecedentes que dan cuenta del comportamiento de estos grandes desplazamientos de población en las áreas de producción agrícola norteamericana.

Un primer antecedente se da en el inicio del siglo XIX con el desplazamiento de mano de obra procedente de Europa. Como ya fuera mencionado, estos desplazamientos procedentes inicialmente del noroeste y más tarde del sureste europeo, se incorporan de manera distinta a las labores de la creciente industria. Sin embargo, un número significativo de esta población, también se dirige a trabajar en el campo. En este sentido, se puede seguir a Coriat quien ilustrando sobre la dinámica de esta migración afirma lo siguiente:

Solamente un 10 % de los recién llegados podrá establecerse en el campo como granjeros o aparceros. Su ignorancia de las técnicas agrícolas americanas o, en el sur, donde son más arcaicas, la competencia de los esclavos negros, les dejan poco sitio. Los irlandeses se amontonan en la costa Este, especialmente en torno a Boston y Nueva York. (Coriat, 2003)

Esta referencia es una mención interesante en cuanto que ilustra como tan sólo un bajo porcentaje de esta mano de obra internacional se vincula a las actividades del campo. Sin embargo, es evidente en el caso norteamericano cómo esta migración ejerce influencia en las formas tradicionales del trabajo agrícola ya que los migrantes europeos tienen distintas habilidades, las cuales, entran a chocar en parte con las ya existentes en el suelo norteamericano. Así mismo, se observa como estos desplazamientos generan tensiones entre los trabajadores establecidos y los recientemente llegados al campo.

Un segundo antecedente se da en los procesos de expansión estadounidense o de expropiación del territorio mexicano en siglo XIX. Esto es que en la anexión de los nuevos estados de Texas; Nuevo México, Arizona y California, se fijaron algunos parámetros que ofrecen garantías en términos de protección de derechos civiles por parte de Estados Unidos, a aquellos residentes mexicanos que viviesen en los territorios recientemente ocupados. Por ejemplo, en el tratado de Guadalupe Hidalgo en el año de 1848 (Treaty of Guadalupe Hidalgo en inglés) entre Estados Unidos y México, se encuentran algunos puntos (artículos VIII y IX) como el del mantenimiento de los derechos de permanencia de la tierra y los de igualdad política.

Estas enunciaciones ponen en evidencia la presencia efectiva de mano de obra mexicana en territorio norteamericano. Ahora bien, en muchos de los casos, los mexicanos que continua residiendo en esta tierra se vinculan al mercado laboral en actividades de campo como el cultivo y la recolección de vegetales y frutas, aunque esta vinculación se da en condiciones laborales notoriamente desfavorables para los trabajadores. En este sentido, se puede seguir los planteamientos de Griswold del Castillo quien frente al acuerdo entre México y Estados Unidos analizan lo siguiente:

Aunque el tratado prometía la ciudadanía estadounidense a los ex ciudadanos mexicanos, los indios estadounidenses de los territorios cedidos, que en realidad eran ciudadanos mexicanos, no recibieron la plena ciudadanía estadounidense hasta la década de 1930. Los ex ciudadanos mexicanos casi siempre fueron considerados extranjeros por los colonos estadounidenses que se habían mudado a los nuevos territorios. (Griswold, 2006)

Un tercer antecedente se puede registrar para 1865 después de la Guerra de Secesión, en donde ya una vez obtenida la libertad para los esclavos se inicia una nueva fase, la cual es denominada de “Reconstrucción”. Aquí se intenta por parte del gobierno norteamericano curar las heridas generadas por la guerra. Así mismo, se busca integrar nuevamente a los estados del sur a las dinámicas comerciales y productivas.

Es en este contexto en donde tiene aparición el sistema de “Sharecropping” el cual se caracteriza por ser un tipo de contrato entre los campesinos que trabajaban la tierra y los dueños de las mismas. En este tipo de contratos serían los campesinos o los trabajadores del campo, quienes a cambio de trabajar la tierra comparten la producción obtenida (la cosecha) con el dueño de la propiedad. Estos intercambios se sofistican a través del tiempo permitiendo así, además del derecho a residir y a trabajar la tierra, la posibilidad de que los trabajadores del campo reciban animales de tracción, herramientas, pesticidas y otra gama de productos (ropa, comida y combustible) que son generalmente comprados en las tiendas de abarrotes de los dueños de las propiedades.

Por otra parte, como en el sistema de “Sharecropping” se evidencia, por lo menos en sus inicios, la participación significativa de mano de obra negra en la realización propia de las actividades agrícolas. Es la mano de obra que había sido recientemente liberada de la esclavitud la encargada de nutrir a esta nueva forma de producción y de trabajo en el campo. Posteriormente se registra también, pero de manera gradual, la vinculación de población blanca a estas labores. Sin embargo, con el transcurso del tiempo y con el desarrollo de la gran industria, esta mano de obra es absorbida de manera importante por las factorías.

En este sentido, se puede esgrimir desde una postura clásica de la economía, que la figura del sistema de Sharecropping, se debilita en relación inversa con el fortalecimiento industrial. De aquí que, ya para finales de 1940 con la tecnificación de los procesos de producción y el fortalecimiento de la industria esta forma de producción en el campo se hace prácticamente inviable. En esta línea las reflexiones de Tracy McKenzie (2002) para el caso de Tennessee resultan reveladoras:

La aparcería sigue siendo una institución importante en la agricultura de Tennessee durante más de sesenta años después de la Guerra Civil, ésta cobra una significativa importancia en la década de 1930, cuando los aparceros manejan alrededor de un tercio de todas las unidades agrícolas en el estado. Este hecho disminuyó de manera constante y rápida después de 1940, debido a una combinación de factores. Los más importantes fueron la creciente mecanización de las fincas de Tennessee, que hacía el trabajo de los aparceros más innecesarios, y la creciente demanda de mano de obra industrial en áreas distintas al sur, este hecho atrajo a miles de personas blancas y negras de Tennessee a emigrar a las ciudades del norte y del oeste (3).

No obstante, a pesar de que el sistema se debilita y posteriormente desaparece como generalidad en los Estados Unidos, aun se pueden encontrar “supervivencias” desde la décadas de los sesenta hasta finales de los ochenta, en lugares específicos como el estado de California. En donde la presencia de mano de obra mexicana aviva de manera especial este conjunto de prácticas. En este sentido es revelador el estudio de Miriam Wells (1996), en donde a propósito del Sharecropping comenta.

El resurgimiento y la posterior disminución de la aparcería en los cultivos de fresa desafían las nociones sobre el desarrollo unilineal. A pesar del aumento constante del trabajo asalariado, esta industria fue testigo del retorno a la aparcería después de años de tener formas rentables de trabajadores asalariados. (4)

Este resurgimiento de la figura del “Sharecropping” en California habría sido posible para Wells, gracias a una serie de factores como: la flexibilización en la frontera con México, el aumento de sindicatos y la terminación de programa bracero. Sin embargo, la existencia de estas prácticas que evocan el sistema de Sharecropping, no pueden ser generalizadas como el resurgimiento de esta “sistema” para todo el país, pues en el mismo estudio de Wells, la autora identifica, como en el estado de California después de la década de los noventa, estas prácticas decaen nuevamente haciéndose inviables como estrategia económica. A pesar de esto, estos eventos ejemplifican en el ámbito de la investigación de hechos sociales, como experiencias, ocurridas en el pasado, se manifiestan nuevamente en tiempos presentes, cuestionando las tendencias sociales existentes.

Un cuarto antecedente se da ya en el siglo XX con la firma del acuerdo “Bracero Program” entre México y Estados Unidos (en agosto de 1942). Este acuerdo se da en el contexto de la segunda guerra mundial, en donde el país del norte requiere mano de obra que se vincule a la construcción de infraestructura, en especial a la construcción del sistema ferroviario “Railroad Program” y al cultivo de productos agrícolas. Estos programas terminan entre 1945 y 1964 sucesivamente y no están ausentes de tensión entre ambas partes, pues se exige por parte del gobierno mexicano que sus ciudadanos sean respetados en términos de derechos laborales.

Sin embargo, esta condición de respeto e igualdad de derechos que parece ser de fácil cumplimiento, no se da de manera clara en el tiempo, pues si bien es cierto que Estados Unidos abre su frontera para el recibir mano de obra mexicana, también es verdad que el salario que reciben estos trabajadores por su labor es inferior al que devenga la mano de obra nativa. Estudios realizados consideran que la incorporación de estos trabajadores, pudo haber afectado negativamente el salario de los trabajadores nativos que laboran en el campo, pues los dueños de los sembradíos pueden acceder a una mano de obra extranjera con menor capacidad de negociación, a la hora de fijar su salario. Frente a esto Levine plantea:

En resumen, la limitada investigación empírica sobre el impacto del programa Bracero en los trabajadores norteamericanos, sugiere que aunque el programa aumentó exitosamente la oferta de mano de obra agrícola temporal, esto lo hizo a expensas de la reducción de los salarios y el empleo de los trabajadores del campo nacidos en este país. Aunque la magnitud de estos efectos adversos puede variar en la actualidad, ya que el trabajo agrícola de los EE.UU. y los productos han cambiado en el tiempo, su dirección probable es la misma (Levine, 2006)

Por otro lado, es importante precisar que el estado de California es la zona que mayormente recibe este flujo migratorio proveniente de México. Es decir, el desplazamiento de la población migrante que genera este tratado entre México y Estados Unidos influencia el crecimiento de la comunidad hispana (mexicana) respecto al total de la población en esa área específica. Posteriormente, con la terminación del “Bracero Program”, estas comunidades migrantes (ante todo la mexicana) se consolidan en términos políticos y sociales, permitiendo así, la formación de sindicatos y otras organizaciones sociales, las cuales demandan mejores condiciones de trabajo y de respeto por las libertades civiles básicas.

Es en este contexto en donde surgen nuevos liderazgos y reivindicaciones como el que protagoniza el líder campesino César Chávez a mediados del siglo XX en Estados Unidos. Éste evidencia ante el mundo entero las condiciones de marginalidad y explotación que sufren los trabajadores del campo en países que se han denominado desarrollados.

3. Trayectorias laborales e inserción cultural

En todo proceso migratorio en donde los actores sociales se desplazan de un país a otro se generan un conjunto de tensiones provocadas por las diversas rupturas que se originan en los recorridos o en las trayectorias de las acciones cotidianas y en las actividades laborales. El migrante al llegar a un nuevo contexto socio-cultural se ve en la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones que enfrenta, las cuales implican en muchos casos cambiar lo que a menudo acostumbraba a hacer.

Estos migrantes que buscan una inserción efectiva en la sociedad recurren a diversos “capitales” como el social, el cultural o el económico con miras a lograr un mejor posicionamiento en una estructura social dada. Se entiende que la ausencia o la tenencia de estos capitales permiten condiciones u oportunidades distintas para cada uno de los casos. Razón por la cual los mejores niveles educativos, el conocimiento de la lengua nativa o la experiencia laboral en determinado campo se convierten en insumos fundamentales al momento mismo de buscar una inserción efectiva en esa sociedad.

Para esta reflexión se entiende la trayectoria laboral como la representación y la vinculación efectiva de los actores a los espacios laborales a través del tiempo. En los cuales se adquiere o se invierte diferentes tipos de capitales con miras a lograr un mejor posicionamiento en una estructura laboral dada. En el ámbito académico las reflexiones alrededor de esta temática no son nuevas, en distintos países se han presentado interesantes estudios como los de Araujo y Mauro (1999), Canteros y Espinoza (2001), Henríquez y Uribe-Echevarría (2002), Hetru, y Yonnet (2001) y Orejuela (2008).

La mayoría de estos estudios reafirman la idea de que las biografías individuales han tenido un cambio notorio debido a lo que puede ser concebido como el surgimiento de un nuevo modelo de la sociedad. Este cambio puede ser registrado desde finales de la década de los sesenta, tiempo desde el cual se han venido presentando una serie de transformaciones en la lógica de la producción y del consumo, estos cambios obedecen en términos generales a: 1) la aparición de nuevas tecnologías de la información, 2) al debilitamiento de la producción en serie y finalmente, 3) a la transformación de los mercados económicos globales.

Estas condiciones al parecer demandan formas organizativas del trabajo y de la industria más flexibles, capaces de adaptarse a un ritmo mucho más cambiante y diverso. Este nuevo escenario del capitalismo ha sido identificado bajo términos como: La Especialización Flexible (Piorel y Savel, 1984) el Posfordismo (Coriat, 1995), la Acumulación Flexible (Harvey, 1998), la Sociedad Red (Castells, 1999), o la Sociedad del Riesgo (Beck, 1998) entre otros. Nuestro análisis de la población de trabajadores del campo tiene su contextualización en este tipo de sociedad.

5. Los rostros del campo: Trayectorias laborales y culturales

A continuación se presentan algunos ejemplos de trabajadores del campo. Es importante comprender que ellos no son un grupo homogéneo, pues las diferencias en términos de edades, género, etnia, procedencia, educación, entre otros, marcan distintos procesos de inserción laboral y de construcción de sus trayectorias laborales. Sin embargo, es interesante registrar cómo en algunos de estos casos se pueden presentar biografías similares o mejor y siguiendo al ya desaparecido sociólogo Francés Pierre Bourdieu, es posible ubicar Habitus parecidos, esto es, que se puede constatar similitudes en algunas experiencias que han tenido estos actores sociales con la significación que se les ha dado a las mismas en el transcurso de su existencia. Se puede encontrar en el autor una definición de Habitus como:

Sistema de esquemas generadores de prácticas que expresa de forma sistémica la necesidad y las libertades inherentes a la condición de clase y la diferencia constitutiva de la posición, el habitus aprehende las diferencias de condición, que retiene bajo la forma de diferencias entre unas prácticas enclasadas y enclasantes (como productos del habitus), según unos principios de diferenciación que, al ser a su vez producto de estas diferencias, son objetivamente atribuidos a éstas y tienden por consiguiente a percibirlas como naturales (Bourdieu,1988).

De esta manera, los casos que se presentan a continuación, ilustran las trayectorias laborales que se observan en los trabajadores del campo, migrantes o residentes, al sur del estado de la Florida en Estados Unidos. Ellos a su vez encarnan una condición de ser trabajadores del campo en una sociedad con altos niveles de urbanización.

6. El caso de Alva (5)

Alva es un inmigrante de 34 años procedente de Guatemala, ella ha estado en el país desde 1998, y es madre de cuatro hijos. Su historia se inicia en el municipio de San Miguel en Ciudad de Guatemala. Ella recuerda que sus padres vivían en la montaña y son descendientes de los indígenas mayas. Ella cuenta como de niña se vestían con Huipil que es un traje típico maya y hablaba solo el Kanjobal, además que su casa era una choza, la cual fue construida con madera y hojas de árboles.

Sus padres quienes también son indígenas cultivaban la tierra y en medio de muchas dificultades mantenían la familia en función de los frutos que daba la tierra. Es en esta comunidad en donde Alva conoce a Carlos a la edad de dieciocho años. Carlos también cultiva la tierra y lo hace por cinco años más después de haber iniciado su convivencia con Alva. Este es el tiempo en el cual llegan sus dos primeros hijos José y Luisa. Sin embargo, en toda esta vivencia Carlos mantiene la ilusión de viajar a Estados Unidos, país en donde algunos de sus hermanos, vecinos y amigos están radicados.

Después de mucho pensar Carlos decide viajar a Estados Unidos. Es así como llega a México y cruza la frontera de manera ilegal, al cabo de un tiempo y estando en suelo norteamericano específicamente en la ciudad de Lake Worth, en el estado de la Florida, Carlos se dedica a labores de construcción y de trabajo en el campo. En el transcurso de este tiempo, él le envía dinero a Alva para los gastos de la familia mientras tanto Alva trabaja la tierra sembrando y recogiendo café y cardamomo. Pasados 2 años, Carlos convence a Alva a que venga al país. Alva después de muchos padecimientos cruza igualmente la frontera por el desierto en 1998, esto lo puede hacer pidiendo prestados 3.500 dólares a sus amigos en Guatemala.

Cuando Alva llega a Estados Unidos se sorprende pues todo es nuevo para ella, sólo Carlos sabe cómo moverse como un inmigrante ilegal en esta tierra. Alva es una primeriza y manifiesta tener mucho miedo para aquel entonces. Una de sus amigas quien vive cerca de su nuevo vecindario le recomienda que trabaje en el campo, en donde ella puede ganar algo de dinero y pagar la deuda que le dejo su paso por la frontera. Ella manifiesta que en aquel entonces se ganaba bien, se podía trabajar hasta 60 horas por semana y tanto ella como su esposo lo hacen, hecho que les permite ganar lo suficiente para vivir en este país y además enviar dinero a su familia en Guatemala. Después de algunos años de mucho trabajo ellos pueden reunir 50 mil dólares con los cuales pueden construir su casa en Guatemala.

Para el 2002, Eva la hermana de Alva llega al país de igual manera que su hermana lo hace. Alva envía algo de dinero para que Eva pueda pagar a las personas que le ayudaran a cruzar la frontera por el desierto y es así como finalmente, Eva alcanza suelo norteamericano. Cuando Eva llega al país no habla español ni inglés, es Alva la que habla el idioma español y busca la manera de hacerse entender y conseguir lo necesario. Eva al cabo de un tiempo inicia también su trabajo en el campo y más tarde se convierte en madre. Eva es un referente importante para Alva pues no solo es su hermana sino que es la persona que le ayuda a cuidar a los niños, cuando ella tiene que trabajar o hacer cualquier otra diligencia. Este año es también importante para Alva pues consigue quedar por tercera vez embarazada y en medio de muchas expectativas llega su nueva hija Elvira.

Frente al nacimiento de Elvira, Alva debe de esperar casi dos meses para volver a trabajar. Ella comenta que pensaba que las cosas podrían cambiar un poco, pues ya solo trabajaría ocho horas diarias, mientras que su hermana Eva le ayuda a cuidar a sus pequeños hijos. Alva recuerda que se tiene que levantar cada día a las 5 de la mañana, preparar la comida para cinco personas que viven en su casa, dejar los niños en la casa de Eva y estar lista para iniciar su día de trabajo a las 7:30 de la mañana. Luego regresa a casa a las cinco, recoge los niños, prepara la comida, habla un poco con su esposo y se va a la cama a descansar para estar lista para el inicio del nuevo día.

Tiempo después Carlos el esposo de Alva tiene problemas con la justicia y es encarcelado, posteriormente deportado a Guatemala. Ya para este entonces Carlos decide empezar de nuevo y conseguir otra compañera. Carlos y su nueva familia actualmente viven en la casa que Alva y él construyeron en Guatemala.

Por otra parte, cuando Alva se encuentra sola después de la deportación de su esposo, ella tiene que seguir adelante. Tiene algunas amistades en su lugar de trabajo, dice que son mexicanos y guatemaltecos, aunque aclara que tiene otros amigos colombianos quienes son los que manejan los carros de la empresa. Sus amigos generalmente la aconsejan frente a problemas cotidianos, por ejemplo, Alva recuerda como en sus primeros años en el país, ella tiene que soportar malas tratos y abusos físicos por parte de Carlos, estos amigos del trabajo le recomiendan que no se deje y que avise a las autoridades, ya que según ella este país es diferente, aquí no se le puede pegar a las mujeres.

Además, son estos amigos quienes eventualmente le ayudan cuando ella necesita algún préstamo de dinero. Alva recuerda por ejemplo, que cuando su pequeña hija muere en un accidente de transito, son sus amigos quienes le ayudan con algo de dinero para pagar el entierro.

Ya para el 2005 llega a Estados Unidos Ricardo, otro de sus antiguos vecinos de Guatemala. Él inicialmente vive en la casa de Eva, y es ella quien lo contacta con el trabajo en el campo. Es en estas visitas a la casa de Eva como Alva conoce e inicia una buena amistad con Ricardo, más tarde esta amistad se torna un poco más seria y se establece una relación de pareja dando como resultado el nacimiento de Tomas su nuevo hijo. Alva recuerda que este momento de su vida no es fácil, pues cuando tiene que dar a luz a su hijo, ella presenta una infección severa, la que la deja en un delicado estado de salud y la que la limita a hacer actividades físicas con ciertos niveles de exigencia. Esta es una de las razones por las cuales explica Alva, hoy no puede trabajar en el campo y tan solo se dedica a las labores de la casa y el cuidado de los niños.

De esta manera, es Ricardo quien trabaja con cierta regularidad en los viveros o en el campo, sus actividades son el sembrar o recoger vegetales, o también puede cargar o limpiar plantas, aunque recientemente, cuenta Alva el conseguir trabajo es muy difícil, hecho que ha obligado a Ricardo a trabajar en otras actividades que se realizan y se pagan diariamente. Por estos días las actividades que se están demandando son ciertas labores de construcción y de limpieza, que aunque no son como las actividades que se hacen en el campo, Ricardo las tiene que realizar para tratar de conseguir algo de dinero.

La revisión de esta biografía permite presentar una trayectoria laboral sin muchos sobresaltos. Esto es, el seguimiento detallado de las labores que ha realizado Alva en el transcurso de su vida, se ligan profundamente a la tierra, hecho que se da en parte por su tradición indígena – campesina, en donde la relación con la tierra y su significación histórico –cultural como generadora de trabajo y alimento es fuerte.

Ahora bien, llama la atención que todas las personas cercanas a Alva de igual manera estén en función del trabajo en el campo, hecho que se explica por que sus lazos de amistad o vecindad se dan con antiguos vecinos de Guatemala que comparten similares modos de vida o simplemente porque uno de sus lugares primarios de socialización es el campo.

Es este espacio de socialización en donde se crean los principales vínculos familiares, vecinales o afectivos. Aquí algunas cosas se tornan innecesarias y otras de obligatorio manejo, por ejemplo, el aprendizaje de la lengua extranjera (el inglés) parece no ser una exigencia frente al tipo de personas con quienes de forma frecuente se sostiene una comunicación, esto es, que ante el restringido grupo de personas con quienes se comparte y se dialoga, es el español o el Kanjobal (lengua maya) los idiomas que parecen ser necesarios de utilizar y de mantener. Se entiende que el manejo del idioma en un país como Estados Unidos es un requisito fundamental en un proceso de inserción cultural efectivo. Su ausencia puede implicar un grado de exclusión notorio en el acceso a garantías sociales básicas.

Por otra parte, se percibe en la manera como Alva presenta su experiencia de vida, una cierta exaltación de este tipo de trabajo, ya sea por ser considerado por ella como más fácil frente a otros, por ejemplo, las actividades de limpieza o sencillamente porque, Alva representa este trabajo como una actividad que “siempre” se ha hecho.

Como consideración final frente a este caso, se tendría que apuntar que en términos de la integración que este personaje ha tenido en el mercado laboral y en la sociedad norteamericana en su conjunto, Alva no se percibe como excluida o discriminada, ya que según ella, se consiguen las cosas que se necesitan, por ejemplo, la comida y el vestido. Esta situación es significativa en cuanto a que Alva continuamente compara lo que tenía en el país de origen y lo que finalmente obtiene en Estados Unidos, ideas que confirman, las difíciles condiciones de vida que se tiene en los países de origen de algunos inmigrantes, esto es, la imposibilidad de satisfacer necesidades básicas, como la alimentación, el vestido, la educación y el acceso a la salud.

7. El caso de Miguel

Miguel nace en el año de 1943 en el pequeño pueblo de Aguas Buenas, en la isla de Puerto Rico la cual fue anexada como estado libre asociado de Estados Unidos de América en el año de 1917. Miguel es uno de los mayores de catorce hermanos de los cuales uno de ellos ya está muerto. Su historia en el campo se inicia a los trece años. Él comenta que nunca le gustó estudiar y que cuando sus padres lo enviaban a la escuela, simplemente se quedaba jugando con algún amigo o permanecía en la casa de sus abuelos. Miguel recuerda que acompañaba a sus padres a cumplir con la dura faena, trabajaba por espacio de ocho horas y las ganancias obtenidas durante la semana, 2,50 dólares, se las daba a sus padres para ayudar con los gastos de la casa.

Esta situación lo molestó y decidió parar por un lapso de dos años. Esto acontece de los catorce hasta los dieciséis años. En este tiempo Miguel se dedica a las labores de la casa, el cuidado de los animales y el conseguir la leña para el fuego entre otras cosas. Luego de este largo receso Miguel retorna a su trabajo en el campo por cuatro años más. Seria hasta sus veinte años en donde se entera a través de la radio y la prensa sobre algunas oportunidades de trabajar en el estado de Connecticut en Estados Unidos.

Miguel recuerda como en esos mensajes que escuchaba por la radio se les ofrecía pagar los tiquetes de viaje y un contrato por seis meses. Es así, como Miguel viaja con dos más de sus hermanos y se vinculan a trabajar en una plantación de tabaco. Aquí siembra y recoge tabaco por lo cual después de trabajar cuarenta horas a la semana recibe 60 dólares de pago. Miguel explica que en ese entonces se ganaba muy bien por hacer este tipo de trabajos. Sólo tenía que pagar 5 dólares a la semana por gastos de comida, ya que sus costos por alojamiento eran cubiertos por la misma compañía. Miguel se alojaba en el campamento para trabajadores por espacio de dos meses, luego decide romper contrato con esta compañía e irse con tres amigos más a alquilar un apartamento por el cual pagan 35 dólares a la semana.

Sin embargo, Miguel continúa su trabajo en el campo cultivando tabaco y permanecerá realizando esta misma labor por un tiempo de cinco años más. Después de esta experiencia Miguel trabaja en un vivero, en el cual labora por catorce años. Miguel explica que él se siente bien trabajando allí, tiene beneficios laborales, vacaciones y como la recogida de la cosecha es por temporadas pues tiene también momentos de receso pagados por la empresa.

Pasados dos años de empezar su trabajo en el vivero, unos amigos le cuentan a Miguel que el sector de la fundición del acero paga mejor y efectivamente el declara que es así. Sin embargo, después de intentarlo por espacio de dos meses decide dejarlo porque a Miguel le parece que es una labor mucho más difícil que trabajar en el campo.

Miguel recuerda que para el año 1976 en Connecticut quienes trabajan la tierra son ante todo gente proveniente de Puerto Rico y afroamericanos. Sólo recuerda haber conocido a un peruano y a un cubano. Miguel permanece en el estado de Connecticut hasta 1981. Después de un tiempo, aunque el mismo año. Miguel regresa nuevamente a Puerto Rico, lugar en donde está hasta 1993.

Este periodo es brevemente interrumpido por un pequeño viaje a New Jersey, en donde trabaja en una cosecha por espacio de tres meses. Después retorna nuevamente a Puerto Rico. Para este momento de permanencia en su tierra natal Miguel presenta una pequeña variación en su trayectoria laboral, ya que empieza a trabajar en el área de la construcción. Inicialmente trabaja en un proyecto para construir una conocida cárcel en Puerto Rico y luego se vincula a otros trabajos de construcción.

Miguel recuerda que en ese entonces le quedaban 260 dólares para sus gastos, que tiene su carro y que no paga arriendo porque vive en la casa de sus padres. Sin embargo, algunos problemas familiares motivan a Miguel a vender sus pertenencias y a abandonar nuevamente Puerto Rico y es de esta manera como retorna nuevamente a Estados Unidos.

Miguel explica que siempre había querido ir al estado de la Florida. Por esta razón se lo traza como punto de destino y llega a él para el año de 1993. Sus primeros meses en la Florida no son fáciles, Miguel recuerda que en la ciudad de Miami tiene que vivir por unos cuantos meses debajo de un puente. Comenta que allí vive con mucha gente procedente de todas partes. Él dice haber vistos parejas de todo tipo, que duermen, comen y se bañan en este lugar. Posteriormente, se vincula a trabajar de nuevo en el campo, aunque esta vez logra vivir en el campamento de la empresa para la cual trabaja. Allí está por espacio de dos años. Un tiempo después, Miguel empieza a trabajar con otra persona en oficios de cortar el césped en casas de familia.

Para 1998 Miguel tiene un accidente de gravedad, un carro lo atropella afectándole brazos y piernas, logrando del gobierno una pensión por incapacidad. Esta pensión es recibida de manera mensual y es el dinero básico que el obtiene para su supervivencia.

Miguel manifiesta que la pensión le ha ayudado mucho, aunque algunas veces se aburre con tanto tiempo libre. Frente a la reflexión de su vida laboral, Miguel declara que a él le hubiera gustado hacer trabajos distintos a los del campo, pero no saber hablar inglés le dificultó esta posibilidad. Miguel considera que los trabajos relacionados con hoteles o restaurantes son más fáciles pero a él le toco vivir otra vida. A futuro Miguel se ve teniendo muchos amigos y según él haciendo el mayor bien posible al resto de la gente.

De esta manera, en esta trayectoria laboral se muestra un personaje que a pesar de estar igualmente ligado al campo por su historia familiar, tiene una mayor discontinuidad en las labores que ejecuta en el transcurso de su vida. Sin embargo, a pesar que Miguel prueba en otras áreas como la limpieza, la construcción y la industria, termina siempre regresando al campo, pues considera este oficio más sencillo de hacer que otros y además por que según el entrevistado es mucho más fácil conseguir trabajo en este tipo de actividades.

Por otro lado, la discontinuidad en esta trayectoria laboral se explica porque Miguel es un personaje nacido en Puerto Rico, lugar que es reconocido por el gobierno norteamericano como un estado “libre asociado”. Este hecho implica que los pobladores nacidos en Puerto Rico son ciudadanos de Estados Unidos. En este orden de ideas, Miguel presenta todas las credenciales de legalidad que una persona debe de tener en este país para adquirir cualquier puesto de trabajo.

Las credenciales de legalidad (Green Card) facilitan en parte la vinculación al trabajo, así como la movilidad espacial al interior del país, de aquí que Miguel se pueda desplazar en el transcurso de su vida a diferentes destinos con promesas laborales, por ejemplo, de Puerto Rico a los Estados de Connecticut, New Jersey o la Florida.

Ahora bien, es posible registrar en esta trayectoria laboral cómo la condición de legalidad (el ser ciudadano) también permite que ante un evento de gravedad como el tener un accidente delicado, sea compensado o por lo menos protegido por el gobierno de este país, al reconocerle su pensión por invalidez, esta condición le permite a Miguel sobrevivir con una relativa “comodidad”. Se entiende que si Miguel no tuviera un estatus de legalidad resuelto, no tendría la posibilidad de tener estos privilegios respaldados y promovidos por la ley.

8. Consideraciones finales

Finalmente, se puede concluir que en la revisión de estas trayectorias laborales, se pone de manifiesto la diversidad en las formas de representar el trabajo y en las maneras de concebir la vinculación al mercado laboral. De allí, que se registre en los entrevistados su confianza en el futuro, muy contrariamente al pesimismo generalizado que se da en este momento en el país.

Es de este modo como los entrevistados establecen comparaciones entre lo que tenían en su país de origen y en lo que tienen en Estados Unidos, optando y glorificando de manera notoria su vida presente. Sin embargo, en estos casos los protagonistas de estas historias no transforman de forma real la naturaleza del trabajo realizado, ya que han tenido y siguen teniendo la misma relación con las actividades del campo, en donde lo único que cambia de manera significativa es el lugar en donde se ejecuta esta actividad y por supuesto el salario que devengan.

Agradecimientos (*)

Agradezco a la Agencia Farmworker Coordinating Council por compartir de manera crítica información institucional y a sus miembros Jorge Gómez quien se desempeña como director de proyectos por sus reflexiones alrededor de los trabajadores del campo. De igual manera, a la señora Madel Milian, quien se desempeña como trabajadora social por sus comentarios y correcciones en la edición final del texto.

Notas

(1) “The term "migrant worker" refers to a person who is engaged or has been engaged in a remunerated activity in a State of which he or she is not a national” The United Nations Convention on the Protection of the Rights of all Migrant Workers and Members of their Families 18 December 1990.

(2) “Farmworkers and Laborers, crop, Nursery, and Greenhouse. Manually plant, cultivate, and harvest vegetables, fruits, nuts, horticultural specialties, and field crops. Use hand tools, such as shovels, trowels, hoes, tampers, pruning hooks, shears, and knives. Duties may include tilling soil and applying fertilizers; transplanting, weeding, thinning, or pruning crops; applying pesticides; cleaning, grading, sorting, packing and loading harvested products. May construct trellises, repair fences and farm buildings, or participate in irrigation activities. Exclude "Graders and Sorters, Agricultural Products" (45-2041). Exclude "Forest, Conservation, and Logging Workers" (45-4011 through 45-4029)”.

(3) Sharecropping continued to be a significant institution in Tennessee agriculture for more than sixty years after the Civil War, peaking in importance in the early 1930s, when sharecroppers operated approximately one-third of all farm units in the state. It declined steadily and rapidly after 1940, due to a combination of factors. The most important were the increasing mechanization of Tennessee farms, which rendered the labor of sharecroppers more expendable, and the growing demand for industrial labor outside the South, which enticed thousands of white and black Tennesseans to migrate to northern and western cities.

(4) The resurgence and subsequent decline of strawberry sharecropping then challenged these unilinear notions of development. Instead of steady increase in wage labor, this industry witnessed a return to sharecropping after years of profitably employing wage workers.

(5) El nombre de los personajes que encarnan estos casos han sido modificados con el fin de proteger su privacidad.

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Fecha de recibido: 17 de noviembre de 2010.
Fecha de aceptado: 19 de mayo de 2011.
Fecha de publicado: 25 de julio de 2011.

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